Capítulo 2.

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Las luces de neón impactaban en mi rostro con rapidez, esto solo me confirmaba que el tipo de diversión que Dinah consideraba interesante, definitivamente no era parecido al mío.

-¡Dinah! -grite sobre la música a gran volumen. -¡¿A dónde vamos?! ¡Creo que debemos volver!

-¡Oh, vamos! ¡Eres una aburrida! -Dijo riendo. Caminó hasta la barra y pidió dos bebidas. Tomé asiento a su lado. -Necesitas salir más seguido, creo que te estas volviendo ermitaña.

Reímos. -Si salgo. Pero no a estos lugares. -Me encojo de hombros y sonrío.

-¡Si, claro! Al trabajo y de vuelta. -Dijo riendo y yo coloque los ojos en blanco. Dinah podría llegar a ser muy pesada cuando se lo proponía, era simplemente un caso perdido tratar de discutir con ella.

Un chico de ojos claros se acerco con nuestras bebidas. -¿Algo más... -Sonrió. - señoritas? -Dinah negó con la cabeza y yo asentí.

-Una Coca Cola, por favor. -El chico asintió y caminó un par de metros hasta conseguir mi Coca Cola y dejarla frente a mí. -Gracias.

-No hay de qué. -El chico de ojos claros me miro una ultima vez con una linda sonrisa y escuchamos como Dinah se aclaró la garganta, me gire a verla y la manera de sonreír solo me decía una cosa: tiene un plan. El chico se giro nervioso y se fue.

-Eso fue grosero. -Dije golpeándole el brazo.

-¡Auch! -rió. -Lamento salvarte de un acosador. En realidad, creo que tengo una idea... -¡Lo sabía! Negué rápidamente con la cabeza y sacudí mi mano.

-Oh, no Jane, ni lo pienses. -Hice una mueca. -No, ya se que piensas y no.

-Oh, vamos, solo será un espectáculo, después nos iremos a casa, palabra de amiga. -Elevó su meñique y reí.

-¿Y ahora de qué hablas, Dinah? -La chica frente a mi se tomó su bebida de un trago y me tomó del brazo hasta llevarme a una parte alejada del club, un pequeño escenario y un público ansioso y reducido esperaban por una actuación. Tome una bocana de aire, ahora si que no entendía.

-Es un regalo de Ally. -Dijo Dinah detrás de mi, la mire sorprendida hasta que las luces del lugar se apagaron y todo se volvió callado, se podía escuchar hasta a una mosca pasar. Una luz en el centro del escenario se encendió, mostrando la sombra de una mujer en un posición llamativa, una tela blanca la cubría de la vista de todos hasta que una música de fondo comenzó a sonar y aparecieron otras cuatro sombras, todas en diferentes posiciones. La sombra del centro rasgó la tela y seguida de ella las otras cuatro, mi mandíbula casi cae al suelo ante tal vista, perfectas Diosas del Olimpo salieron con trajes ajustados a sus perfectos cuerpos, sus cabellos sueltos y una sonrisa de autosuficiencia. Una máscara de diferentes modelos ocultaban el rostro de cada una. Cada persona en el lugar comenzó a gritar y aplaudir. Dinah estaba tan impresionada como yo.

-¿Un... Pros... Prostíbulo? -Tartamudeé. -Dinah ¿en qué nos has metido?

-No es un prostibulo , Camila, miralo más como una zona de... recreación para adultos. -Se encogió de hombros.

-Ally jamás haría esto. -Trate de disimular mi mirada sobre las chicas del escenario y pedirle explicaciones a Dinah.

-Lo hizo. -Me dio una sonrisa. -Ahora diviertete y disfrutalo. -Dinah me llevó hasta la otra barra y me sentó. -Nos vemos aquí en quince minutos, no te pierdas. -Rió y desapareció entre la multitud sin siquiera una explicación.

No podía creer lo que estaba pasando. Mire de vuelta al escenario y la chica del centro llamó mi atención, cabello negro atado en una coleta, piel blanca, movimientos rápidos en ese traje ajustado y pequeño que llevaba puesto, sus caderas se movían en sincronía con la música y mis ojos en sincronía con ella. Nuestras miradas se conectaron y un escalofrío me recorrió internamente. Miré lo más rápido que pude hacia otro lado para disimular, pero era demasiado tarde, ella se había fijado en mi.

Lentamente la música fue cambiando de ritmo a algo más lento, causando que sus cuerpo bailaran más lento y sensual, principalmente esta chica que había fijado su mirada en mi. Por poco dejo caer mi bebida cuando la chica comenzó a caminar más hacia la barra y bajó del escenario con un reflector sobre ella, bailaba sensualmente a alguno que otro hombre mientras todos hacían fila por solo una mirada suya, llegó hasta un par de metros de mi y se subió a una mesa mientras sus manos se deslizaban lentamente por su cuerpo, mis ojos vagaban por el mismo con paciencia y deseo.

El calor en la sala comenzaba a aumentar hasta que su reflector se apagó y el de otra chica se encendió del otro lado de la sala, las miradas se fijaron en ella y la chica pareció desaparecer, miré hacia la mesa pero solo quedaban sombras debido al reflejo de la luz. Tome un último sorbo de mi bebida y me levanté de la silla, muchos habían cambiado de lugar por el cambio de luces, dándome el espacio necesario para caminar hasta la mesa donde estaba aquella chica antes de poder llegar a la salida. Me tomó por sorpresa cuando el reflector se volvió a encender sobre la mesa y la multitud se vino hacia ella haciéndome tropezar y caer hacia la mesa, por suerte mis manos detuvieron la caída.

Levanté la mirada y mis ojos se encontraron con unas hermosas piernas blancas y pálidas a solo centímetros, entrecerré los ojos y eleve la mirada lentamente por todo su cuerpo, mordiéndome el labio hasta encontrarme con unos fuertes y muy llamativos ojos azules grisáceos, una gran sonrisa y una mano tendida en mi dirección, solté mi labio inferior y tome su mano. El calor proveniente de esta hizo que mis mejillas se sonrojaran en exceso. Un tirón hizo que volviera a estar sobre mis pies mientras ella comenzaba a bailar de nuevo, su intensa mirada posada sobre la mía causando escalofríos por todo mi cuerpo, lentamente soltó mi mano y comenzó a mover su cuerpo con mayor rapidez al ritmo de la música mientras sus manos se deslizaban por el mismo, haciéndome desear cada parte con mayor necesidad.

Mi boca se encontraba seca ante tal visión mientras que una de mis manos se dirigía hasta una de sus piernas y así asegurarme de que fuera real, sus labios se curvaron en una sonrisa al ver mi acción y me detuvo justo cuando la punta de mis dedos rozaron su suave piel, su mano en mi muñeca y el oscurecer de sus ojos me hipnotizó por completo. El reflector se apagó y todo alrededor desapareció para mi, ella bajó de la mesa sin soltar su agarre de mi y se acercó a mi oído.

-Está prohibido tocar. -Su voz ronca causó efectos impresionantes en mi cuerpo. -Pero me gustan las chicas malas. -Soltó una leve carcajada y sus labios rozaron levemente mi oreja haciendo que mi cuerpo se tensara. Soltó otra carcajada justo antes de dejar un beso en mi mejilla, se alejó lo suficiente como para poder mirarme y me guiño el ojo antes de que una fuerza externa hiciera que soltara su agarre de mi muñeca, me giré para ver al causante y los ojos interrogantes de Dinah sen encontraron con los míos.

-¡Te dije que te quedaras en la barra y tú caminas! ¡Eres una testaruda! -Dijo tratando de que fuera audible.

-¡No, Dinah, espera! -Grité al sentir que Dinah me halaba hacia la salida. Miré sobre mi hombro hacia atrás, pero la chica de hermosos ojos había desaparecido entre la multitud. -Quería saber su nombre. -Dije ya en un susurro afuera de la sala.

-¿El nombre de quién? -volví mi mirada hacia Dinah y puse los ojos en blanco. -¿Qué? ¿Ahora qué hice?

-Nada, ya no importa. -Gruñí y camine hacia la salida del bar, escuchaba los pasos de Dinah justo detrás de mi. Tome una bocana de aire frío fuera del bar y saqué las llaves del auto. -Sube.

Dinah obedeció y subió al asiento del copiloto mientras yo encendía el auto y manejaba fuera del lugar hasta perderlo de vista.

-¿Dónde estuviste? -pregunté.

-¿Qué? -La miré por unos segundos y volví mi mirada al camino. -Oh, yo estuve bailando. -Sonrió nerviosa.

-¿Con alguien en específico? -Eleve una ceja graciosa y escuché como Dinah reía nerviosa. -Eso es un "si" definitivo. -Sonreí y Dinah asintió.

Psycho In Love CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora