Disparé nueve veces, vi cómo el hombre caía arrodillado frente a mi, siendo llevado hacia atrás por el peso del radio, fueron las nueve balas que acabaron con la tristeza en mi vida, las nueve balas que me liberaron de aquel yugo.
Mi madre murió camino al hospital, murió en la ambulancia, no pude estar en su funeral, fui detenido en el hospital y llevado a prisión con una condenas de cinco años y siete meses por asesinato en segundo grado, resulté culpable de haber matado a mi madre, mis huellas estaban por todo el cuerpo y también por haber matado a Reinaldo, los vecinos les dijeron a los policías que yo eran un chico que consumía drogas, se dejaron llevar por mi apariencia desaliñada, también les contaron que siempre peleaba con Reinaldo y que muchas veces llegaban distintos policías y mi madre terminaba arreglando todo, los policías al ver las cajas llenas de mi ropa asumieron que me iba de casa, que mis padres no me dejaron ir y por ello terminé con la vida de ellos dos, siempre dije lo contario, siempre dije la verdad; pero al encontrar mi libreta la cual contenía escrito en ella las ganas que tenía de matar a Reinaldo y tenía descrito como lo haría eso se manifestó en mi contra y perdí en el juzgado la batalla por mi libertad.
El hermano de Luís quien resultó ser abogado se encargaba de mi caso, buscaba la forma de conseguir mi libertad completa o condicional; en esos años en la prisión vi como me iba haciendo más hombre cada día, no salía de mi celda a menos que tuviese que comer, me la pasaba dibujando en un cuaderno que me dio uno de los oficiles, Luís me lo había mandado con su hermano, dibujaba todo lo que pasaba día a día allí, escribía y leía, los libros de Luís claro está, se había convertido en todo un escritor, me visitaba de vez en cuado y cada vez que me veía se sorprendía al ver lo cambiado que estaba.
Mi voz se había hecho más gruesa, tenía barba, tenía buena musculatura porque cuando no leía o dibujaba hacía ejercicio, las luces se apagaban temprano y cuando se apagaban llegaba el recuerdo de mi madre y los bellos momentos que vivimos juntos, habían noches en las que lloraba y otras en las que reía solo.

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Rayos De Oro.
DiversosDiego es un chico que sufre día a día los maltratos de su padre por el amor incondicional que le tiene a su madre, al parecer su destino nunca cambiará si éste no toma la iniciativa para que su sufrimiento termine, ¿que será capaz de hacer para trat...