La pesadilla de Miles

Hasta el amanecer

Eddie se había despertado en medio de la noche al no sentir el cálido cuerpo de su esposa junto a él.

Estaba por levantarse a buscarla cuando entro por la puerta con un gran vaso con agua entre sus manos.

Aun con el paso de los años la sola imagen de Waylon usando una de sus creaciones, como el hermoso camisón azul que usaba esa noche, era suficiente para hacer el corazón de Eddie latir con más prisa.

-lo siento te desperté...-

-sabes que no me gusta dormir sin ti a mi lado Darling-

-fui por algo de agua, y a ver a nuestros hijos-

-son las tres de la mañana, deben estar durmiendo ahora-

-lo sé pero amo poder ver sus caritas tranquilas descansar en la noche...-

Eddie sonrió tranquilamente al ver el suave y tierno rostro de su amada suspirar ante la imagen.

Sus hijos eran perfectos a los ojos de ambos, aunque debía de aceptar que tratar con el pequeño Miles había sido difícil en un inicio.

Era tan parecido a su cuñado, que casi siempre terminaban discutiendo por las cosas más simples.

Vio a su amada quitarse su bata de noche dejando sus hombros a su alcance.

Desde su posición podía apreciar los leves moretones que aún quedaban marcados en la piel de su esposa.

Desde que conoció a Waylon tenía la fuerte necesidad de marcar todo su cuerpo con su boca y sus toques.

Vio cómo su rubio tomaba el contenido del vaso antes de dejarlo sobre su mesa de noche.

Evito que este se volviera a recostar tomando firmemente su cintura y abrazándolo contra su pecho.

-Eddie...-

-shh querido, déjate llevar....-

Waylon coloco sus manos sobre las de Eddie mientras sentía a su esposo acomodarse en la cama para quedar sentado dejándolo entre sus piernas.

Estaba completamente avergonzado al recordar que esa noche Eddie había decidido acostarse solo en su ropa interior negra, que se ajustaba demasiado bien a su cuerpo.

Los labios de su esposo recorrían con fervor su cuello y de vez en cuanto paseaba su nariz aspirando el aroma de su cabello.

-a pesar de que amo a nuestros hijos, ya no puedo disfrutar tanto de ti como quisiera Waylon-

Las manos de Eddie jalaron uno de sus tirantes rompiéndolo en el proceso, dejando su pezón a la entera disposición de este.

Sus enormes dedos jugueteaban con ese rosado montículo, retorciéndolo y jalándolo, pellizcándolo levemente hasta ponerlo completamente duro.

Haciendo gemir a su esposa que comenzaba a pegarse más contra el pecho de Eddie.

-querida amo tus gemidos pero si no bajas el tono de tu voz nuestros hijos podrían descubrir lo puta que puedes ser cuando te toco...-

Waylon avergonzado coloco su mano contra su boca, mientras la derecha aun apretaba la mano de Eddie que estaba en su cadera.

Los dientes de Eddie comenzaron a juguetear con su oreja, mordiéndola y lamiendo todo el contorno.

-por favor Eddie....-susurro tratando de no gritar-....no podre contenerme más-

Su esposo termino por jalarlo hasta dejarlo recostado en la cama, apresándolo aún más con su cuerpo mientras sus labios devoraban los suyos en un desesperado beso.