Capítulo 19.

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Esa noche Dinah no había vuelto al departamento, esa noche, Ally había usado mi debilidad y su psicología para hacerme hablar de Lauren y esa misma noche, lloré como un bebé al recordarla a ella.

¿Lauren lo valía? ¿Valía mi trabajo y el riesgo? ¿Valía Lauren más que la persona que más me importaba? No estaba segura, pero algo sabía y era que no podía dejarla ir. Después de horas de llanto decidí tomar el teléfono y marcar el mismo número del que jamás recibía respuesta.

Sonó tres veces y en la última vez, atendieron. La voz conocida, suave y rota pareció cortarse al decir mi nombre. —Hola Camila.

— ¿Cómo...? ¿Cómo sabías que era yo? —Pregunté sintiendo un gran dolor en el pecho.

—Identificador. Lo colocaron para saber cuándo eras tú. Traté de evitarlo pero, lo lamento, no pude. —Ella suspiró.

—Gracias por intentarlo. —Sonreí levemente. — ¿Dónde está él?

La escuché tragar saliva. —Está trabajando, ya sabes, en sus... Cosas. Está por llegar así que habla rápido.

—Sólo quería saber cómo estaban, cómo estaba... Ella. —Respondí con nostalgia. —Las extraño.

—Estoy bien, podría estar mejor pero ella, ella está muy bien, aún está lejos de su alcance. —Susurró y de pronto escuché una puerta cerrarse con fuerza. Había llegado. —Está aquí, también te extrañamos, cuídate, adiós.

Y el sonido de una llamada colgada se hizo presente mientras otra lágrima caía por mi mejilla. La vida se había encargado de volverse cruel y separarnos, pero había hecho la promesa de unirnos como nunca antes. Después de tanto pensar, terminé cayendo en un gran sueño.

El despertador me hizo girarme para apagarlo y terminé cayendo al suelo. — ¡Auch! —Gruñí al sentir la madera golpear mi cuerpo. Me puse de pie como pude y me dejé caer con frustración en la cama. No quería trabajar hoy pero de igual manera me duché, me lave los dientes y me preparé para irme.

Para cuando llegué al hospital, Abby se había reintegrado aunque aún parecía un zombie. —Hey.

—Hola tonta, si aún estás enferma, ¿por qué viniste linda? —Le pregunté acariciando su espalda al abrazarla.

—Debo trabajar, necesito el dinero. —Se separó e hizo un puchero, reí y negué.

— ¿Qué te parece si te preparo algo de sopa en el almuerzo? Te ves horrible. —Reí y ella aplaudió.

— ¿En serio? ¡Gracias! —Me abrazó. —Eres adorable. —Se giró y caminó hacia el salón de enfermeras mientras que yo tomé el ascensor y me detuve en mi oficina. Estaba agotada por lo que me deje caer en mi silla y miré fijamente hacia la costa. ¿Quién diría que algo tan oscuro de volvería tan hermoso para mí?

De pronto ya había comenzado mi hora con Lauren y no terminaba de entrar y cerrar la puerta cuando se había arrojado sobre mí para besarme tiernamente. Soltó un suspiro. —Te extrañaba. —Me besó. —Extrañaba tus labios. —Volvió a besarme. —Extrañaba tu piel.

Sonreí y la atraje hacia mí, sentándola en mi regazo y escondiendo mi rostro en su cuello. —Yo también te extrañe mucho. —La abracé e inhale su dulce aroma. —Demasiado.

—Yo más, Camz. —Me acarició la mejilla al separarse un poco. Le di una gran sonrisa y me sonrojé al escuchar mi apodo. —Me dijo Abby que le cocinarás una sopa. Se ve del asco estando enferma.

Reímos y asentí. —Por supuesto, le enseñaré un poco de lo aprendido en Master Chef. —Dije graciosa y Lauren se cruzó de brazos acercándose a mí. Entrecerró los ojos y me miró fijamente. — ¿Lolo? ¿Qué...? ¿Qué sucede?

Psycho In Love CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora