Iván.
-Seré gilipollas.- Repetí por decimocuarta vez.
Adrián estaba sentado en su cama mirando como caminaba sin parar por la habitación.
-Vas a hacer un agujero en el suelo, ¿quieres parar? Lo de anoche solo fue que no quiere ir tan rápido, ya esta.-
-¿Qué no quiere ir tan rápido? Solo era un beso, Adri, no me jodas.- Dije enfadado.
-¿Vas a ir a la sala de visitas aún así?-
-Supongo, estoy intrigado, la verdad.- Dije sonriendo.
-Eres más orgulloso... No vas a admitir que es por ella, ¿verdad?-
-No.-
-Lo acabas de admitir, idiota.-
-¿A sí?- pregunté.
-Sí.-
-¿Sí?- Me tiré encima de él, le agarré la cabeza con una mano y con la otra le froté el pelo.
-¡Para, para!- gritó hasta que consiguió deshacerse de mí. –Eres un capullo.-
-Lo soy.- Dije orgulloso. –Vámonos.-
Ana.
-¿Patricia?- pregunté llamando a su puerta.
Abrió agarrándose el pelo.
-Dime.-
-Van a ir, pero no saben que ahí va a estar su padre. Les voy llevar a la sala de visitas tres, ¿a qué hora?- pregunté nerviosa.
-A las dos, antes de comer.-
-Genial, allí nos vemos.- Dije sonriendo.
No estaba segura de si hacía bien o mal. No debería estar metida en aquello, no tenía nada que ver conmigo.
Es un favor.
-Ana.- Me llamó cuando estaba caminando. –Muchísimas gracias. Espero que esto no te suponga ningún problema con ellos.-
No, solo me dejarán de hablar...
-No te preocupes.- Dije con una sonrisa falsa.
-Lo siento, después se lo explicaré.-
Asentí y me fui a clase.
A las dos menos diez, estábamos todos en el comedor.
-Nos tenemos que ir.- Susurré a Adrián que estaba sentado a mi lado.
Los tres nos levantamos.
-¿Qué os pasa?- preguntó Sergio con las cejas juntas.
-Luego te lo cuento.- Dije.
-A todos.- Dijo Paula.
-A todos.- Repetí.
Caminamos por el pasillo sin intercambiar ninguna palabra.
¿Me odiarán de por vida?
-Ana, ¿nos vas a decir ya a quién vienes a ver?- preguntó Adrián.
Iván levantó la mirada del suelo y me miró queriendo saber la respuesta.
-No soy yo la que viene a ver a alguien. Sois vosotros.- Dije.
Patricia apareció por el pasillo y llegó a nosotros.
-¿Mamá?- preguntó Adrián.
Iván no dejó de mirarme.
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Guárdame el secreto.
Teen Fiction-Tardaría más yo en enamorarme de ti que tú de mí.- Dije acercándome a ella. Estábamos a pocos centímetros uno del otro. -¿Quieres apostar?- me contestó retándome. -Te apuesto veinte euros a que en dos semanas te tengo comiendo de la palma de mi ma...