Capítulo Cincuenta y cuatro

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Por fin era viernes. Aunque apesta tener que acostumbrarse a levantarse temprano todos los días, la semana pasó muy rápido. El segundo y cuarto período fueron muy fáciles y rápidos y, pasé el almuerzo con Ashton cerca de la parte trasera del colegio, tras una pared donde no había nadie más. Sólo hablamos, reímos y compartimos la pizza que yo había hecho. Fue un almuerzo muy bueno.

No tenía idea qué íbamos a hacer en español hoy, pero en realidad no quería saberlo. Sigue siendo incómodo sentarse junto a Jessie, me gustaría poder sentarme al final del salón, en el asiento vacío junto a Ashton. La clase sería mucho más divertida y sencilla porque... ya saben, Ashton es brillante.

Sonó el timbre y Ashton se puso de pie, tomando mi mano para ayudarme a pararme. Entrelacé nuestros dedos y caminamos en silencio, pasando entre los estudiantes hasta que finalmente llegamos a la clase de español. Jessie estaba de pie, sola, con los brazos cruzados sobre su pecho y su mirada pegada en el suelo. Miré hacia otro lado porque, ¿por qué debería importarme lo que esté haciendo? No debería, esa es la respuesta.

El Sr. Perkins abrió la puera y la clase entró. Solté la mano de Ashton y caminé a mi escritorio, lanzándome a mi asiento, sin preocuparme en mirar a Jessie. Todavía podía sentir la incomodidad y el odio entre nosotras, pero en serio no me importaba. La clase siguió hablando hasta que el timbre sonó otra vez y el Sr. Perkins aclaró su garganta.

- Buenas tardes, clase -dijo-. Espero que hayan tenido una buena semana.

Miré a Ashton quien tenía la cabeza apoyada sobre sus brazos en la mesa. Volví a mirar al Sr. Perkins mientras seguía hablando.

- Así que, hemos terminado con The Great Gatsby -vi por el rabillo de mis ojos que Ashton levantaba la cabeza-, ¡lo que es genial! ¿Qué piensan de la novela? ¿Alguna observación que quieran hacer sobre la historia?

Mi corazón saltó al ver que Jessie levantaba la mano. Miré a Ashton, él la miraba fijo, algo frustrado. El resto de la clase también lo miró, pero ella miraba al Sr. Perkins.

- ¿Sí, Jessie? -preguntó.

- Bueno -respondió-, me di cuenta de un gran cambio en mi opinión sobre Daisy. Creo que es estúpida porque dejó a Gatsby por Tom.

Su tono de voz era muy extraño, no puedo explicar por qué. Me miró por un segundo, como asegurándose de que la estuviera escuchando. Respiré profundo al darme cuenta de qué estaba hablando. Otra mano se levantó al fondo del salón y mi corazón saltó aún más al darme cuenta que se trataba de Ashton, con una mirada mucho más frustrada que antes.

- Uhm, corrección -dijo. Su mirada estaba sobre el Sr. Perkins, pero sabía que en realidad le estaba hablando directamente a Jessie-: Daisy no dejó a Gatsby por Tom. Estuvo obligada a hacerlo, duh.

Su tono de voz también era extraño y, era algo sexy, en realidad. No debería estar pensando en eso ahora.

- No estuvo obligada -respondió Jessie. Miró a Ashton y sus miradas se encontraron, probablemente por primera vez en años-. ¿Por qué se casó con él, entonces?

- ¿No te acuerdas? -escupió Ashton. Todos los miraban, moviendo la cabeza de un lado hacia el otro a medida que Jessie y Ashton intercambiaban palabras. Yo incluida- Recibió su carta justo antes de casarse con Tom. Ya no quería casarse con él pero aun así lo hizo. Porque, como claramente dije antes, estuvo obligada a hacerlo.

- Hm, interesante -dijo Jessie-. Porque según lo que yo sé, si realmente te importa alguien, te quedas y no le das la espalda -su mirada seguía pegada a Ashton, pero algo me dijo que a este punto me hablaba a mí.

The Chase || Ashton Irwin (Traducida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora