- mi madre consume drogas, los días que no fui fue porque casi muere de una sobredosis, mi padre es un maldito, un... - contuve las ganas de llorar pero no pude contenerlas por mucho tiempo, en cuestión de segundos mis lágrimas salieron.
- ¿él es el que te golpea cierto?. - me preguntó antes de colocarse en cuclillas frente a mi y sujetarme la mano.No podía parar de llorar, ahogaba mi llanto para que este no se escuchara pero mis lágrimas salían de mis ojos de forma descontrolada; sentí su abrazo, que abrazo tan cálido, un abrazo tan reconfortable que podía sentir la paz que venía de su cuerpo hacía el mío, me dio unas palmadas en la espalda, me sostuvo la cara y me miró a los ojos.
- cuanta conmigo para lo que sea Diego, soy tu amigo ¿no?, entonces puedes contar conmigo para lo que sea y contarme lo que quieras. - me dijo sonriendo, luego hizo un silencio corto y se puso algo serio. - ¿por qué no lo denuncian?. - me preguntó.
- mi madre no quiere y si yo lo hago ella sufriría y me odiaria, ella aún lo ama. - le dije ya más calmado y limpiandome las lágrimas.
- ¿pero como puede amar a un hombre así?. - me dijo consternado.
- no lo sé... lo que si sé es que lo odio, con todo mi ser. - le respondí con ira.
- yo también lo odiaria, ¿que más les hace ese maldito?. - me preguntó.Le conté todo, menos lo que me hizo, eso me hacía sentir tan poco hombre, mi voz apenas y salía de mis cuerdas vocales, Luís me escuchaba en silencio, pude ver que apretaba sus rodillas con fuerza ya que nos encontrabamos sentados uno al lado del otro, la rabia que sentía se reflejaba en sus manos apretando con fuerza sus rodillas, luego me quedé en silencio pensando si decirle o no lo que me había hecho y cuando tomé la decisión de decirle, mi voz salió tan baja que apenas y pudo escuchar, me miró estupefacto, no lo podía creer, quizo salir corriendo a matarlo pero hice que se calmara y entre su rabia contenida y no saber que hacer me abrazó de nuevo.
- no te preocupes todo va a estar bien Diego... no dejas de ser hombre por algo así, ser hombre está en los genes así que nunca dejarás de serlo, la masculinidad no se irá, olvida lo que sucedió, yo estaré contigo siempre amigo.

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Rayos De Oro.
AcakDiego es un chico que sufre día a día los maltratos de su padre por el amor incondicional que le tiene a su madre, al parecer su destino nunca cambiará si éste no toma la iniciativa para que su sufrimiento termine, ¿que será capaz de hacer para trat...