The Chase || Ashton Irwin (Traducida)

Capítulo Veinticuatro

Ashton dejó escapar una adorable risita ante mi falta de experiencia y también abrió una botella.

-¿Podemos jugar beerpong? -sugirió Natalie. Todos en el grupo asintieron y caminé junto a ellos. Seguimos a Michael a su vacía mesa de cocina.

-¿Cómo se juega? -pregunté mientras Michael sacaba todos los vasos y los llenaba de cerveza.

-Bueno -dijo Ashton, inclinándose un poco para poder escucharlo-, se hacen grupos y el grupo que parte intenta hacer que las bolas reboten hasta los vasos y al final, el otro grupo debe beber por cada vaso que tenga una bola.

Asentí, se veía simple. Michael y Calum terminaron de ubicar los vasos y trajeron bolas de ping pong de algún lado.

-¿Grupos de a dos? -preguntó Michael. Todos estuvimos de acuerdo.

-Parece que estarás conmigo, bebé -me dijo Ashton. Su voz sonó ligera en mis oídos, el alcohol ya se estaba apoderando de mi sistema, pero no me importó.

Ashton y yo nos paramos junto a la mesa. La música parecía estar cada vez más fuerte y el ritmo de mi corazón comenzaba a acelerarse. La energía surgió en mí cuando el juego comenzó. En realidad era buena al igual que Ashton. Todos estaban cada vez más ebrios en cada ronda.

Las 6 bolas que Michael y Sidney lanzaron, cayeron en los 6 vasos. Definitivamente el alcohol estaba apoderándose de mí. Tomé dos vasos al igual que Ashton y dijimos “salud” antes de beber. La cerveza sabía increíble, nunca habría pensado que algo tan sucio podría ser tan genial. Ashton obviamente también estaba muy ebrio, me miró con una tonta sonrisa y los ojos entrecerrados y ambos bebimos de un vaso más. Tomé sus manos y lo besé suavemente, el alcohol en sus labios sabía incluso mejor que el alcohol en las botellas a mí alrededor. Ashton entrelazó nuestros dedos mientras el juego seguía.

…

Después de un rato, Calum sacó una cajetilla de cigarros.

-¿DE DÓNDE SACASTE ESOS? -dijo Ashton. Casi tropezando, tomó la cajetilla. Su voz era ronca y sexy y la forma en que caminaba medio tambaleante era muy atractiva y no sé por qué. No sé qué pasó, pero no me detuve. Con fuerza tomé la mano de Ashton y lo alejé de Calum- ¿Qué pasa? -dijo Ashton, poniéndome total atención.

-Ven aquí -dije, sacándolo de la cocina. Se veía confundido pero me siguió. Dábamos empujones a la gente que pasaba y miraba las puertas de la casa de Michael hasta que encontré lo que buscaba: la habitación de invitados. No había nadie y casi arrastré a Ashton junto a mí.

-Brooke, ¿estás bien? -preguntó Ashton. Obviamente seguía ebrio pero se veía preocupado.

-Sí, estoy bien -respondí. La habitación quedó en silencio por un segundo. Lo miré y él me miró.

Era como si una vez más leyó me mi mente y prácticamente nos atacamos al mismo tiempo. Ashton envolvió sus musculosos brazos alrededor de mi cintura y me acercó a su cuerpo, al instante pegando sus labios a los míos. El alcohol y la nicotina sabían increíble mientras nuestras lenguas batallaban. Envolví mis brazos en su cuello y Ashton me llevó contra la pared mientras movía sus labios con los míos.

-Ya veo lo que pasa -Ashton sonrió, los químicos en su sistema hacían que su voz estuviera increíblemente ronca. Movió sus labios por mi cuello y succionó suavemente en mi piel, haciendo que un gran gemido saliera de mi boca.

-Ashton…

-Shh.

Siguió besando mi cuello y sentí un fuerte apretón en mis muslos. Ashton me levantó del suelo, con mi espalda aún pegada a la pared. Abrí los ojos para encontrarme con la ardiente mirada de Ashton mientras envolvía mis piernas alrededor de su cintura. Sentí sus enormes manos acariciar mi espalda de arriba hacia abajo hasta llegar a mi trasero y dejé escapar un pequeño grito, lo que hizo que Ashton sonriera satisfecho. Seguía besándome, pero ahora era mi turno. No tenía idea que era capaz de hacer esto, pero estaba completamente sorprendida e impresionada conmigo misma cuando tomé el rostro de Ashton suavemente entre mis manos para retirar sus labios de mi clavícula. Saqué su desordenado cabello de su rostro y le besé la mandíbula. Un ronco gemido hizo eco en mis oídos e hizo que mi corazón se acelerara.