Daniel.
Abrí los ojos y vi una foto de Ana y María en un marco marrón.
La vi dormida, preciosa.
Pasé la mano por su brazo y, poco a poco, María empezó a abrir los ojos.
-Buenos días.- Susurré.
-Sí que lo son.- Dijo sonriente.
Se incorporó agarrándose el pelo en un moño alto y me dio un suave beso en la boca.
-¿Te he dicho alguna vez que te quiero?- preguntó.
-Creo que no...-
Otro beso.
-Pues te quiero, pero tienes que irte.- Dijo levantándose.
-¿Qué?- pregunté sorprendido.
-Que tienes que irte, como venga Ana y vea que hemos dormido juntos...-
-¿Dónde está Ana?- pregunté.
¿Dónde había dormido?
Ana.
La luz que entraba por la ventana me despertó.
Me levanté sin rozarle para no despertarle.
Parecía tan vulnerable...
Me acerqué a el radiador, mi ropa estaba seca, todo menos el jersey.
Me vestí, encima de la camisa me puse la sudadera de Iván, que olía a él.
Inspiré todo lo que pude ese aroma antes de salir corriendo hacia mi cuarto deseando que María no se hubiera despertado.
Entré sin hacer ruido con la puerta, pero no sirvió de nada.
Los dos se quedaron mirándome con los ojos abiertos.
-Buenos días.- Dije sonriendo.
-Buenos días.- Dijo Dani.- ¿De dónde vienes?- preguntó.
-Del... baño. Me he despertado hace un rato y no quería despertaros.- Mentí.
María lo notó y escondió una sonrisa.
-Ana...- Dijo Daniel.
-He dormido en la sala de estar.- Dije seria.
Ambos se lo creyeron.
Cada día miento mejor y más rápido.
-Me voy a vestir.- Dio un beso a María en los labios y a mi otro en la frente.
Salió de la habitación me senté a la vez que María en su cama para que me contara todo lo que había pasado esa noche.
Si olvido que es mi hermano, mucho mejor.
Iván.
La había visto irse, sin despedirse.
Yo habría hecho lo mismo, pero que me lo hagan a mí no me gusta.
Me di cuenta de que Adrián estaba durmiendo en su cama, así que llevaba ahí toda la noche.
-Despierta tú.- Dije tirándole una almohada a la cabeza.
-¿Qué cojones haces? Todavía es pronto.- Dijo mirando su reloj.
-Espabila, deberíamos ir con mamá antes de ir a clase.- Al oírlo se puso en pie y comenzó a vestirse.
-Ayer estaba fatal. Intentó disimularlo, pero... me voy a duchar.-
-Voy contigo.-
Después de ducharnos fuimos a la habitación de mi madre.
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Guárdame el secreto.
Teen Fiction-Tardaría más yo en enamorarme de ti que tú de mí.- Dije acercándome a ella. Estábamos a pocos centímetros uno del otro. -¿Quieres apostar?- me contestó retándome. -Te apuesto veinte euros a que en dos semanas te tengo comiendo de la palma de mi ma...