POV ANASTASIA
-creo... que... deberíamos... parar...- digo. Es imposible detenerlo. Nunca pensé que un simple día de trabajo se convertiría en el peor de toda mi vida y mucho menos que terminaría acostándome con mi jefe. ¿Cómo mierda llegue a esto?
Horas antes.
El día comenzó como cualquier día de trabajo. Tenía pilas y pilas d papeles que archivar, clasificar, codificar, imprimir, eliminar y timbrar. Habían pasado más de tres semanas que había vuelto de España. La relación volvió a ser igual que antes, solo que él se comportaba de forma distinta. No me gritaba como antes y me dio la sensación que se estaba preocupando por mí.
A las 12 del día el sonido del ascensor me hizo reaccionar. Según la agenda no había ninguna reunión estipulada para el día de hoy, ya que Cristian quería dejar los papeles al día, porque mañana si sería un día de locos. Muchas reuniones y contratos, además de nuevos trabajadores y algunos que ya no lo serian.
Del ascensor bajo un hombre de unos 30 años. Cabello castaño, ojos color miel, miel tostada y hombros anchos. Su postura era intimidante y su forma de caminar también. Lo bueno es que estaba acostumbrada a esa pose de intimidación, ya que mi jefe y el jefe de seguridad siempre lucían así, intimidantes.
-buenas tardes- dije cuando el señor llego ante mí. Cuando me bajo que fulmino con la mirada y al ver la cantidad de papeles que había en mi escritorio, frunció el ceño. Lo acepto no estaba ordenado pero dentro de mi desorden me entiendo.
-necesito hablar con el señor Cristian Grey- sabía perfectamente lo que tenía que decir, pero algo en mí, algo que algunas personas llamarían instinto me dijo que iba a traer varios problemas.
-lo siento mucho señor, pero el señor Grey no tiene programada ninguna reunión para el día de hoy, ni mucho menos citas de negocios. Si quiere puede dejarme un teléfono donde contactarlo y con gusto le daría una cita- dije lo más tranquila posible.
Un golpe en el escritorio me hizo saltar. Le había pegado a mi escritorio con el peño cerrado. Sus nudillos estaban blancos y cuando lo mire, sus ojos estaban prendidos en furia.
-no es lo que quiero. Quiero hablar con el ahora... y no quiero negativas... por su bien... no lo creo- esa simple amenaza hizo que cada poro de piel estuviera alerta. Presione el botón de pánico que había debajo de un cajón y lo disimule cuando abrí uno de los cajones.
-por favor señor, usted entenderá que solo soy un empleada y que tengo que obedecer órdenes. No es que no quiera ayudarlo pero usted no tiene la autorización para estar aquí- dije. Eso me llamo la atención. ¿Cómo diablos había llegado hasta aquí? Tuve más miedo de lo que pudiera haber imaginado. Es imposible.
-señorita, se lo estoy pidiendo por las buenas. Necesito hablar con el señor Grey, ahora- digo en un susurro.
-está bien, pero por lo menos dígame su nombre. Si le digo al señor Grey que lo busca un hombre, no lo atenderá- digo intentando ganar un poco de tiempo. Taylor, ¿Dónde estás que no llegas?
-lo siento. Mi nombre es Eric Lander- dice con una sonrisa. ¿Lander? ¿De comunicación LanderB? No dije nada. Tome el teléfono y marque a Taylor. Obviamente no contesto. Así que decidí marcarle a Cristian. Al segundo tono contesto.
-Grey-
-señor, lo está buscando el señor Eric Lander. Necesita hablar con usted y es urgente- mi voz sonaba temblorosa. Dios, estaba aterrada.
-¿Dónde está?-
-esta conmigo señor. Justo frente de mi escritorio-
-¿Cómo diablos llego allí? ¿Dónde está Taylor?- lo escuche gruñir pero en ningún momento levanto la voz.
-no lo sé señor, ¿Qué quiere que haga?-
-dame 5 minutos y espera mi llamada. Sírvele café o lo que sea. No da muy buena espina esto, Anastasia. Así que por favor ten cuidado- dijo en un susurro.
-como diga señor- colgué el teléfono y lo mire.
-¿y? ¿Qué te dijo?- me miro.
-dijo que tomara asiento, que lo recibiría en unos momentos. Esta algo ocupado. ¿Quiere algo de beber?-
-un vaso de agua- dijo.
-en seguida. Si gusta puede tomar asiento mientras lo espera- dije mientras le indicaba unos asientos.
Le serví el vaso de agua como me lo pidió y tome asiento en mi escritorio. Intente concentrarme en los documentos pero sentir que me miraba no ayudaba. Sigue mirando la pantalla de mi computador pero la verdad no estaba leyendo nada. Mis sentidos estaban en alerta roja y lo peor de todo es que Taylor aun no aparecía. Sonó el teléfono y lo levante.
-señor- digo.
-hazlo pasar. Mientras tanto busca a los de seguridad. ¿Trae algo en sus manos, algún portafolio o algo?- lo mire.
-si señor- digo mientras miraba el portafolio negro que estaba a un lado sus pies.
-¿portafolio o algo?-
-lo primero. Es grande aunque pienso que puede servir para algo más. Ese mueble es peligroso donde está pero se puede mover y dejar libre el acceso- dios espero que me haya entendido.
-comprendo. Por favor cuando las puertas de mi despacho se cierren, usa las escaleras y busca a los de seguridad. Esta visita no es de cortesía, sabiendo lo que sucedió con su empresa. Otra cosa, ve si puedes quitarle el portafolio-
-como usted diga. Ahora lo hago pasar- el hombre me miro intensamente cuando colgué.
-¿puedo pasar?- me pregunto.
-si pero debería dejar su portafolio conmigo. La oficina es un desastre y con suerte se podría sentar- el me miro asombrado.
-¿por qué tanto desorden?-
-porque estamos organizando unos papales y como se puede dar cuenta en mi escritorio ya no caben más-
-estaba bien. Toma- me entrego el maletín y entro al despacho. Cuando la puerta se cerró. Me saque los zapatos y con maletín y todo baje por las escaleras. Preguntado por Taylor llegue al piso 15. Me dijeron que estaba en la sala de enfermería. Cuando entre, estaba en una camilla sentado mientras le curaban un corte que tenía en la cabeza.
-Ana, ¿Qué haces aquí?- me miro extrañado.
-¿Dónde estabas? Hay un tipo que llego al despacho del señor Grey y me amenazo. Baje porque él me lo pidió- le gruño.
-maldita sea. Fue una distracción. Fueron tres tipos los que entraron no dos como lo vimos. ¿Sabes quién es?-
-si. Es Eric Lander. El dueño de la compañía de comunicaciones que el señor Grey compro hace menos de ocho meses- le digo.
-¿y eso que tiene de malo?- me miro sin entender.
-que gracias a esa venta sus acciones cayeron por debajo del suelo. Quedo en banca rota y en una fiesta, le juro que se vengaría-
-mierda- eso fue lo único que dijo Taylor antes de salir rumbo al despacho. ¿Debería seguirlo? ¿Qué creen que elegí?
PERDÓN POR LA DEMORA PERO ESTABA FALTA DE IDEAS...
ESTE ES SOLO EL INICIO DEL DÍA...
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO...
LAS QUIERO MUCHOS Y NOS LEEMOS PRONTO...
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Es mi secretaria: Cristian y Anastasia
FanfictionUna joven solitaria que no tiene madre y su padre falleció meses atrás. Trabaja para el hombre mas rico de Seattle. Un hombre mujeriego y arrogante. Duro con sus trabajadores pero amante del cuerpo femenino. Una joven con mucha paciencia para soport...