Capitulo 62: Luna de miel

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POV CRISTIAN

1 mes después.

Brisa fresca. Una paz que buscaba cuando estaba estresado y quería huir. Huir de mi familia, huir de mi pasado, huir de mis sombras. Siempre buscaba la forma de pasar un tiempo a solas. Era la mejor experiencia. El vaivén de las olas, un buen vaso de alcohol y seria la dicha.

Hoy no puedo decir lo mismo. Sin Ana este viaje no sería lo que está siendo. Placentero y tranquilizador.

Después del parto, Ana paso dos días hospitalizada y luego fue dada de alto junto con Teddy. Mi pequeño fue un niño grande, peso 3 kilos con casi medio kilo. El doctor dijo que para tener 37 semanas era grande y lo mejor es que estaba muy sano.

Así que a la semana siguiente nos fuimos de luna de miel. Los tres solos. En el mar. Traje el yate desde Seattle y aquí estamos cruzando el mar mediterráneo. De los tres cuartos que hay uno, que solamente está lleno con cosas de bebé. Cajas de pañales, ropas, cobijas, formulas, chupetes, canguros, peluches, móviles y me acuerdo de más cosas.

En cambio nosotros, con dos maletas tenemos. Ana se sorprendió al ver el cuarto y se rio cuando vio nuestras maletas.

Ella se ha convertido en una mamá mono. No suelta a Teddy por nada del mundo, excepto cuando duerme. Ellos tienen una conexión única y lo mejor me están haciendo parte de ellos. Taylor quiso acompañarnos como nuestro jefe de seguridad, cosa que me negué, pero arrende otro yate más pequeño para que él y Gail tuvieran un tiempo a solas.

Por otro lado, Ana se ha convertido en un chef de lujo. No me había percatado que cocinaba muy bien. Nos hemos detenido en Málaga, Cartagena y Alicante para conseguir víveres. Taylor y Gail cuando desembarcamos nos acompañan.

Me ha encantado la idea de los disfraces. Ana le ha puesto tres. Y me han enamorado más de mi bebé. Uno es el disfraz de un monito, Ana me dijo que lo pensó debido a las inmuebles veces que la he llamado mamá mono. El según fue de un pirata. Como estábamos navegando en alta mar era una ocasión especial. Y por último, el que lleva hoy, el de marinero.

Ella ha cumplido mi sueño al pie de la letra. Lleva un short color azul que le cubre lo importante y una camisa a tiras de color blanca. Esta acostada en una silla de playa con Teddy en su pecho. Están tomando un poco de sol. Eso sí, Ana lo baño en protector solar y mi pequeño se dejó. El muy fresco se deja querer por su madre.

-¿Qué tanto me mira, señor Grey?- me dice, mientras me sonríe.

-admirando la vista que tengo- le digo.

-¿y le gusta?- dice mientras acaricia la espalda de mi pequeño. El suspira cuando siente las caricias de su madre. Sera un un bebe de mama y babeara por ella .

-me encanta. Sabes estoy sintiendo envidia de ese pequeño ladrón. Me está quitando a mi mujer y no me está gustando- le digo. Veo que ella sonríe.

-pues, lo que sucede es que los encanto de los Grey, se saltaron una generación y hoy por hoy, este pequeño me está conquistando más que el padre. ¿Hay algún problema?- me sonríe maliciosamente.

-esa lengua viperina- ella me saca la lengua.

-¿quieres ganaste con nosotros? Hay bastante espacio en esta silla. Y es resistente- me dice.

-pues muévete- ella se hace a un lado y me acomodo con ella. Me pone con cuidado a nuestro hijo en mi pecho y él se acomoda. Ana se gana de lado y me abraza por la cadera.

-es un pequeño muy flojo- le digo.

-Grace dijo que tú cuando pequeño eras igual o incluso peor- me dice.

Es mi secretaria: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora