Introducción

10.6K 516 17
                                    


Me han repetido una y otra vez que el amor verdadero debería de ser mi prioridad número uno en la vida y me he visto condicionada a aceptar y creer que debo experimentar este amor, pero que todavía no estoy lista para ello. Esta es la razón por la cual tengo que cambiar constantemente, por la cual tengo que cambiar mi composición. Todo con la esperanza de que llegue alguien que me diga las palabras mágicas.

Nunca he experimentado lo que se siente cuando una persona te confiesa su amor eterno. Nunca me ha pasado que alguien haya hecho algo tan romántico por mí que haya hecho que casi me desmayara. Por mucho tiempo me causó confusión esta situación. Soy una mujer con necesidades físicas y emocionales normales.

No es que nunca me haya enamorado. Es más, me enamoré hasta la última fibra de mi ser. Pero nunca nadie se ha enamorado de mí.

No soy la mujer de la que te enamoras, soy esa mujer a la que aprendes a amar.

Y me siento bien al respecto simplemente porque sé que cuando alguien me diga 'Te amo, estoy enamorado de ti', él sabrá exactamente lo que significan esas palabras. No serán cosas que se dicen sólo en la mañana cuando todavía estás medio dormida. Serán palabras verdaderas, y brillarán a la luz del sol. Será algo que sea reciproco y que me nutra.

Será un amor por el que valga la pena luchar.

A veces pienso que es mejor
marchar, y no volver la vista atrás,
de mí fueron momentos
tan al límite, que no quisiera mencionar.

Siempre he estado imaginando el qué dirán y cómo puedo sobrevivir con las críticas y de qué manera puedo afrontarlas.

Tan solo pido que me amen o que me dejen tal y como soy.
Pero no acaben torturándome hasta el amanecer.

La vida es corta y yo sigo
aquí, mirando al cielo sin
hablar, pues el silencio reina
en el lugar, donde habito y donde espero que me amen, no deseo pensar que pierdo el tiempo en esperar.
Las esperanzas se me agotan ya.
Y mi coraje muerto está.

Tan difícil resulta que la quieran a una tal como es. Tan complicado resulta mirarse a un espejo y admirar nuestra belleza. Claro eso si hablamos de alguien que esté conforme con su cuerpo. Yo desde luego no. Sólo veo defectos y más defectos. No soy feliz, cuando debería serlo, simplemente no estoy conforme.
Por eso pienso que el amor no llegará a mí. Y si algún día me llegase ¿cómo sería?

ÁMAME O DÉJAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora