PREDOMINIO (Detenida)

Capitulo- 31

-Los trucos Psicológicos no sirven conmigo. Yo me encargue personalmente de llevarla de vuelta a florida, no existe modo de haber interferido, peor aún localizarla.-La voz de Declan llega a mis oídos en un tono áspero y distante, como si el mismo se sorprendiera de admitir alguna posibilidad de que fuera cierto lo que le está diciendo Fred. Quería salir corriendo, tomar un taxi y alcanzar a Kayla. Pero algo me impedía moverme y hacerle caso a mis instintos primordiales. Estaba tan desesperada de saber cómo manejaría Declan la situación, si accedía o no. Si ahora mismo tuviera en mente de que le eh obedecido y este corriendo a varios metros de distancia o si estuviera maldiciendo por lo tan bien que me conoce como para saber que sigo aquí.

Había una razón que superaba a todas mis dudas. Descubrir quién era Jeesly.

-¿Quieres comprobarlo por ti mismo?

Un silencio glacial me congela los pulmones. Lleve una de mis manos rápidamente a la boca apara opacar un tosido tosco debido al polvo dentro de mis fosas nasales pero reaccione demasiado lento. Mi corazón dio una voltereta mortal en su lugar.

-¿Harper? ¿Podrías salir por favor? Declan parece un poco indeciso aquí, venga échale una mano y ven conmigo. Prometo que no te tocaremos en lo absoluto.

-¿Crees que es lo suficiente estúpida como para creerte eso?-A pesar de la seguridad en su voz, exclamó en voz alta:-Quédate en donde estas Harper, no hagas algo más estúpido aun.

-Eres solo un simple hombre Declan, no sé cómo es que te llega a la cabeza la mínima idea de manejar la situación a tu antojo.

-No veo a ningún idiota que no seas tú Fred, perdona si considero una posibilidad de hacerlo a mi antojo.-Ese tono burlón y agresor inundo cada parte de mi de alivio. Tuve una vaga esperanza de que Declan por fin recapacitara. Esa era una muy buena señal de que no estaba interesado en rendirse. Me puse de pie temblorosa, mirando de reojo cada rincón de la habitación, incomoda de que alguien se hubierese colado por la ventana y estuviera observándome atentamente.

-Me sorprende que Jeesly no te mueva ni un poco. Pensé que entre los dos revivía la química pura del amor.-la sonrisa de Fred se expandió por todo su rostro al verme salir de la habitación. Posee mis ojos fijamente en los de él, esperando a que siguiera con su acusación, sintiendo una opresión en el pecho al oírlo.

Declan se volcó bruscamente, fulminándome con la mirada se posicionó delante de mi gruñendo.-Te dije que no te movieras.-Masculla en tono áspero.

-Como si no me conocieras aun.-Gruñí de vuelta sin mirarle.

-¿Entonces qué? ¿Nos vamos querida? Jordan se pone de los humos cuando se impacienta.

Un escalofrío recorrió mi columna vertebral. Declan colocó su brazo a unos centímetros de mi pecho, manteniéndolo en el aire esperando chocar conmigo en un momento dado. Le dirigí la mirada, ofendida de que tomara precauciones, como si estuviera temeroso a que diera un paso adelante. Fred alzo las cejas y se recargó en el mueble que hace unos momentos me sirvió como barrera protectora en la puerta. Sus ojos azul cristalino se posaron directamente en mí estudiándome con detenimiento a la vez que Declan mantenía el aliento y luchaba por regularizar su propia respiración. Dos hombres entraron a la habitación, con armas en las manos apuntándonos minuciosamente.

-Harper, será mejor que me acompañes ahora.-La voz de Fred perturbó mis sentidos, entre cerré los ojos ignorando mi pulso disparado.-Él no tiene la oportunidad... saldrá lastimado si intenta algo por su cuenta, no hagas que pierda la cordura por algo que tiene solución. Tú eres la solución.

Me encontraba mordiéndome el labio inferior con fuerza, Declan dio un paso atrás apegando su espalda contra mi dorso. La ráfaga de calor que transmitía su cuerpo al mío fue como una descarga eléctrica casi instantánea. Su mano buscó la mía, entrelazo nuestros dedos casi vacilando y dio un apretón.