capitulo 10

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La puerta del restorán se abre bruscamente, Miguel da una mirada ligera casi sin mirar nada, pero que termina en una mesa donde Cláudio Tamburri lo mira y levanta las cejas a modo de acá estoy.

Después de un apretón de manos respetuosamente, el recién llegado corre la silla de madera para sentarse.

_ Que gusto verlo de nuevo.

_Le pido mil disculpas Miguel por todo el infortunio, es obvio que no son cosas que uno hace todos los días. Muchas cosas se nos fueron de las manos, como el caso del flaco Ernesto y muchos errores más que no se pudieron evitar por falta de experiencia. Nunca pensé que yo podía estar haciendo esto, es obvio que usted tampoco. Sé que de mi lado es más fácil, soy el que lleva los guantes blancos pero tiene que entender que no es tan fácil para mí como parece, también le estoy mintiendo a mi entorno,  mi familia, si se entera mi pareja, la pobre se mata. Por eso te contacte, no quería a un delincuente que se mueva con sus propios códigos y que yo no pueda manejar, mas estando yo viviendo en Suecia. Tarde demasiado en encontrar a un hombre como usted, sin pasado delictivo, que comprenda y razone bien la situación, que esté en sus cabales, que no esté bajo los efectos de ningún tipo de drogas y que sepa recibir órdenes, por eso la paga y en eso vamos a estar de acuerdo, es una suma muy buena. Después de esto, no tendría que trabajar nunca más si usted lo quisiera. Es más, tendrías que ir pensando en una última mentira con respecto al dinero, por ejemplo, algún premio de lotería o hacer un uso mensual cautelosamente, sin que nadie note el incremento monetario ¿Me entiende?

_ Estamos de acuerdo Tamburri, en este momento estoy haciendo uso cauteloso de la plata que me deja en el banco.
Me gustaría arreglar esos importantes detalles que llevaron al infortunio.
Primero, necesitamos a alguien más si o si, para complementar mi labor y poder delegar.
Segundo, necesitamos que a Orlando lo revise un medico, no vaya ser que calculemos mal y se nos vaya. No sé si cargaríamos con un final así, a parte, no tenemos un plan si eso pasara ¿O me equivoco?
Tercero, necesito saber una fecha aunque sea aproximada de la finalización del cautiverio.
_ Mira Miguel, son tres ítem muy bien pensados, en cuanto al primero no va a ver problema y al respecto necesito decirte algo.

Miguel en medio de la charla había pedido un americano que ahora apoya fuera del platito donde se lo habían servido, la cucharita sucia reposa sobre los sobrecito abiertos de azúcar en la mesa.
Lo mira a los ojos, no imagina increíbles palabras que saldrán de la boca de Cláudio.

_ Hay otro.

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