Caminos separados: Miles

444 62 2
                                    


Los alrededores de la gran mansión estaban completamente desolados.

Como si hace tantos años ni un alma hubiera pisado aquellos lugares.

Lo poco que alcanzaban a ver del edificio les recordaba al asilo Mount Massive, tanto por sus colores, como por la tétrica aura que rodeaba el lugar.

En la mente de los tres cruzaba en ese instante el primer día que vieron aquel antiguo asilo, y los horrores que tuvieron que soportar dentro del lugar.

-sería buena idea dividirnos...-

-sí, Eddie y tu vayan por atrás de la mansión, yo buscare como entrar por el frente-

-Miles...-

-estaré bien Waylon, lo importante es encontrar a junior pronto.-

El rubio asintió y tomo la mano de su esposo para ir entre la sombra para llegar a la parte posterior del edificio.

El reportero espero a que se alejaran para continuar su camino.

Vio la puerta del edificio y se dio cuenta de las cámaras que vigilaban la zona.

Si quería seguir avanzando debía evitar ser visto, pero cabía la posibilidad de que Trager ya supiera de su llegara, y los estuviera esperando desde hace tiempo.

Vio entonces una ventana abierta en el segundo piso, y justo debajo de ella una escalera algo vieja.

¿Por qué siempre tenía que entrar por las ventanas a esos lugares?, pensó algo divertido antes de correr hasta el lugar y colocar la escalera.

Se veía muy frágil, así que tendría que ser rápido cuando subiera.

Comenzó a subir la escalera, cuando escucho una voz, así que apresuro aún más su andar, y termino por entrar por la ventana.

Desde el marco de esta vio a un sujeto vestido en traje hablar por celular y fumar un cigarro.

-solo quiero que mantengas vigilada a la mujer del hospital, al menos hasta que termine con todo esto......no me importa que tengas que hacer, si tienes que matarla le metes un tiro, pero no quiero que ni ella ni Upshur me estorbe....el idiota de Waylon ya debe haber encontrado la nota así que no tardara en venir a buscar al mocoso....bien vigila a todos y tendrás tu dinero pronto.-

Por la mente de Miles paso la imagen de aquella mujer rubia de ojos verdes, así que tomo su celular y mando un mensaje a ella y a su primo.

Están en peligro, tienes a una rata vigilándolos.

Apago su celular, pues al parecer aun no sabían que el también iría a buscar al pequeño, lo cual era una suerte para todos.

Vio la habitación en la que estaban y parecía un cuarto común y corriente.

Aunque había una foto de alguien que el reconocía perfectamente.

La tomo y la guardo dentro de su saco, podría ser que eso le ayudara más adelante.

Reviso los pasillos y al ver que no había nadie salió con mucho cuidado, debía encontrar antes que nada la salida, y después a su sobrino.

Cuando supiera que el niño estaba a salvo volvería por Park y por Gluskin.

Ahora mismo lamentaba no haberles dado nada para comunicarse, pero estaba seguro de una cosa.

Eddie Gluskin siempre protegería a Waylon, sin importar que eso pudiera significar su propia muerte.

Vio acercarse entonces a alguien por el otro extremo del enorme pasillo, por lo cual corrió a ocultarse tras una puerta.

Cuando vio la sombra de aquel sujeto se sorprendió, tanto como se asustó.

Chris Walker, vivo y más aterrador que nunca.

El aun tenia pesadillas con el enorme monstruo persiguiéndolo por Mount Massive, tratando de arrancar sus extremidades y colgar su cabeza cual trofeo.

Trager debía ser el mismísimo demonio si había regresado de la tumba a Walker.

Además se veía en igual control que el día que despertó en la camilla de aquel hombre.

Un títere con mucho poder, en manos de un maestro de las artimañas.

Miles debía tener mucho cuidado desde ahora, pues no sabía que más sorpresas tendría preparado aquel hombre para ellos, aunque conociéndolo no le sorprendería ver a todos los pacientes del asilo atacándolo, persiguiéndolo como en aquellas películas de zombis que tanto le gustaba ver.

Un escalofrió recorrió su espalda, pero tenía que continuar.

Si ese sujeto estaba ahí, su niño podría estar más que en peligro, y la seria quien volviera a sacarlo de ese infierno entre sus brazos.

Y esta vez nadie los separaría.

La pesadilla de MilesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora