ÁMAME O DÉJAME

Capítulo 18

Yanira rebosaba tanta felicidad que le era imposible creer que Charlie le había pedido en matrimonio.
Totalmente histérica sollozaba de emoción junto a Susi y sus hermanos que la abrazaban compartiendo su felicidad.

-—Yanira me alegro tanto por ti. Anda si no me llegas hacer caso...-—Le decía Susi a la vez que se sentaba junto a Yanira intentando que se calmase.

-—La verdad Susi, que aún no me lo creo. Yo casada con Charlie. Dios mío esto es como un cuento de hadas.

-—Yanira, esto es tú cuento de hadas, ahora disfruta del amor y de todo lo que Charlie te ofrezca. —-Yasmina miraba a su hermana sonriendo, sintiéndose feliz porque algo bueno le ocurriese en su vida, tras haber tenido que sacrificarse dejando sus estudios y sus sueños para trabajar y cuidarlos.

Naim se sentó sobre sus talones delante de Yanira. No dijo nada, tan sólo la abrazó susurrándole en su oído que fuese feliz.
Aquellas palabras y el momento de sentirse protagonista de algo feliz, para Yanira aquello era demasiado. No sólo amaba a Charlie sino que iba a compartir su vida con él.

Mientras tanto, Charlie se encontraba discutiendo con sus padres sobre su repentina idea de casarse.
Olga, su madre, era la que hablaba sin parar oponiéndose por el matrimonio de Charlie.

—-Madre acaso no entiende que nos amamos y queremos estar juntos.—-La voz de Charlie sonaba desesperada porque su madre no quería entender sus sentimientos hacia Yanira. Por supuesto Olga contraatacó.

—-Acaso no te das cuenta que tú no puedes casarte Charlie. Te tengo que recordar que eres un hombre enfermo, qué mujer va querer cargar con un hombre enfermo. ¿Quién Charlie? Esa peluquera, esa muerta de hambre. Por favor no seas tan ingenuo.

-—¡Basta! No te permito que hables así de Yanira. Ella está dispuesta a cuidarme, ella me ama. Y yo también la amo.

-—A tí o a tú dinero. Charlie.

-—Olga, ya está bien. Ya he escuchado bastante.   —Rafael camina hacia su hijo posando una mano en su hombro. Charlie asintió con la cabeza y se marchó, debía llamar a su hermano para darle la noticia.

A solas en su gran salón, Olga caminada frustada de un lado a otro, con una mano en su cadera y otra en su frente, su disgusto no hizo masque aumentar por la terquedad de su hijo y encima su marido le daba la razón.

—-¿Qué te crees que estás haciendo Rafael?

-—Lo correcto Olga.

—-Lo correcto. Cómo puedes hablar así sabiendo que nuestro hijo está enfermo. Cómo puedes decir que estas haciendo lo correcto, cuando esa mujer se entere de lo que le ocurre a Charlie lo va lastimar o fijo estoy que se quiere casar por interés.

—-Charlie está condenado, eso ya lo sé. Lo sé Olga, que tarde o temprano Charlie nos dejará. Pero ten piedad de él, nunca lo he visto tan ilusionado, tan feliz. Que trabajo te cuesta morderme la lengua y dejar que sea feliz.

-—Porque ese tipo de mujeres sólo van por el interés o sino mira lo que le pasó con Antonella. ¿Quieres que vuelva a pasar por lo mismo?

-—No. Por supuesto que no. Charlie sufrió mucho cuando Antonella lo dejó y lo que menos deseo que se vaya ha repetir la misma historia. -—Las palabras de Rafael se escuchan como susurros, ya era demasiado doloroso pensar en tú hijo enfermo, como también tener que lidiar con una mujer aprovechada e interesada que sólo acepta casarse con su hijo por su dinero.

Los Ángeles

Desde que se despidió de su familia y dejó atrás a la mujer que le robado su corazón, Alexander intentaba seguir adelante con su vida.
Aquella noche había quedado con Selena, necesitaba la compañía de una mujer para intentar quitarse de la cabeza a Yanira.
Pero cuando su hermano lo llamó dándole la noticia de que se va casar con ella. Todos y cada uno de sus sentimientos hacia Yanira se fueron desmoronando. La amaba intensamente como nunca había amado a otra mujer. Si la amaba tanto que había llegado a tener fantasías con ella llegando a ilusionarse de tal manera que sus sueños han quedado en eso. Sueños.
Ahora solo le quedaba tener que vivir con el recuerdo de esa noche y los momentos que pasó junto a ella.