Están sorprendidos de verse en esas circunstancias. Se preguntan de todo, pero ninguno de los dos en esas condiciones sabe alguna información del afuera.
Se saludan, se halagan mutuamente por resistir el calvario y se dan fuerzas para una venganza y atrapar a los secuestradores.
Están exigentes y enojados, piden llamar y ver a sus familiares, cosas que harán mucho más tarde, y esa idea no les cae muy bien.
No quieren ninguna ambulancia, solo quieren irse a sus casas, están preocupados por sus parientes más que por ellos mismos.Los camilleros y la enfermera bajan los escalones con cuidado. Esta última, les hace una revisación ligera, se ocupara del pecho de Agostini en la ambulancia rumbo al hospital. Pero los ex cautivos intentan no dejarse tocar, los camilleros le ruegan enojados que colaboren porque lo van a llevar al hospital si o si, y allá le van a curar cualquier cosa que tengan, aunque no quieran.
Al rato, otra camilla es bajada al sótano.Veracruz, fastidiado por el comportamiento de Agostini y Astiza les dice:
_Ahora sí, el transporte de ambos ha llegado.
Mientras son subidos por las escaleras en sus camillas correspondientes, siguen quejándose. Están flaquísimos y muy debilitados.
_ ¡Nos podrían haber matado, imbéciles! _ Gritan ambos
Los agentes se miran entre si, deben tener el mismo pensamiento; el de haber dejado que eso sucediera.
El mundo no va a extrañar a dos genocidas.Un uniformado se acerca a Oscar Veracruz
_Señor, hay una denuncia, un vecino llamo a la comisaría de Glew, dice que tiene un desconocido en su patio trasero.
*** *** ***
Miguel ya no sabe bien qué hacer, esta transpirado y muy sucio.
Pasando el bulto de leña donde se encuentra oculto, se ve un quincho con techo de paja y seis metros atrás está la medianera siguiente.
Unos ladridos le llaman la atención, al girar la cabeza hacia el lado de la casa, ve que dos grandes perros vienen corriendo por el costado de la misma. Los dueños los han soltado a propósito. Lo han descubierto.*** *** ***
Gutiérrez sigue hablando con el joven Martín en el despacho de Veracruz.
Las preguntas salen de la boca del agente y el chico sigue contestando lo mismo desde que entraron.
Martín piensa que hasta ahora lo está soportando bien pero se pregunta si soportara lo que pueda sucederle pasado el tiempo.
Gutiérrez empieza el juego de mentira verdad, el cual, consiste en decirle que uno de sus cómplices lo está culpando justo ahora en el otro cuarto. Le hace saber cuántos años le van a dar en prisión por secuestro o privación de la libertad, donde siempre esperan con gusto a un chico joven y hermoso como él. Por eso, le pide que lo piense bien, una buena colaboración lo ayudara mucho en su caso.
El chico deja salir el hombre que lleva dentro, sabe que el trato con los suyos era no mencionar ni una palabra y responde un rotundo, NO.
Fue una respuesta rápida, sin pensar, el agente lo sabe y por eso le vuelve a pedir que piense bien antes de contestar, que retenga la imagen de su madre, su padre, su hogar y de alguna novia en su cabeza, que eso lo ayudara a decidir convenientemente.
Gutiérrez sale y cierra la puerta, el chico queda solo en el cuarto como en las películas, excepto que este carece de la mesa y el espejo. Solo hay un escritorio, dos muebles con ficheros y dos sillas, algunos cuadros sin importancias decorando las paredes y un almanaque con dos perritos y un gato.
Ahora se siente desolado y se agarra la cabeza
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La Venganza
ActionFue secuestrado y torturado por pensar distinto. Ahora con años de planear una venganza contra quien lo tuvo cautivo ,vuelve a para pagarle con la misma moneda: secuestró y tortura . Pero a causa de esto lleva una doble vida. Nadie sabe a que se de...