ÁMAME O DÉJAME

Capítulo 22

En la penumbra de su habitación, Charlie se hallaba tumbado en su cama con su brazo por detrás de su nuca pensando una y otra vez en las palabras de su hermano.

«Si de verdad la amas no la dejes escapar, no sufras en vano cuando realmente la amas»

Tras meditarlo durante un buen rato Charlie decidió llamar a Yanira, tenía que disculparse con ella y hacer que lo perdonarse.

Sentada en su habitación con su portátil encima de sus piernas, Yanira intentaba buscar algo de trabajo, necesitaba trabajar con urgencia o los gastos de la casa acabarían acumulándose. De pronto su móvil soñó era un mensaje de Charlie;

√ Yanira perdóname, no puedo estar un minuto sin ti. Sin tu presencia mi oscuridad aumenta si tú no estás para dar luz a mi vida.

Seguidamente Yanira le contestó.

√ Charlie no estuvo bien lo que hiciste. Necesito tiempo.

De nuevo el móvil soñó.

√ Esperaré todo el tiempo que sea necesario para tenerte a mi lado. Tú eres la única que puede apagar mi fuego.

Al leer esas palabras el corazón de Yanira se encogió. Alzó sus ojos cargados de agua. Angustiada se preguntaba porqué todo tiene que ser tan difícil y complicado.

Al día siguiente Yanira quedó con Susi para tomar un café con ella y poder revelarle ese remordimiento que tanta dolencia le estaba causando.

–-Hola amiga como sigues.-–Le pregunta Susi tomando asiento y dejando su bolso a un lado.

-–Pues te podrás imaginar, no encuentro trabajo y los problemas parecen no desaparecer.

-–Oh lo siento mucho, Yanira si me entero de algo te lo digo. Y con Charlie que tal, me dijo Yasmina que fue a verte a tú casa.

-–En realidad no fue Charlie, si no Alexander.

-–Arrea. Menudo bombazo. Cuenta, cuenta.

-–Susi, yo...esque estoy indecisa. No sé qué me pasa. Creo que me estoy enamorando de Alexander. O...

-–Yanira, ¿y Charlie? Ya no lo amas.

-–Ay Susi, estoy hecha un lío.Charlie es tierno, respetuoso, dulce, pero algo indeciso en ocasiones. Sin embargo Alexander es todo lo contrario. Es atrevido, seguro de sí mismo, cortés, simpático... hace que pierda la cordura cuando me besa. Sin embargo Charlie...

-–Calla Yanira. –-Susi empezó alarmarse, había visto la luz de un flash. Observó con detenimiento el lugar hasta que vio un hombre con una pequeña cámara apuntando hacia donde estaban ellas sentadas. Furiosa, Susi agarró a Yanira de su mano diciéndole que alguien las estaba espiando.

El temor de que alguien supiera lo que había dicho se fue esparciéndose por su cuerpo.
Enfadada se dirigió hacia ese hombre anónimo y se enfrentó a él.

-—Es que no tiene nada mejor que hacer que espiar a las personas.–-Gritaba furiosa Yanira intentado quitarle la cámara al desconocido.

-—Yo soy paparazzi y hago mi trabajo señora.

–-Dame la cámara ahora mismo si no te juro que voy a la policía.

-–Haga lo que quiera, yo pagaré una multa y estas declaraciones saldrán a la luz.-—El paparazzi agarró su mochila y se dispuso a salir cuando Susi lo agarró del brazo exigiéndole que le diera la cámara.
Tras una breve pelea, ninguna de las dos pudo hacer nada.

-–Susi debemos hacer algo. Dios mío, no quiero pensar lo que sucederá si esas declaraciones salen a la luz.

-–Ven sigamos le.-—Desesperadas porque esas declaraciones no llegaran a oídos de la familia de Charlie, Susi y Yanira se montaron en el coche de Yanira comenzando a conducir ella detrás de aquel paparazzi.