- Y qué hicisteis después?.
- Pues salimos corriendo hasta su cuarto y luego ella encendió las luces. Pero él seguía súper cagao' tuviste que haberle visto la cara, estaba pálido y por poco se desmaya.
Ella rió por lo bajo.
- Pero su novia estaba de acuerdo con disfrazarse para esa broma?.
- Claro, siempre hacemos coñas entre nosotros.
- Y en serio pensó que lo de cortar la luz y meter al gato en ese lugar no era parte del plan?.
Asintió riendo.
- Se lo merecía por haberme asustado con slenderman antes. Fue la broma más grande que he hecho hasta el momento.
Rieron.
Continuaron caminando entre las plantas del enorme terreno. Un árbol se presentó en su camino y ella se apresuró a treparlo.
Miguel la miró sorprendido, la chica era más ágil que él.
- Sube, tío.- Sonrió mirándolo de pie frente al árbol.
Él intentó subir colocando sus pies en huecos libres y aferrándose a un par de ramas con sus manos. Finalmente logró subir y se sentó frente a ella.
- Y por qué se separaron Rubén y ella?.
- Él le puso los cuernos.- Habló serio en voz baja.
- Qué es eso?.- Frunció el ceño.
- Engañarla.- Explicó sorprendido.
- Oh...- Apoyó su barbilla en sus piernas.
- Y por qué lo hizo?.
- Él es como un niño, no entiende que no puede tener todas las mujeres al mismo tiempo. El amor no es lo suyo.- Habló nervioso.
Ocurrió un silencio en el que ella pensaba.
- Y cómo es el amor?.
- B-Bueno... difícil. Siempre cuesta al principio, luego con el tiempo te acostumbras a tu pareja y te das cuenta a quién quieres de verdad.
- Y cómo te das cuenta si quieres a esa persona?.
- Por cómo se hablan, cómo se sienten estando juntos...
Cambiaron de tema hasta que llegaron el resto de los chicos. Todos volvieron al terreno de al lado de la casa. Esta vez se sentaron en una ronda sobre una pequeña explanada.
- Mangel me contó la broma que te hizo.- Rió recordando lo que había escuchado hace casi una hora y media.
- Cuál? La de mamá?.- Miró a su amigo algo serio.
El mismo asintió presionando sus labios. A Rubén no le gustaba hablar de esa broma, en parte porque esa noche casi le dio un ataque al corazón y por otro lado el hecho de que su ex estuviera involucrada.
- Me dijo que luego de despertarte, una chica con un vestido apareció por la puerta.- Rió.
- A sí?.- Sonrió.
A pesar de molestarle el tema, le hacía bien verla riendo.
- Sí...
Todos la miraron enternecidos.
- Miguel?.- Lo miró con sus ojos brillosos.
El de gafas asintió.
- Cómo dijiste que hacían las parejas para quererse?.
Todos tragaron nerviosos, ella jamás en la vida les había hablado del amor. Y seguramente porque no tenía idea de lo que se sentía.
- Que se demuestran cariño mutuo... aunque no siempre tienen que estar felices cuando están juntos.
- Y se abrazan?.
Asintió, encogiéndose de hombros.
- Vale... o-os quiero a todos.- Miró al suelo, tímida.
Sonrieron mirando sus mejillas sonrojadas.
- Y... las parejas también se besan?.- Encogió aún más su cuerpo.
- Por supuesto.- Habló Guillermo por todos.
- Y qué se siente besar a alguien?.- Susurró sin mirar a nadie todavía.
- Pues bien.- Comentó Alejandro pensando en su actual pareja.
- No puedo besar a nadie si no es mi pareja, verdad?.
- No necesariamente.- Dijo Rubén sonriendo de lado.
- P-Puedo intentar?.- Musitó en voz baja, parecía estar al borde del llanto de lo nerviosa que estaba.
Los chicos se miraron entre sí.
Olivia era como la hermanita menor de todos ellos, harían lo que sea por hacerla feliz. Tal vez sonaba raro que ella fuera como su hermanita y aún así la besaran. Pero en parte todos ellos la amaban, aunque sea un poquito, en el sentido de relación.
- Y... A quién?.- Habló Samuel tranquilo.
Los miró detenidamente a cada uno.
- Que dirían si digo que a quien sea?. Es decir... qué dirían las chicas del instituto?.
- Ufff sin ofenderte pero si dices besar a quien sea te llamarían una "chica-fácil". Aunque tranquila, no lo eres. Y vaya que no.
Suspiró.
- Hay a alguno de nosotros a quien hayas querido besar en algún momento?.- Alzó una ceja Miguel.
- P-Pues...- Tartamudeó alzando su vista y guiándola hasta uno de los castaños. El cual sonrió sonrojado.
- Yo?.- Le preguntó como niño pequeño que ganaba un premio en la feria.
Ella asintió rápidamente cerrando sus ojitos.
- Vale, no tengas vergüenza, es lindo que lo digas. Estoy emocionado ahora que me entero.- Soltó una risilla.
- Ok.- Su voz era aguda y tierna.
- Bueno!.- Se levantó sonriente.- Vamos... a un lugaaaar... más privado?.- Movió sus cejas de arriba-abajo pícaramente. A lo que todos rieron.
Ella se levantó cabizbaja y se acercó al enorme jóven, quien la miró sorprendido. Dudoso, rodeó su cintura con un brazo y sintió cómo ella se apegaba más a su cuerpo.
Ambos caminaron tranquilamente hasta algúna zona donde los otros frikis no puedan verlos.
- P-Perdón, n-no tienes que hacerlo s-si no quieres.- Sobó su brazo izquierdo asustada. El corazón le latía a mil.
El castaño se colocó frente a ella sonriendo sinceramente.
Colocó sus manos en sus caderas y acarició las mismas con sus pulgares.
- He querido hacer esto desde que te vi por primera vez, Olivia.- Acarició su mejilla.
Ella levantó su mirada hasta sus ojos y su respiración comenzó a acelerarse. Se veía que estaba a punto de llorar por alguna razón.
- Shh sh tranquila, déjate llevar.- Le habló con la voz más serena que ella haya escuchado.
Suspiró y acercaron sus rostros. Él simplemente la cogió de la mejilla y unió sus labios con los de ella.
Movía los mismos levemente y ella intentaba seguir su ritmo. Acarició con su lengua los suyos, intentando introducir la misma en su boca. Ella asombrada abrió un poco su boca, dándole permiso.
Sus labios seguían bailando mientras sus lenguas jugaban entre sí. Un cosquilleo estaba presente en el estómago de la chica y una sensación de ternura invadió toda la consciencia del castaño.
Era el beso más sincero y bonito que había dado. Y le alegraba que fuera de parte de ella.
Siguieron el enternecedor acto por unos minutos, hasta que ambos estaban acostumbrados y cómodos con el sabor del otro.
Una vez se separaron, sonrieron sonrojados.
Volvieron relajados con todo el grupo.
