Capítulo 18.

4.7K 344 113
                                    

N/A: ¡Hola! Siendo breve, lamento la tardanza, a partir de ahora publicaré los fines de semanas, porque mañana empiezo la Universidad. Ya estamos a la mitad de la novela :3 además, ¡llevamos tantas lecturas! Las amo mucho♥ Gracias por todo, gracias por leer. NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR :3

*

El viernes transcurrió con la mayor lentitud del mundo, el hecho de no ver a Lauren, de no saber si se encontraba bien, me estaba torturando. Necesitaba verla, pero debía esperar, aún faltaban tres días. El Hospital había estado callado y por orden de la señora Amanda, los internos ya no comerían el resto de la semana en el comedor. Fred seguía en el salón por lo que tenía el día prácticamente libre.

Abby había entrado en la oficina tomando asiento frente a mi. —Quizás deberías ir a casa.

—No hay mucho que hacer. —Me incliné hacia atrás en mi silla. —Sólo tres días más.

—¿Tres días? —Abby levantó una ceja y sonrió haciéndome sonrojar. —Tres días para que vuelva Lauren, la extrañas ¿no?

—¿Qué? —Pregunté mirando a otro lado. —¡No! No... Sólo quiero saber si está bien, después de todo es mi paciente, ¿no? —Me giré en la silla y traté de ocultar el rojo de mis mejillas.

—Camila... Camilita... —Abby habló a mis espaldas. —No hace falta que mientas, es tan obvio lo que sucede entre Lauren y tú.

—Nada. No sucede nada. —Dije en un susurro.

Sentí unos pasos y de pronto tenía a Abby de pie frente a mí. —Ambas sabemos que no es cierto, ella te gusta.

Me sonroje en exceso. —¿Es tan obvio? —Me llevé las manos cubriendo mi rostro. Ella asintió graciosa y yo suspiré. —Es su culpa, esto no debió pasar. Ni siquiera sé si realmente le gusto o hace siempre esto.

Abby me quitó las manos del rostro y me hizo mirarla fijamente. —¿En serio crees a Lauren capaz de eso? Estoy segura de que no. —Negué.

—Quizás debería ignorarla. Terminar con esto, podría afectar mi trabajo y yo... Hay personas que dependen de mi. —Dije mirando hacia otro lado y sentí la mirada extrañada de Abby. Me encogi de hombros. —Acabaré con esto.

—Espero no te arrepientas luego. —Contestó y salió de mi oficina.

Después de esa conversación con Abby sólo me había concentrado en deshacerme de todo lo que a Lauren incluía, limpié mi oficina de arriba a abajo el fin de semana, pedí que sacaran el diván de la oficina y lo limpiaran, cambié de escritorio y guardé todas las carpetas relacionadas con ella. Tenía que soportar ser su psicóloga pero no sucedería nada más que eso, la decisión ya estaba tomada.

Para cuando terminé, lo ultimo que quedaba de ella era una pequeña rosa que me había hecho hace unos días, estaba tejida con papel de colores. Sonreí una ultima vez antes de tomarla en mis manos y recordar sus palabras. «La flor favorita de mi persona favorita».

Dejé la flor caer en la basura y suspiré. —Lo siento, Lauren.

Incluso Abby pareció sorprenderse cuando entró en mi oficina para avisarme que Lauren había llegado. —¿Puedes traerme los papeles para firmar su entrada? Por favor.

—¿No irás a recibirla? —Cuestionó y yo negué. —Bien, ya los traigo...

Cerró la puerta sorprendida y después de veinte minutos regresó con los papeles debido a que la señora Amanda también tuvo que firmarlos. Extendí mi mano y coloqué mi firma justo donde debía para después volver al papeleo que la señora Amanda me había encargado esta mañana.

Psycho In Love CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora