Capítulo 16

3.1K 337 22
                                    

Cuando Charlie se despertó notó que estaba solo.
Asombrado recorrió con la mirada la habitación, pero no había ni rastro de Yanira.
Tras darse una ducha, comenzó a vestirse sintiendo que alguien lo observaba. Charlie se giró comenzando su corazón acelerarse. Yanira estaba apoyada en la puerta con una camisa suya puesta, aquella escena lo excitó enseguida, sus ojos iban cambiando tal como su cuerpo exigía tenerla entre sus brazos. Echándole un vistazo rápido se fue acercando hasta ella con la intención de besarla y sentir el cuerpo de ella vibrar bajo el suyo.

Sus labios se fueron acercándose peligrosamente y afectuosamente. Al chocarse ambas bocas, ambos estallaron en una pasión incontrolable.
Las manos de él recorrían cada centímetro del cuerpo de Yanira, ella jadeaba gustosa de sentir ese calor que la envolvía llegando a enloquecerla.
Con mimo, Charlie la tumbó en la cama mirándola con sus ojos azules intensamente.
Sus bocas se buscaban, sus manos ansiaban tocarse y en segundos ambos caían bajo el embrujo de su pasión.

-—Buenos días mi amor.-—Pronunció Yanira dichosa de haber hecho el amor con Charlie.

-—Buenos días linda.-—Era la primera vez que Charlie se despertaba sonriendo y despreocupado de pensar que otro día ha pasado y sigue vivo.

-—Desea mi abogado favorito desayunar.

—-Creo que ya estoy bien. Has calmado mi apetito.

-—Te quiero Charlie. -—Yanira se acercó para besar de nuevo a ese hombre que le hacía sentir especial.

Sentados en la mesa desayunando, Charlie le dijo a Yanira que en dos días se celebraría el juicio de Naim. Afortunadamente Naim iba a salir en libertad, no había pruebas que lo culpasen puesto que había un testigo que afirma haber visto a Naim parado al lado del coche y como dos hombres lo amenazaban. Yanira sonrió emocionada, por fin una buena noticia. Abrazó a Charlie tan feliz sin poderse creer que por fin las cosas le estén saliendo bien.

En esos dos días Yanira no pudo ver a Charlie puesto que estaba muy ocupado con el caso de su hermano. Y porque la madre superiora no le permitía visitas.

El día por fin había llegado. Sentada en la sala junto a su hermana. Yanira era testigo de cómo Charlie defendía a su hermano. Se veía que era un excelente abogado.

Horas después el juez dictó sentencia a favor de Naim. Dejándolo libre sin cargos.

Los tres hermanos se abrazaron llenos de júbilo, entre sollozos Naim le pedía a sus hermanas perdón. Ninguna dijo nada, estaban muy contentas de tener de nuevo a Naim a su lado.

Mientras esperaban que Naim saliera, Yanira agradecía a Charlie todo lo que había hecho por ellos.

-—Gracias Charlie por haber defendido a mi hermano. No se como agradecerte todo lo que has hecho por nosotros.

-—No tienes nada que agradecer me. Es mi trabajo.

-—Ya...pero ahora debo pagarte tus honorarios...—-Titubeo Yanira.

—-Bueno, pásate por mi oficina y te doy la factura. —-Dijo Charlie en tono de burla. —-Yanira, no digas tonterías no me debes nada. Acercándose despacio besó a Yanira. -—Esta es mi recompensa, mi hermosa Yanira.

Después de despedirse de Charlie y quedando en que se pasara por su casa para cenar, Charlie se marchó a su oficina y Yanira hacia su trabajo.

Terminando de limpiar la peluquería, Yanira invitó a Susi a cenar a su casa. Susi aceptó encantada después de saber que Naim estaba libre.

Terminando de preparar la cena llegó Charlie.
Al pasar y ver la casa de Yanira con tan pocos muebles, se le encogió el corazón. Casi no tenían sillas y la mesa era muy pequeña, tanto que tuvieron que comprar una de plástico. Charlie nunca había entrado en una casa que tuviera tanta pobreza, el siempre ha vivido rodeado de lujos, jamás  llegó a percatarse que otras personas pudieran salir adelante con sus vidas con tan poco. Y ahí estaba el ejemplo de Yanira.
Una chica que a pesar de no tener lujos, trabaja duro para pagarles los estudios a su hermanos y llevar una casa sola. Aquel pensamiento estremeció a Charlie.

ÁMAME O DÉJAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora