Psycho In Love Camren

Capítulo 11.

Ese día había sido el peor, después de horas y horas de llanto y preguntas sobre Lauren, me levanté con todo el dolor de mi cuerpo y caminé hasta mi oficina, los papeles se encontraban ordenados en mi estante y por una vez me sentí mal de haber echado a Dinah, quizás había sido muy dura con ella, pero nada la salvaba de haber acusado a Lauren. Tome una bocanada de aire y caminé hasta el estante donde busqué por orden alfabético hasta llegar a la L.

Tomé la carpeta correspondiente a Lauren y la coloqué sobre el escritorio, encendí mi laptop y busqué mi blog de notas y todos los datos que había obtenido de las sesiones con Lauren. Me senté en la silla frente al escritorio y me dispuse a revisar paso por paso, letra por letra, el expediente de Lauren que estaba a mi alcance.

En el archivo del hospital anterior llevaba el nombre del hospital, la secretaría y el nombre y firma de un doctor al final de la página, el informe había sido realizado por él. Leí las palabras con cuidado.

"Nombre(s): Lauren
Apellido(s): Jauregui
Edad: 22 años.
Observaciones: La paciente posee síndrome de leve bipolaridad y cambio de opinión repentino. Tendencia a agresiva, bajo los medicamentos adecuados completamente inofensiva.
Recomendación: Transferencia.

Firmado y sellado por: M. A. Hars."

Traté de procesar la información pero mi mente se sentía bloqueada. ¿Bipolaridad? Si, Lauren era cambiante en cierto sentido pero no podía diagnosticarle bipolaridad, no era más que una adulta hormonal. ¿Y desde cuando es agresiva? Jamás la he visto atacar a nadie, a excepción de la pelea que había tenido con Fred -totalmente inofensiva y común, según las enfermeras- y en ningún momento se me había informado sobre algún medicamento. Suspire y anoté todo en mi laptop, escanee el documento y miré fijamente la firma, me parecía algo parecida pero descarte toda idea. «M. A. Hars». Un nombre realmente extraño para un psicólogo.

Leí la siguiente página y un nombre me llamó la atención. "Michel Morgado". Quizás era alguna representante legal o una abogada, lo anoté en el documento de mi laptop y volví a entrar en la página donde se encontraba el expediente cerrado, intenté todo tipo de contraseña hasta que tras un décimo intento, la página se bloqueo. Mierda. Hice los papeles a un lado y me levanté bruscamente, el cansancio se había hecho más que obvio esta noche, cerré mi laptop con fuerza y salí de la oficina rumbo a mi habitación.

—Buenas noches. —Dijo Ally desde la cocina y di un pequeño brinco. ¿Cuándo demonios entró?

—¡Por Dios! —Chillé. —Me asustaste. Buenas noches. —Entré a mi habitación y me acosté mirando el reloj, cerré los ojos esperando a quedarme dormida, creí que lo había logrado cuando un sonido me hizo abrir los ojos, era el reloj mostrando que solo había pasado un minuto. «Esta será una larga noche».

«—Aquí estás... —Dijo aquel cuerpo conocido haciéndome temblar. —No debes tenerme miedo, Mila. —Trató de alcanzarme, sus largos brazos se acercaron con rapidez a mi mientras sus manos rodeaban mis brazos con fuerza. Solté un quejido y de pronto sentí mi mejilla arder, quemaba mientras se enrojecía mi piel. Él lo había hecho de nuevo.

—¡Suéltame! ¡Alejate! —Grité mientras las lágrimas caían por mis rojas mejillas, mi piel dolía por el golpe y su agarre. —¡Mamá! ¡Ayuda! —Traté de que alguien me escuchara pero no valía la pena y lo sabía, nadie vendría por mi y mi mamá no estaba a menos de una milla de distancia. Me sacudió con fuerza.

—Deja de llorar, niña insolente, ¡nadie va a escucharte! —Gritó y otro impacto en mi mejilla se hizo presente. Logré zafarme de su agarre y salí corriendo, sentía sus pasos detrás de mi mientras mi corazón latía deprisa. —Mila, amor, ¡vuelve aquí! ¡sé una niña buena! —Corrí aún más fuerte. —¡Mila! ¡Mila, ¡¿Mila?!».