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Mis pensamientos se limitaban a Alonso. Eso es todo lo que podia pensar ahora. Bueno, eso y el que mi madre y yo llevabamos 2 horas a bordo de un auto del que no tenia ni idea de donde habia salido en total silencio, al final, se detuvo, suspiro y comenzo a hablar sin mirarme.

-Jos, en verdad lo siento -fue lo primero que salio de sus labios. No respondi porque no sabia que podia decir.

-Enserio que lo siento, pero debes entenderme...

-¿Por que nunca me contaron nada de esto? ¿Por que mi padre y tu nunca me dijeron nada? -me encontre preguntando. Estaba sorprendido de mi mismo, creo que nunca habia llamado a mi papa "padre" en voz alta. Pero se que estaba molesto, realmente molesto.

-Oh, mi niño... eres bastante joven -se volvio a mi, acerco su mano, sabia que iba a pasar sus dedos entre mis cabellos pero de detuvo al hacerlo-. Apenas tienes 16 ¿Cuando se supone que te lo diria?

-15. A los 15 pudo haber sido una buena idea. Y estoy a punto de cumplir 17.

Suspiro, nego levemente y cerro los ojos con algo de fuerza.

-Tu padre y yo te lo ibamos a decir cuando cumplieras los 17. Exactamente en dos meses. Solo queriamos asegurarnos que fueras lo bastante maduro como para entenderlo -trato de explicarme, sin embargo, negue al tiempo en que relamia mis labios, listo para pelear.

-¿No soy bastante maduro ahora?

-No lo sabiamos. Lo sentimos Jos. Enserio que lo sentimos. Pero ahora...

Se interrumpio, esta vez si paso sus dedos por mi cabello, peinandolo con suavidad pero con algo de ansias. Su viejo y caracteristico fetiche.

Me solto y se volvio al camino, en realidad yo no pensaba claramente, no veia su punto de vista. Tenia casi 17 ¿Hubiese estado listo a los 15? ¿A los 11? ¿Hubiese podido crecer sabiendolo? En realidad, creo que si me lo hubiesen explicado delicadamente mientras crecia, nos hubiesemos evitado mucho de esto. Yo estaria dispuesto a hacerlo, y no enterarme de esta -la peor- manera de todas.

-Creo que tu padre y yo debemos explicartelo -dijo y habia esta extraña paz en su voz-. En realidad, entre toda la familia debemos hablar contigo.

Y llego este pensamiento a mi cabeza. Mi abuela, mis tias, sus hijos...

-¿Y mis primos lo saben? -pregunte. Mi madre se quedo callada un buen rato, hasta el punto en que crei que no responderia.

-Si Jos. Ellos lo tienen presente desde pequeños.

Creo que me sentia ofendido. Ofendido, dolido, traicionado. Al parecer, era el unico en la familia que habia tenido que descubrir sus raices. Me quede en silencio hasta que puso el auto en marcha y siguio conduciendo sin que yo tuviera idea a donde. Pasados unos 15 minutos, yo hable.

-¿Vamos a Mexico?

-Claro.

-¿Alla estan ellos?

-Si -respondio. Supe que estaba dispuesta a responder a mis preguntas y si, tenia bastantes.

-Si sabias quien era Alonso y que en realidad no era Cam ¿Por que no me lo dijeron en ese momento? Tu y mi padre.

-Porque tu padre creyo en su historia de chico arrepentido. Y me hizo creerla. Aunque no queriamos que se te acercara, ya sabes, era un mal chico, tu lo querias.

Lo quiero estuve a punto de decir, sin embargo me quede en silencio.

-Y, ya ves. Tambien creimos en la historia de que habian terminado. Eres buen actor, debo añadir. Aun te recuerdo, entrando en la casa un sabado, llorando mientras nos decias que todo se habia acabado, que habias dejado a "Cam" como te lo habiamos pedido y que para los dos habia sido algo duro. Debo decirte que no creia que Alonso lo sintiera asi. Tu padre y yo pensamos que habias sido la manera de molestarnos.

-No lo fue. Te juro que no lo fue -dije antes de poder callarme. Senti su mirada sobre la mia, sin embargo, yo mantenia mi vista fijamente al camino que se imponia delante de nosotros. Suspiro suavemente mientras daba una vuelta.

-No lo se, Jos, debes saber bien que este tipo de gente no... no es muy confiable.

La mire aturdido ¿Me estaba diciendo esto? ¿De verdad ella me estaba hablando de confianza? Creo que noto lo que mi inquisitora mirada queria decir, porque inmediatamente trato de arreglarlo.

-Hijo, vivi en todo esto. Se que no se puede confiar en todos.

-Puede que yo no sepa todo lo que tu, pero te aseguro que puedo confiar en Alonso. Ahora se mas que antes.

El auto se quedo en silencio, baje levemente la ventanilla, dejando que frio aire se filtrara. Mi cabeza era un revoltijo y justo en el centro estaba mi chico. No podia dejar de pensar en el, en lo que estaba pasando ahora que estaba encerrado, en lo que le harian, en todo... Casi lo senti perdido.

-¿Como me encontraste? -pregunte cuando ya no podia soportar el silencio. Sonrio de la manera en que lo hacen las madres cuando estan orgullosas.

-Creiamos saber que te verias con Alonso esa noche. Asi que, cuando no llegaste, supimos exactamente lo que sucedia. Confiamos en que Bryan iria contigo, pero al no ser asi...

Senti un estrujon en el estomago cuando lo menciono. Si el hubiese ido a la fiesta ¿Algo hubiese cambiado? ¿Alonso hubiese seguido fingiendo hasta que bajaran la guardia? ¿Bryan lo hubiese impedido? Todo esto era un desastre.

-Te buscamos por todo el pais, aunque sabiamos que no estabas ahi. Contactamos a gente de nuestra antigua vida, hicimos y cobramos favores... hasta que supe donde estaban. Tu padre se puso como loco cuando le dije que estaban en Rusia y tenia que venir yo sola... Podiamos levantar sospechas. Y el rumor de que la policia les pisaba los talones a la organizacion andaba por el bajo mundo. Tenia que venir por ti lo antes posible.
》Entonces me entere que habia una redada... escuche una conversacion por telefono, mas bien. Pude respirar hasta que te vi salir con los demas chicos, y los segui con dificultad a distancia hasta aquella casa. Pero habia momentos en donde los perdia.
》Honestamente no sabia si estabas con ellos, asi que, cuando por primera vez saliste con Alfredo y te vi bien... solo consegui un arma y fui a por ti.

Asenti ante su relato. Debia reconocer que habia hecho bastante por mi, y claro que lo agradecia, sin embargo, toda esta... cosa, que estaba dentro de mi desde que supe la mentira en la que vivi no se iba. No sabia si se iria.

-¿Sabias lo de Bryan? -pregunte en voz baja. Mas de lo que crei y queria.

-¿Bryan? ¿Que sucede con el? -pregunto, sorprendiendome. No lo sabia. Me pregunte si hubiese dejado que el se me acercara, sabiendo quien es.

-Es policia, mama -dije y pude escuchar su "No puede ser". Esa frase a la que me habia acostumbrado cuando ella se sorprendia demasiado. Aunque sospechaba que era algo mas.

-Es policia -repeti-. Es Policia Federal en una unidad apegada al FBI y a la Unidad de Respuesta Anti-Terrorismo. Yo mismo lo vi.

Mi madre se quedo en silencio. Habia una mirada de preocupacion en sus ojos que pude notar con una simple mirada. Relamio sus labios, tal y como yo lo hacia cuando estaba nervioso. Honestamente extrañaba aquellos gestos.

-Debemos cuidarnos mas Jos. Creo que lo primero que haremos, despues de la platica, sera ir a la estacion de policia. Se que va a pasar, solo confia en que estaremos bien -dijo tan clara como pudo. Asenti, aunque en verdad no queria ni siquiera pensar en lo que ibamos a hacer. Queria simplemente dejar de pensar en todo.

-Hijo... lo siento tanto -murmuro despues de un rato de silencio. No respondi. Solo recargue mi codo en la puerta del auto, mordiendo levemente una de mis uñas-. Enserio lo siento.

-Hay que hablar despues, por favor -por fin respondi-. Necesito un momento.

Ella asintio y cuando me di cuenta, las palabras ya salian de mi boca.

-Solo hay una cosa... Nada nunca volvera a ser igual.

No, claro que nunca lo seria.

Secretos Letales //Jalonso Villalnela//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora