Capitulo 52: ¡Si!

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POV CRISTIAN

-¿Cómo está?- le pregunto al doctor que se encuentra en la habitación terminando de revisar a don Jorge. Ana me obligo a venir, ya que los nervios no la dejaban tranquila. Así que la deje junto a Kate y vine.

-estará bien. El golpe no afecta nada más que su conciencia. Despertara en una horas más y tendrá un chichón en la parte del golpe. Le recomendaría que le colocaran hielo y les dejo estos medicamentos para que le den a cada 12 horas una pastilla o a cada 6 horas media pastilla. No más- el médico me entrega los medicamentos del don Jorge y sale.

Lo observo. Se notan que los años no han pasado en vano por él. Pero también se nota el cansancio que lleve en su cuerpo. Se nota que el ya no puede hacerse cargo de la hacienda por mucho tiempo más y lo que me conto Ana no hay nadie quien se quiera hacer cargo de esto. Me acerco a él y tomo su mano.

-recupérate, Jorge. Tienes que ver a mi pequeño correr por esta hacienda. Además eres el único que puede controlar a Ana. Aun le falta mucho que aprender y eres el único que le puede enseñar. Ella te necesita mucho aun. No la dejes. Lucha como siempre lo has hecho, demuestra que las canas que llevas en tu cabeza, valen mucho. No te vayan aun- le dejo la mano en la cama y salgo de la habitación. Antes de cerrar por completo la puerta, lo observo por última vez y tomo mi camino rumbo a la sala.

Cuando Ana me ve llegar se levanta del sillón y llega a mi reencuentro. Sus ojos están tristes y sé que está más preocupada de lo que intenta demostrar, lo hace solo para que Luzmira está tranquila. Diablos. Esta mujer no entiende que tiene que estar tranquila.

-¿Cómo está? ¿Lo viste? ¿Esta consiente? ¿Es muy grave lo que tienes? ¿Necesita algo?- coloco un dedo en sus labios y escucha a Luzmira reír.

-hija, por Dios, déjalo hablar y respira- le dice Luzmira.

-perdón pero estoy preocupada- dice Ana.

-si, además de histérica- dice Kate.

-perdón- Ana mira al suelo como lo hacen los niños pequeños cuando los regañan.

-tranquila. Él está bien. Solo necesita unas horas de descanso y estos medicamentos- se los entregó a Luzmira.

-gracias a Dios. Ahora pequeña a dormir. Necesitas descansar. Esas ojeras no se irán si no duermes- le dice Luzmira.

-está bien- dice de manera no muy convencida.

-pequeña, él es fuerte y saldrá de esta como lo ha hecho en ocasiones anteriores. Ve a descansar, ya que quiero conocer a ese pequeño que llevas en tu vientre y lo quiero sano. Así que ve a descansar antes que me conozcas enojada y no te gustara- dice besando la frente de mi pequeña.

-pero...- dice. No al dejo hablar.

-pero nada. A descansar. Le pediré a alguien que nos traiga comida pero a la habitación, ahora- veo que me hace un puchero y de mala gana va a la habitación, como una niña pequeña.

-no te preocupes ahora mando la cena a la habitación de Ana. Supongo que dormirás con ella- desvió mi mirada y asiento con la cabeza –no seas tímido mira que aún se cómo se hacen los bebés, ya que yo tuve dos y disfrute de los beneficios de dormir con alguien. Anda ve con ella pero llévale un trozo de chocolate que hay en la cocina. Eso le alegrara un poco- me besa la mejilla y sale rumbo a la habitación de don Jorge.

Voy a la cocina y encuentro los trozos de chocolate que Luzmira me dijo y llevo unos cuantos en un plato. Voy a la habitación y me sorprende ver a bigotes en el pasillo. El me mira y luego mira la puerta.

Es mi secretaria: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora