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Estacionados fuera de un enorme y gris edificio, mis nervios me consumían poco a poco. El auto estaba en silencio, solo esperábamos el regreso de Bryan.

-¿Como es que estas aquí? ¿Y los demás?- me encontré preguntando. El suspiro de manera ruidosa y algo cansada, mire mejor sus facciones y lo que tanto me había llamado la atención; En su rostro habían bastantes moretones que parecían ya estar tratados, una herida en la ceja derecha y sus manos estaban vendadas, igual que las de Bryan.

-México era mi mejor opción de información. Además aquí estas tu... Y el... Los demás están en la organización de Australia, tratando de reunir a los que quedan, aunque para mi es más importante sacar a Alonso -me explico, mirando hacia al edificio donde diez minutos atrás, Bryan había entrado. Solo sabia que era un Instituto de la policía.

-¿Que tanto hace ahí dentro? -pregunte, un tanto desesperado por todo esto y cada segundo en que no sabia más.

-Va a buscar información sobre el lugar donde tienen a tu chico. Sabe ciertas cosas, pero no es suficiente... Creímos que querías estar aquí y saberlo.

-¿Voy a ir con ustedes a sacarlo?  -Freddy río un poco.

-Claro que no. Sabes que no estas hecho para esto -sus palabras me recordaron a las de Bryan-. Pero deberías saberlo. Saber que va a salir de ahí y que estamos haciendo todo para sacarlo.

Suspiré, un tanto frustrado por que no me dejarán hacer nada, pelear solo me desesperaría más y no iba a sacar nada bueno. Después de todo, era mejor dejárselo a los chicos. Puse ambas manos entrelazadas detrás de mí cabeza.

-Un momento ¿Desde cuando Bryan trabaja con nosotros? ¿Que no es... Policía? -pregunte de nuevo, sintiendo un extraño escalofrío al decirlo. Creo que Freddy también lo sintió, se quedó callado por un buen rato.

-Lo convencí de que lo hiciera -no había nada narcisista en su voz-. Y también lo hace por ti. Creo que trabaja duro para que lo perdones.

-Ah... Así que ambos ya están juntos -solté, pensando en Alonso. Recordé el medio mes que me tarde en estar con el de nuevo. Recordé la sensación de traición. Recordé haberlo odiado. Recordé que solo quería estar con el. Nuestra situación era bastante parecida.

-¿Que te hace pensar eso? -pregunto casi en un hilo de voz. Su cambio de tono me sorprendió bastante. Lo mire por la espejo retrovisor.

-¿No lo están? -pregunte nuevamente. Bufo suavemente antes de volver a mirar por la  ventana.

-No. No todos tenemos la suerte que tu y Alonso tienen. Y ustedes están bastante enamorados.

-¿Y ustedes no? -me anime a preguntar.

-Tal vez si. Tal vez no. Ambos nos sentimos bastante lastimados, Jos. Y, vamos, el es el policía recto y honesto, yo soy un ladronzuelo narcisista ¿Nos imaginas juntos?

Me quede en silencio unos segundos. No, en realidad no podía imaginarlos de esa manera, solo veía a dos chicos queriéndose. Aunque esa visión era de dos chicos de preparatoria los cuales solo querían estar juntos.

-Tu aún lo quieres de esa manera -afirme, el me miró de inmediato y se inclino un poco hacia delante.

-No vuelvas a decir eso -murmuró, no sonó a amenaza, más bien, a petición aunque era claro que ese no era su propósito. Me volví a el completamente o al menos lo que podía en el asiento de adelante.

-Es lo que sientes Freddy. Si lo digo o no, no lo va a cambiar -dije.

-¿Y que importa si el no siente lo mismo?

Secretos Letales //Jalonso Villalnela//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora