Una joven solitaria que no tiene madre y su padre falleció meses atrás.
Trabaja para el hombre mas rico de Seattle.
Un hombre mujeriego y arrogante. Duro con sus trabajadores pero amante del cuerpo femenino.
Una joven con mucha paciencia para soport...
Mañana es el gran día. Mañana Ana se convertirá en mi esposa. Estas tres semanas han sido de locos, entre los preparativos de la boda y la habitación del bebé, no hemos tenido mucho tiempo para descansar. Es la primera vez que escucho que Ana se queja tanto de su espalda. Está entrando a la semana 37, mañana comienza y estoy nervioso.
La primera semana fuimos a ver a la cuidad las cosas de bebés. Escogimos de todo y también mande unas cuantas cosas a Seattle. Es todo tan pequeño que no creo que mi hijo quepa en eso. Tome unos calcetines que le quedaron como sombreros a mis dedos. Es tan pequeño, y precioso.
Ana estuvo de acuerdo en comprar no mucha ropa para 0 y 3 meses y más de la siguiente. No pare de reír cuando Ana escogió un traje de distintas profesiones para vestirlo algún día de cada semana. Es más, no solo compro de profesiones sino también de personajes de caricaturas que ni en mi vida he visto.
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Ella me dijo que no es para ridiculizar a Teddy en un futuro sino porque se va a ver muy tierno y además de que quiere hacer un álbum de mi pequeño. Según ella los primeros meses son muy educativos y los bebés son los dueños de nuestra vida, ya que si o si dependerán de nosotros.
La habitación quedo lista al terminar la segunda semana. Es un cuarto color celeste agua, y tiene en algunos lugares una mezcla de blanco con un azul más oscuro donde descansan algunos barcos. Más arriba hay algunos aviones. Hay una cuna que tiene un móvil de autos que Ana eligió en una de las tiendas.
En esa semana también, Luzmira y Kate comenzaron con los preparativos de la boda. Lo vamos a hacer en el centro que hay en la parcela. Se ocupara un toldo grande de color blanco. En el abra dos mesas rectangulares con una mantel blanco con unos bordados en los contornos de color rosado pálido.
Los pilares del toldo llevan enredaderas con muchas flores de color rosado, lo mismo que los centro de mesas. Calculamos que son 20 los asistentes y se ha organizado todo para unas 25, por si las moscas.
Ese día también llame a mi madre. Ella me grito, me regaño y me amenazó por no avisarle antes. De hecho, todos me regañaron, ya que el teléfono pasó de mano en mano. Mi padre, mi abuelo, mi hermana e incluso mi abuela me retaron.
La tercera semana se vio el menú y la vestimenta de los novios y de los padrinos y madrinas. Escogimos a Taylor, Elliot, Kate y Mía. Ella llego dos días después que me regañara. Cuando vio la hacienda casi me parto de la risa.
Mi hermana con unos tacones kilométricos caminando por la tierra. Creo que Elliot no la hubiera llevado del brazo, se hubiera caído unas cuantas veces. Pero cuando vio a Ana y su vientre hinchado, pego un grito al cielo. Corrió a su lado y la abrazo. Ana con suerte se pudo mantener en pie y luego acaricio su vientre.
Mis padres llegaron al día después. Según ellos tenían cosas que poner al día y así poder llegar. Lo malo es que mis abuelos no pudieron venir, ya que la abuela esta con gripa y las alturas le afectan y no quisieron correr ningún riesgo.
