Capítulo 28

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Con su mirada puesta en el vacío, Yanira pensaba una y otra vez en Charlie sintiendo como si le hubieran clavado un cuchillo y le estuvieran removiéndolo en mitad de su corazón causándole más sufrimiento de tener que haber perdido para siempre a Charlie.

Mientras ella se recuperaba del parto, los familiares de Charlie le daban el último adiós en un funeral íntimo.
Como era de esperar, la ausencia de Yanira provocó un desconcierto en Alexander. Mirase por donde mirase no la veía.
Se sentó al lado de su padre para consolarlo, todos estaban rotos de dolor y de consternación de tener que despedirse tan pronto de Charlie.

--Padre ¿Donde está Yanira?-Preguntó Alexander a su padre bajito para que nadie lo escuchase.

--No lo sé, ni quiero saberlo. Sólo sé que cada uno a la larga o la corta demuestra quien es en realidad.

Alexander se cayó mirando el ataúd de su hermano herido y triste. Como si le hubieran clavado un puñal por detrás, se levantó enfurecido algo pensativo por las palabras de su padre.

Las horas pasaban y Alexander no veía por ningún lado a Yanira, pensando una y otra vez que si de verdad Yanira amaba a su hermano debería estar al menos despidiéndose de él.
Pero no fue así, el entierro pasó y ella no se presentó.
Nada más acabar el funeral Alexander y sus padres se fueron a su casa para poder descansar e intentar asimilar la pérdida de Charlie.

--Cambia esa cara Alexander, sabías perfectamente como era esa mujer y ahí tienes el resultado.

--Madre no deseo discutir contigo sobre Yanira.

--No quieres hablar porque sabes que llevo razón. Que nunca amó a tú hermano, si no a ti. No soy tonta Alexander y desde que escuché aquellas declaraciones que ella misma hizo supe que se estaba aprovechando de mi hijo. Lo engañó para quedarse con todo...--Olga empezó a llorar de la impotencia de pensar que Yanira no quería a su hijo, tan sólo se casó por el interés.

--Olga basta. Ya no quiero escuchar una palabra de esa mujer. Charlie no está y yo me encargaré de que no disfrute de lo que no le corresponde.

--Eso ni hablar padre. Si Charlie le dejó su herencia, nosotros debemos respetar su decisión, nos duela o no esa fue la voluntad de mi hermano y así se hará.

--¿Acaso te atreves a defenderla aún?--Preguntó Olga secándose las lágrimas.

--La defiendo porque es la madre del hijo de mi hermano. Y no deseo que alguien de mi sangre carezca de nada.

--¿El hijo de Charlie?

--Sí, Yanira está embarazada de Charlie. Y antes de que digáis algo. Si, es el hijo de mi hermano.

Tanto Olga como Rafael se quedaron impactados ante la noticia.

--Un nieto Rafael, un nieto...--Pronunciaba entre sollozos Olga sonandose su nariz al mismo tiempo que se secaba sus lágrimas.

Los tres empezaron hablar sobre ir a buscar a Yanira y convencerla de que les deje ver a su hijo cuando nazca.

Después de enterarse de la noticia, Rafael y Olga cambiaron de parecer con Yanira. Si seguían tratándola mal, nunca llegarían a conocer a su bebé, debían tanto si le gustase o no pedirle perdón a Yanira.

Mientras tanto Yanira se recuperaba de la cesárea en el hospital. Pero por dentro le resultaba más difícil tapar el dolor y la angustia de que Charlie la hubiera dejado. Tan sólo la consolaba mirar por un cristal a su hijo tan pequeño y tan guapo que se encontraba metido en una incubadora. Aquello era lo único que la podría mantener entera y luchar para salir adelante. Su precioso Ángel.

ÁMAME O DÉJAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora