Era la primera vez en demasiados años que Waylon y Eddie estaban en una verdadera casa.
No una cabaña casi destruida.
No un asilo infernal.
Ni nada parecido.
Este era el lugar donde su hijo había crecido los últimos 8 años.
Era una casa cálida y bastante grade.
Tenía todo lo que Eddie y el soñaban para su pequeño.
Una cocina, un comedor, la sala, el cuarto de su hijo era perfecto.
Lleno de dibujos y fotografías, además de todos los juguetes que el pequeño cuidaba por ser regalos de sus amigos.
Y lo más especial fotos de Waylon y de Eddie.
-es todo perfecto Miles...-
-tu hijo ha sido la persona más especial para mi Waylon, si no lo hubiera tenido cuando Salí de ese lugar creo que no hubiera podido continuar...-
Eddie aún estaba sorprendido por todo.
Él sabía que su hijo era especial desde antes que naciera, pero ahora que veía todo lo que podía hacer.
Eso superaba sus sueños, y todo lo que él y Waylon imaginaban para su pequeño.
A veces se quedaban hasta muy noche hablando de lo que le pequeño Miles estuviera haciendo, de si estaba bien de salud, o que le gustaría.
Eddie pensaba que su hijo sería igual de extrovertido que ellos dos, un niño asustado por no tener a sus padres, pero Miles le había educado para ser totalmente lo contrario.
El pequeño era muy sociable por lo que había escuchado, tenía muchos amigos, tenía demasiados pasatiempos.
Su hijo era el niño que él siempre quiso, y se lamentaba que su pasado lo había alejado de él 8 años.
El agente que los recibió cuando llegaron a esa casa, les explico sobre la búsqueda que se estaba haciendo para encontrar a su hijo.
En cuanto a ambos, el caso de Eddie era bastante delicado.
El aun tenia cuentas pendientes por lo asesinatos de varias mujeres, pero tomarían las torturas y todo lo ocurrido a manos de Murkoff para que su sentencia fuera menor.
Posiblemente tendría que estar bajo vigilancia permanente y libertad condicional de por vida.
Pero era lo menos que podía recibir después de todo lo que había hecho.
Waylon por su parte recibiría toda la ayuda que necesitaba para volver a su vida normal, las pruebas que Miles había entregado en su nombre ayudaron a detener a Murkoff.
Era un alivio saber que todo su sufrimiento había conseguido destruir a esos malditos, pero ahora lo que más le importaba era encontrar a su pequeño y después pensaría en una forma de que su familia pudiera estar junta.
-tenemos entendido que Richard Trager no tiene familia, y no hay ningún lugar donde pudiera ocultarse 8 años sin que lo descubriéramos-
-pero lo hizo, y ahora tiene a mi hijo...-
-Eddie, calma...-
-él tiene razón Waylon, ahora tenemos que concentrarnos en esto-
Entonces un policía entro corriendo trayendo una carpeta.
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La pesadilla de Miles
FanfictionSegunda parte de Pesadilla de Waylon. Miles decidido a cumplir la promesa que le hizo a su "hermano" Waylon antes de que este falleciera, cuida y protege a su sobrino. Pero con la sombra de todo lo ocurrido aun persiguiéndolo sabe que las cosas no s...