Capitulo- 15

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Jordan bajo primero para asegurarse de que nadie estaba cerca o dentro del departamento, lo menos que buscaba era llamar la atención. No lleva mucho tiempo afuera, jugueteo por un rato con el cierre de la sudadera que ha dejado sobre mis hombros conteniéndome a soltarme a llorar de nuevo. Necesitaba demasiado de Ava y Owen en estos momentos, estuve a punto de morir por una casi sobredosis y acabo de descubrir que le importo una mierda al chico en el que me eh interesado por completo. Sin embargo es casi imposible, no había nadie alrededor con quien desahogarme sin que exigiera respuestas de las que no me atreviera a contestar. Apoye la cabeza en la ventana. Odiaba estar sola cuando me sentía de esta manera, sin salida y sin ningún consejo a la mano, sin nadie que estuviera aquí para decirme que todo iría bien aunque no lo fuera.

Fue ahí donde me di cuenta que eh perdido más de lo que quería creer, mi vida, mis aspiraciones, las amistades incondicionales... mi trabajo. Reí fríamente al recordarlo, Genial ha pasado dos semanas desde que se suponía que regresé de vuelta al trabajo. A Jeremy no le ha de calentar ni el sol.

Mi corazón se detuvo. ¿Por qué estaba tan afectada por el desprecio de Declan? Debería de estar más preocupada por todo lo que gira en torno a mi vida. Tendría que estar más deprimida por la inevitable ruptura de mi amistad con Owen. Ahora es cuando lloraba desconsoladamente por haber perdido el trabajo. No obstante estaba aquí sentada lloriqueando por quien me obligo a cometer semejanza tontería, quien me obligo y amenazo sobre mi bienestar y el de Ava. Quien no ha hecho más que hundirme en humillaciones y vergüenzas. A quien se supone y odiaría con toda mi alma.

Maldita ironía que me daba la vida. pensé

Un golpeteo a mi lado me regresa a la realidad. Jordan hace una seña desde afuera indicando que todo está en orden. Doy un respiro antes de tirar de la puerta y permitirme ser ayudada por el hasta el tramo de escaleras. Una vez y estoy al pie de la puerta rebusco entre los bolsillos de mis pantalones para dar con las llaves, las introduzco y calmadamente abro la puerta.

Nadie estaba en casa. Eso mando un encogimiento a mi corazón. Últimamente me aterraba estar sola por tanto tiempo. Me deslizo y sin saber por qué, invito a Jordan a pasar. Creo que ahora lo que menos me atormentaba era que atentara contra mi hallándome tan indefensa y debilucha que nada.

-¿Tienes hambre?

La pregunta suena tan extraña proviniendo de él.

-¿Tacos?

-¿Tacos?-Pregunté de vuelta desconcertada. Él se deshace de la chaqueta y enrolla las mangas de su camisa hasta los codos.

-Ya sabes, tortilla con carne, verdura, tal vez salsa...

Una sonrisa débil se forma en mi cara.

-De acuerdo, se lo que es un taco.

Sonríe y sin esperarlo más avanza en grandes zancadas girando a la derecha para encontrar la cocina. Dejo las llaves en el sillón y frunzo el ceño. ¿Iba a cocinarme? ¿Sabía cocinar? ¿Por qué querría cocinarme? Hay que admitir que era un gesto muy gentil de su parte. Lo correría de la manera más torpe posible pero mi estómago rugía hambriento y al momento en que el olor delicioso de carne llego a mis fosas nasales un estallido se desato en mi paladar.

Vale. Comería primero y después lo echaría.

Decidí lavarme la cara y cambiarme. Sin tomar en cuenta que se dé cuenta de mi ausencia entro a mi habitación. Tiro la sudadera a la cama y me acerco al baño. Apoyo ambas manos en el lavado y levanto la mirada. Dios me veía terrible. Mi piel más pálida de lo normal, las ojeras atormentando mi cara y mis ojos aún no se deshacían del color rojo irritante.

PREDOMINIO (Detenida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora