Una joven solitaria que no tiene madre y su padre falleció meses atrás.
Trabaja para el hombre mas rico de Seattle.
Un hombre mujeriego y arrogante. Duro con sus trabajadores pero amante del cuerpo femenino.
Una joven con mucha paciencia para soport...
-¿Por qué me está ayudando?- le digo mientras me siento con cuidado de no caer. Mis piernas aun no funcionan como quiero.
-porque quiero. Además venía a hablar contigo de algo importante y mira cómo te encuentro- me mira con pena.
-¿Cómo me encontró?-
-contactos querida. Ahora, anda mi abogado viendo tu problema, en cualquier momento debería volver para decirnos como nos fue- me regala una sonrisa. En eso se abre la puerta un señor de unos 50 años con un maletín en la mano aparecen.
-dígame señor Montesinos, ¿Cómo nos fue?-
-bien. Hable con la persona que lleva el caso. Me dijo que la sentencia estaba lista y que serían 4 años de cárcel- abro los ojos asombrada por el dato. No quiero ir a la cárcel. ¿4 años? No me muero.
-ni siquiera me andado el beneficio de la duda- digo en un susurro.
-así es señorita. Las pruebas que mostro el señor Grey son bastante creíble. Por eso este caso salió tan rápido además el apellido Grey es muy apreciado. El padre del señor Grey movió sus influencias- bajo la cabeza y asiento resignada a mi suerte, o mejor dicho a mi mala suerte.
-y ¿Qué más?- dice Luzmila
-también me dio el monto de la fianza-
-y ¿Cuánto es?-
-son 100 mil dólares- abro los ojos como plato.
-¿Qué?- digo. Ahora sí que me falta el aire.
-págalos ahora y que la dejen en libertad ahora mismo. No pierdas tiempo Montesino. La quiero libre ahora- gruñe Luzmila.
-si señora ahora me pongo en eso-
-ah, otra cosa. Dile al señor que lleva la causa que de la información en tres días más. Necesito sacarla de aquí sin que nadie se entere- dice
-como usted diga señora- y se va.
-¿Por qué me está ayudando?-
-porque hay cosas que tú no sabes y que nosotros no enteramos hace poco. Y es mejor que te enteres fuera de aquí. Además tengo que llevarte con un médico, no está para nada bien-
-lo sé. No me siento para nada bien- estoy mareada.
-tranquila vas a salir de aquí. Y luego te olvidaras de los Grey para siempre- me dice con una sonrisa.
-¿Cómo se puede olvidar un amor?- le pregunto.
-solo el tiempo se dará esa respuesta- me responde.
30 minutos después está todo listo. Me dejan en libertad y me entregan mis cosas. Le doy al dirección de mi departamento y cuando llegamos, bigotes se lanza a recibirme sin ningún cuidado, es más con la fuerza bruta que tiene termino sentada en el suelo con él.
-¿Quién está ahí?- escucho que habla Kate.
-Kate soy yo, Ana- ella aparece con un pijama y los ojos hinchados de tanto llorar.
-ay Dios mío. Saliste- ella corre hasta mí y me abraza. Bueno lo que se puede llamar abrazo con un perro entre medio de las dos. No se ha percatado de la presencia de Luzmila pero cuando lo hace se separa y la saluda.
-mucho gusto mi nombre es Katherine la mejor amiga de Ana- le digo.
-mucho gusto soy Luzmila y son una amiga de España- le sonríe.
-¿Por qué estas llorando? No creo que se por mí- le digo a Kate.
-una parte es por ti pero la otra es por culpa de Elliot- le frunzo el ceño.
-¿Por qué?-
-porque el idiota me vino a ver. Me dijo que tenía que hablar algo serio conmigo. ¿Y sabes lo que era? Era para investigar si eres una ladrona o no. Lo eche a patadas del departamento. Odio a los hombres son todos cortados con la misma tijera- gruño.
-entonces usted están sola, o ¿me equivoco?- dice Luzmila.
-yo tengo padres y hermanos pero nunca se han preocupado por mí, así que si, se puede decir que estoy sola- dice Kate.
-y yo soy huérfana- digo aun sentado en el suelo.
-entonces esto es perfecto. Niñas, ¿se vendrían a España conmigo?- ambas nos miramos. Ambas estamos sorprendidas.
-yo no tengo nada que perder en 20 días quedo cesante y el hombre que me gusta me usa para el bien de su familia- dice Kate enojada.
-yo tampoco tengo nada que perder pero que hare con el departamento y la cosas que hay aquí. Además bigotes, no lo voy a dejar- le digo mientras acaricio la cabeza de perro.
-por eso no hay problema. La haciendo es lo bastante grande para que caigan 1 millón de bigotes. Además esa casa necesita juventud y que mejor que ustedes para eso. Necesito ayuda en la administración y si se puede en marketing y en publicidad- me dice.
-Ana te puede ayudar en la administración- me indica Kate.
-y tú te puedes hacer cargo del marketing y la publicidad. Amas esas cosas más que ser reportera- le digo.
-sí, tienes razón. Pero ¿cómo nos vamos?- pregunta Kate.
-no se preocupen tengo un jet privado donde nos podemos ir y llevar todo. Así que hagas sus maletas y Kate no te presentes al día lunes a la empresa mí abogado se hará cargo de todo. Él se queda en Seattle hasta el martes pero nosotras nos vamos hoy- dice Lara feliz.
-¿Por qué tanto apuro?- pregunto.
-porque necesito hablar contigo en privado mi niña. Además quiero que te vea el médico de la familia estas demasiado delgada. Además creo que la información que te tengo que dar te va a gustar, mi niña. Tanto o más como nos gustó a nosotros- dice Luzmila con una sonrisa. Yo frunzo el ceño.
Y tal y como dijo Luzmila cuatro horas después estamos arriba de su jet. Kate esta algo deprimida por la pelea con Elliot pero sabe que esto es lo mejor para todos. Un tiempo alejado de él, le ayudaran a aclarar sus sentimientos y si en realidad el ama la buscara.
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El pobre de bigotes se tuvo que ir en una caja de mascotas. Dentro de las cosas que guarde estaba el cofre con las cosas de mi padre y una maleta con ropa. Lo demás se queda en Seattle. Todo se queda allí, mi infancia, mis recuerdos y el amor.
Quizás en un futuro vuelva pero será para vengarme. Vengarme de una familia que me destruyo a pesar de que di lo mejor de mí. Luzmila me ayudara a encontrar a la persona que mancho mi nombre. Y al tener eso en mis manos será mi mayor felicidad y será la destrucción de Cristian Grey y su familia.
