Capítulo 23.

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Esa mañana la señora Amanda comenzó a interrogarme sobre Lauren. Parecía tomar cada oportunidad que tenía para preguntarme algo sobre ella, como si buscara algo. Por suerte, Abby siempre llegaba para interrumpir y me salvaba.

—Tenemos que irnos, se nos hará tarde. —Dijo interrumpiendo la última vez. —Podemos ir y volver sin que llegue a anochecer si nos vamos ahora.

Asentí y tomé mis cosas. —Hasta luego señora Amanda, no se preocupe, estaremos bien con el mapa y los recursos. —Dije y prácticamente corrí a la salida. Las chicas y yo comenzamos a caminar en busca de una cascada cercana al lago mientras contábamos chistes.

Lauren parecía seria pero su expresión se preocupaba al verme quejarme de mi pie, preguntaba si me encontraba bien y cuando asentía, su expresión se relajaba y de vez en cuando sonreía.

—Creo que no debimos venir. —Dijo entre tanto silencio. Las chicas nos miraron confusas y yo me encogí de hombros. —Camz está herida del pie, ha sido demasiado masoquista ya.

—Lolo. —La llamé y entrelazó nuestros dedos. —Estaremos bien, no tienes que preocuparte. —Le di una cálida sonrisa y noté como su cuerpo se relajaba. —Estaré bien. Lo peor sucedió anoche y no fue del todo malo.

Ella me guiñó el ojo y asintió sonriente. —Si te cansas, dímelo, puedo llevarte cargada. —Se encogió de hombros y yo me carcajee. —¿Qué? Sabes que es cierto.

—Por saberlo es que no dejaré que pase, Lolo. —Dije obvia y escuché las risas de fondo por parte de las chicas.

—Aw... —Suspiró Vero. —Ustedes dos son como un gran chocolate. Más dulces imposible.

Todas reímos ante la comparación. —Yo las shippeo. —Dijo Lucy. —Laurenza y Camila se ven más que sexy como pareja. —Continuó y todas volvimos a reír.

—¡Que viva Camren! —Dijo Dinah y las chicas aplaudieron algo confusas. —Camila y Lauren. Camren. Es obvio, ¿no?

Asentimos riendo y continuamos caminando mientras Lauren y yo nos dedicábamos ciertas miradas cómplices. Para cuando escuchamos el agua caer, llevábamos unos diez minutos caminando en sentido contrario al lago. Apresuramos el paso y encontramos un pequeño precipicio por el que se descendía a la cascada.

El agua cristalina de un color azul claro era resaltado por los rayos del sol filtrándose entre los árboles. El dulce sonido de ruiseñores cantando en sintonía se escuchaba en el fondo mientras grandes cantidades de agua caían con delicadeza desde una pequeña montaña al otro lado, una cueva oscura se escondía bajo el manto de agua cristalina y daba la sensación de profundidad. Caminé por el borde de las piedras hasta bajar a un lugar más plano y dejé mis cosas sobre las rocas. El agua se extendía levemente y se deslizaba hacia lo que parecía una corriente que daba hacia el lago. Era simplemente hermoso. Las flores exóticas colgaban de los árboles cayendo con lentitud hasta el agua de la cascada.

Le sonreí a las chicas cuando llegaron a mi lado. —Es precioso. —Mencioné.

—No tengo palabras. —Dijo Lauren. —Veamos cómo está el agua. —Se deshizo de su ropa, quedando en traje de baño y subió a una de las piedras más altas dando un salto y cayendo en un perfecto clavado. Todas aplaudimos y algunas silbaron al ver el cuerpo de Lauren. El cuerpo que tanto me encantaba tocar y besar. —¡Está helada! —Gritó riendo al salir.

Psycho In Love CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora