Capitulo- 23

23 5 0
                                    


"Lo había matado, la bala había resonado por toda la habitación, el chico que tenía a escasos centímetros de mi estaba muerto"

Las farolas y las luces parpadeantes sobresalían de las paredes, al otro lado de la habitación Declan me gritaba horrorizado, alarmado no por el ligero remordimiento del cadáver que está justo en frente, si no, aterrorizado por el sonido agudo de las patrullas que se acercaban a gran velocidad hacia acá. Mi garganta se cierra obligándome a tragar duramente. Era imposible apartar la mirada de aquellos ojos grises, pálidos sin brillo. Sin señal de vida. El peso muerto de mis manos se vuelve más pesado como para seguir cargándola, el arma esta posada en el, regreso la mirada desesperada, esperanzada por encontrar el seguro en ella y echarle la culpa a un mal juego de mi mente. Un grito horrorizado se me sale de los labios, arrojo el objeto a un lado para ver como Declan se abalanza para tomarlo.

-Tenemos que irnos. Harper vamos, todo estará bien.-Los brazos de Declan aparecen en mi campo de visión, me aparto al instante asqueada. Su mirada me atrapa y odio verme reflejada en ella, indefensa, escandalizada y destrozada.-Están viniendo. No tenemos tiempo. Ven aquí.-La suavidad en su voz me hace temblar deliberadamente. Intenta sujetarme de nuevo pero esta vez yo aparto su mano con un manotazo. Suelto un sollozo que ya no me es posible contener, entonces Declan da un paso tambaleante antes de sujetarme por la cintura y levantarme del suelo, con la mirada en otro lado, ignorando mis gritos y sollozos, pataleo con fuerza retorciéndome en sus brazos, el me arrastra hasta la puerta, yo me aferro a la ella gritando a la nada, a la figura tumbada en el suelo, exigiéndole que se levantara y continuara con su tarea de deshacerse de mí.

-¡Suéltame! ¡Debo ir a llamar a un paramédico! Él puede estar vivo ¡No lo abandones!-Declan batalla para abrir la puerta del auto. Haciendo caso omiso a mis gritos.-¡Suéltame!

-¡Basta!-Ruge estampándome contra el cofre.-No hay nada que puedas hacer. Está muerto.

-Déjame intentarlo.-tartamudeo como puedo con las lágrimas dentro.-Por favor...Declan déjame.

Su mirada se aparta de nuevo.

-No permitiré que regreses. Pueden descubrirte.

El ardor en mi pecho hace que quiera dispararme para estar aliviada.

-Entonces déjame, me entregare. Yo lo eh matado. Nadie sabrá de ti.-tanto como esas palabras dejaron mi boca el habla de manera aireada y claramente irritada.

-¿Estas demente? ¡No te dejare entregarte! No cargaras en los hombros un peso que no te corresponde.

Mi mirada se carga de resentimiento.-Yo le eh disparado.

-Por mí. Lo has hecho por mi.-clava su mirada nuevamente en la mía.

-No lo entiendes.-niego sonriendo con tristeza.-Acabo de asesinar a alguien. Sé que para ti es cosa que sucede todos los días. Yo... no quise venir aquí en primer lugar.

-Sin embargo aquí estas.-masculla duramente.-y no hay vuelta atrás.

Declan me suelta de repente. Rodea el auto con mi mirada encima, cierra fuertemente la puerta y golpea el volante exasperado. Lo veo desde afuera conteniendo el aliento, con la cabeza perdida en otro lado. Las lágrimas dejaron de bajar por mis mejillas sin que me diera cuenta. Los latidos de mi corazón cada vez más pesados. Las imágenes de los sucesos me abruman torturándome. La mirada del chico queda impregnada en alguna parte remota de mi cabeza y no se va.

Me entraron sobrehumanas ganas de llorar, pero solo eso. Las ganas. Porque mis ojos irritados e inyectados de sangre ya no dan para más. Con el resentimiento floreciendo dentro de mí me niego a dedicar una sola mirada a Declan. Él no era el culpable. Me dije a mi misma defendiéndolo. Nunca me obligo a disparar. Yo tuve elección y escogí hacerlo aun no tomando en cuenta lo que eso llegaría a significar para mí. Bien pude haber dejado que las cosas sucedieran como tal, sin intervenir, hubiera sido lo mejor. Pero mi mente se rehusó, se aferró a ese instante en que colapsó por completo al verlo en manos de un desconocido, fue entonces cuando Declan se convirtió en una prioridad.

PREDOMINIO (Detenida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora