La pesadilla de Miles

Mi único pensamiento

Waylon apenas había podido dormir en aquel vehículo.

Eddie le había insistido que descansara.

Después de todo nadie sabía lo que les esperaría en aquel lugar.

Pero su hijo podía estar asustado, herido o...

No...no debía pensar en eso...

Sintió los brazos de su marido apretarlo entre el sueño.

Su relación había madurado demasiado desde que salieron del asilo.

En ese momento estuvo muy tentado de dejar a Eddie solo en ese lugar.

Olvidar todo e ir con Miles y su hijo.

Pero recordó su vida antes de Eddie...

Su esposa era muy buena, y sus hijos maravillosos.

Pero Eddie....

Él había conseguido hacerle sentir algo nuevo, algo que ninguna mujer logro.

Había la posibilidad de que todo fuera parte de los experimentos de Trager.

Todo podía ser una mentira.

Pero al ver a su hijo en los brazos de Miles, se dio cuenta que no era así.

Él amaba a Eddie Gluskin.

Así que aun pudiendo morir, volvió al asilo.

Y encontró a Eddie...

Ambos lograron salir, y desde entonces estaban juntos.

Cada mañana lo primero que veía eran los ojos azules de su esposo, sintiendo sus manos abrazarlo fuertemente.

Habían tenido problemas por los cambios de humor de Eddie, pero con el tiempo aprendieron a vivir tranquilamente.

Al inicio como amigos, pero poco a poco retomando el amor que se habían demostrado dentro de aquel edificio.

Eddie había sido el esposo perfecto.

No tenían casi nada, pero a la vez lo tenían todo.

También habían conseguido que Eddie entendiera que Waylon era un hombre, y a pesar de los problemas que eso trajo en un inicio, lograron superarlo hablando y enfrentándose juntos a la mutilación que Trager había hecho en el cuerpo del rubio.

Aún tenía esa cicatriz en su cuerpo, cuando pudo recuperar sus recuerdos fue muy fuerte enfrentarse a su nueva imagen.

Pero Eddie le quería así, y no le daba asco tocar su cuerpo.

Aquello fue la motivación principal para enfrentar su nuevo trauma.

Juntos también enfrentaron el pasado de Eddie.

Le costó mucho que él le contara sobre su familia, y sobre todo que admitiera lo que había hecho con esas mujeres.

Hasta que lo consiguió, y el cambio en Eddie fue increíble.

Era más abierto a la realidad, y aunque fue difícil aceptar todo aquello, él amaba a Eddie lo suficiente para ayudarlo.

Así que ahora ambos estaban estables para poder enfrentar todo junto.

Y más ahora que su hijo estaba en peligro.

-ya casi llegamos...-

Waylon miro hacia la carretera, pensando una última vez en cómo se veía su pequeño el día que lo entrego.

Esos ojos miel como los suyos.

-Miles espera...iremos por ti...-

Eddie beso su nuca mientras lo abrazo con más fuerza.

-todo estará bien Waylon...-

Miles por su parte miro a la pareja, era un alivio ver que ambos estaban bien juntos.

Y que se amaban.

Era la primera vez desde que los conoció, que en verdad podía sentir que ellos eran una familia.

La familia que junior merecía.

Y que el a pesar del esfuerzo no había podido darle.

-chicos, prepárense tendremos que caminar desde aquí-

Los dos lo miraron a los ojos y afirmaron con su cabeza.

La paz que se había formado en ese auto terminaba ahora.

Debía concentrarse.

Salvar a Miles era su único pensamiento.

El pequeño saldría.

Pero los tres se asegurarían de enviar a Trager de vuelta al infierno.

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