Capitulo 41: ¿Un problema menos?

15.6K 1K 72
                                    

POV CRISTIAN

Estoy tan a gusto durmiendo que no tengo ganas de levantarme. Sin abrir los ojos pienso en lo que he vivido en estos días. Por fin encontré a Ana y también a otra pequeña persona que ni siquiera tenía idea de su existencia. Desde que la encontré me he cargado con nuevas energías.

Lo malo es que no se hacer con Grey House. El hecho de estar aquí me impide seguir creciendo, pero estar en Seattle me impide estar con Ana y Teddy. Tengo que buscar una solución pero si la única que hay es vender, lo hare.

Abro los ojos para acostumbrarme a la luz. La habitación no me parece conocida y cuando veo a mi lado me percato el por qué. Estoy en la habitación de Ana y ella esta plácidamente dormida. Al verla así. Tan tranquila me doy cuenta lo mucho que me importa. Sé que durante el tiempo que estuvimos juntos no la supe valorar, pero de lo errores se aprende y con ella no cometeré más errores.

 Sé que durante el tiempo que estuvimos juntos no la supe valorar, pero de lo errores se aprende y con ella no cometeré más errores

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Miro la hora en mi reloj que llevo en la muñeca y marca las 7 de la mañana. En la hacienda se comienza a trabajar muy temprano y debo confesar que me gusta. Estar trabajando codo a codo con los demás y ver los frutos no es lo mismo que estar sentado atrás de un escritorio. Es más los dolores de cabeza por el ruido son casi nulos, ya que este lugar es muy tranquilo. Solo faltan algunas cosas, como una conexión a internet y algún generador de electricidad por cualquier cosa.

Este lugar es lo que cualquier padre quiere para sus hijos. Los hace independiente pero trabajador y unido. Me he dado cuenta de eso, al ver a los trabajadores. Ellos pueden llevar a sus hijos a las faenas pero no van sino han ido a la escuela. Órdenes estrictas de doña Luzmira. Ella le dijo que el conocimiento es la base para todo y estoy muy de acuerdo con ella.

No me quiero levantar pero tengo muchas cosas que hacer hoy. Me toca supervisar al veterinario y hacer un inventario de los animales. Cual que ellos están enfermos y quienes están en condiciones de ser liberados a la huerta. Además de hay algunos animales nativos que están en una jaulas especiales, ya que han sido lastimados por cazadores.

El que más me sorprendió fue ver un lince ibérico. El pobre fue herido por su piel pero los cazadores fueron arrestados y el animal bajo supervisión de médicos. Don Jorge es el encargado de la protección de la fauna autóctona y por lo que he escuchado han recuperado casi 500 animales de los cuales el 90 % ha sido devuelto a su hábitat en perfectas condiciones. Es realmente una gran familia la que tiene Ana.

-Cristian, ¿en qué piensas?- me dice Ana. Tiene una mirada soñolienta y tierna. Su pelo esta convertido en una maraña de pelos pero se descansada y feliz.

-pensando en la labor que se hace en esta hacienda. No solo le dan trabajo a cientos de personas sino también a muchos animales salvajes- le digo. Ella se acomoda y me abraza.

-cuando llegue aquí don Jorge me mostró a un animal que les había llegado mal herido y mi sorpresa fue ver un oso. Era muy lindo pero esta tan triste que me dio pena. Dos meses después fue liberado y me dio mucha risa cuando intento subirse a un árbol y quedo de trasero en el suelo. Luego de eso se perdió en la flora- dice sonriendo.

Es mi secretaria: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora