Capítulo 27.

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N/A: Como les prometí, espero lo disfruten. GRACIAS POR LEER. NO  SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR, ES GRATIS ;3

MARATÓN 2/2.


—Quiero que te quedes esta noche. —Dijo Lauren días después de hablar con sus padres.

—Pero, Lauren, pueden descubrirnos y, ¿qué diré? —Enredé mis dedos en su cabello y lo acaricié mientras besaba su frente repetidamente.

—Le dices que estábamos haciendo el amor. —Dijo sonriente y yo la miré sonrojada. —¿No? Entonces... ¿Que me ayudabas a experimentar el mayor placer del mundo? —La miré seria y ella se encogió de hombros riendo. —Bien, le diremos que me enseñabas anatomía.

Arrugue mi nariz y negué riendo. —No, hermosa. No estoy segura de eso. —Me acomode en su regazo y ella me hizo un hermoso puchero. —Vamos Lolo, no seas cruel.

Borré su puchero con un beso lento y tentador. Ella gruñó y se separó. —No más besos hasta que aceptes. —Ella fingió estar enojada y yo solté una carcajada, me acerqué quedando a milímetros de sus labios y ella miró los míos, me beso apasionadamente y su lengua jugó con la mía rápidamente antes de separarse.

Eleve una ceja en manera de burla y ella suspiró. —¿Decías?

—Ahora... —Me besó unas quince veces. —Si. No más besos, Camz.

—En un minuto te arrepentirás. —Dije y me encogi de hombros triunfante y sonriendo.

—¿Segura? —Preguntó riendo y yo asentí. —No deberías de estarlo. Verás que logro hacerlo.

Yo bufé y me levanté de su regazo. Lauren me miró atenta e hizo otro puchero. —Lolo...

—Camz, quedate, por favor. —Casi rogó tristemente.

—¿Tan rápido necesitas mis besos? —Dije graciosa y Lauren me miró inexpresiva, entonces supe que había dañado el momento. —Lo siento.

—Camila, no voy a morir por no besarte, cuando se le dice eso a una pareja, no es literal, ni que tus labios fueran de oxígeno. —Rodó los ojos y yo traté de no reír. —Puedo soportarlo, después de todo lo he hecho ya ¿no? —Sabía que hablaba de mi ausencia. —Pero quiero que te quedes, por favor.

Ella se acercó y me tomó de la cintura. —No lo sé, Lolo, no quiero problemas y que te alejen de mi. —Dije triste de tan sólo pensar en eso. Lauren besó mi mejilla y asintió cabizbaja tomando una última bocanada antes de salir de mi oficina.

Lamentaba herirla pero era por su bien. Creí que no se tomaría en serio lo de evitar besarme pero al cabo de dos horas, no había hecho nada más que esquivarme. Yo era la total culpable de eso y no podía quejarme.

La tarde de ese día me acerqué al comedor de internos y la llevé a un lugar privado. —Hola. —Dije sonriente y tratando de darle un beso. Ella me esquivó y yo rodé los ojos. —¿En serio?

—Cero besos, C E R O, cero. —Dijo triunfante y yo bufé. —¿No puedes con eso, Camz?

—¡Por supuesto que si, Lolo! —Dije molesta ante su reto. Era algo insólito e insoportable. —Verás que sí. Ahora, he decidido que me quedaré.

—Sabía que necesitabas a estos bebés. —Mordió sus labios y yo me sonroje. —Ven aquí. —Se acercó como si fuese a besarme y cuando nuestros labios entreabiertos estaban por rozarse, cambio de rumbo hacia mi mejilla y yo gruñi. —Veremos si eso es cierto.

Me guiño el ojo y se fue. Técnicamente, Lauren Jauregui había jugado con mi mente, ¿y la psicóloga era yo? Suspire por la exasperación y me quedé hasta que el Sol se ocultó y todos se habían ido.

Psycho In Love CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora