Secretos Letales //Jalonso Villalnela//

1.

Los lunes no pueden ser mas aburridos.

Quimica. Y para el colmo es quimica. ¿Por que tengo que estudiar quimica?

A la primera hora debo pasar por esa tortura, como si no estuviera bastante adormilado para tener que concentrarme en la materia.

En un dia normal, me hubiera levantado temprano y hubiera repetido mi rutina matutina, tomaria mi patineta y saldria a la preparatoria en la que estudio, entraria a mi primera clase y todo estaria bien.

Pero, no era un dia normal.

Por alguna razon, la alarma de mi celular no sono, por lo cual solo llegue a darme un baño rapido (con agua fria). No desayune, el tiempo que se suponia ocupaba en eso lo termine usando para planchar mi uniforme y sali corriendo con 10 minutos libres cuando llego a la escuela en 20 min.

El unico atisbo de suerte que tuve fue que dos cuadras antes de llegar, vi el auto negro platinado de mi mejor amigo, lo conducia su padre pero eso es hasta que consiga su permiso de conducir.

-Sube, no quieres llegar tarde.

Lo mejor de Bryan Villarreal o Bryan Mouque, como le gusta que le digan, es que te ayudara con todo lo que necesites.

-Gracias. Buenos dias, Sr. Villarreal

Solo me saludo con un leve movimiento de mano. Realmente su padre no es muy platicador y se limita mucho con los amigos de su hijo.

-Parece que no te va muy bien.

-¿Es muy obvio?

Pase una mano por mi cabello, que siguia un tanto despeinado, unos segundos mas tarde mientras platicabamos de las tareas escolares ya estabamos llegando a la preparatoria, como siempre todos los estudiantes se encintraban fuera de los salones hasta que el timbre sonara. No es algo muy anormal.

-Te notas raro -me dijo mientras caminabamos a nuestro salon. Rio al escuchar mi respuesta, que era todo lo que me sucedio en la mañana. Puso una mano sobre mi hombro y nego levemente

-Das pena.

-Gracias, por eso eres mi amigo -dije en tono sarcastico, el siguio riendo

-Voy a ver si consigo algo en la tiendita. Esperame aqui.

Y sin decir nada mas, comenzo a caminar rapidamente hasta una pequeña tienda que instalaron hace unos años en la preparatoria.

No es algo impresionante, es muy pequeña y hay pocas cosas, pero al menos siempre conseguimos algo para calmar el hambre que llegamos a tener. Como siempre, Bryan me hace ese favor y en cualquier momento yo le hago otro, cubrirnos la espalda, ese es nuestro trabajo o al menos eso es lo que me gusta pensar. Y es cierto lo que dice, estaba algo raro, ayer no habia dormido mucho y uno de mis tantos defectos es estar raro cuando no duermo.

Unos minutos despues, trajo un jugo de esos de cajita y unas galletas de chocolate, se encogio de hombros cuando me las dio

-Es lo mejor que encontre.

-¡Gracias! Moria de hambre.

-Si, ya se.

Le pague la mitad de lo que gasto y le invite algunas cuantas galletas, aunque el si desayuno, se que le encantan. Tocaron el timbre, doy varios falsos sollozos que hacen reir a mi amigo

-No es como si entraras a un funeral -me dice.

-Si, si lo hago. Es quimica, lo que es mi funeral.

-Eres la persona mas dramatica que conosco, Jos Canela -me regaña y me empuja dentro.

Entre risas llegamos a la mitad del salon, entonces nos dimos cuenta de que practicamente todos nuestros compañeros estaban alrededor del escritorio. Jessica, una chica a la que realmente nunca le hablo salii entre empujones de la pequeña multitud