Capítulo Once

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El resto de la semana pasó muy rápido. No tenía muchos deberes que hacer y no tuve que darle más clases a Ashton durante la semana, lo que definitivamente era algo bueno luego de lo que sucedió la última vez. Todavía me sentía extremadamente mal por haberle preguntado por sus padres. No quise hacer que se enojara, además, ¿por qué se molestó tanto?

No podía dejar de pensar en el hecho de que hubiera tanto sobre este chico que yo desconocía. No sabía por qué me importaba tanto, pero así era. Era como si hubiera una parte de él que nadie conocía y eso me molestaba. Hice lo mejor que pude para no pensar en Ashton mientras iba a mi trabajo en la oficina de mi padre esa mañana. Tenía una pasantía ahí y no me pagaban. Mi plan era que trabajaría en la compañía de mi padre cuando cumpliera los 18, ¿por qué no prepararme desde ahora?

-¿Cómo va la tutoría? -me preguntó mi padre mientras íbamos a su oficina. Se me revolvió el estómago un poco.

-Muy bien -respondí, mirando por la ventana del auto.

-¿Sabes? Eso se verá muy bien en tu currículum universitario -siguió hablando. Decidí intentar no demostrar mi fastidio al hablar de eso. Volteé a mirarlo y sonreí.

-¡Lo sé! -dije felizmente.

Finalmente llegamos al edificio de mi padre (es dueño de una compañía de seguros) y lo seguí hacia el piso de su oficina. Pasé las siguientes 4 horas haciendo lo de siempre: limpiar, archivar papeles, llevar café a los colegas de mi padre. Lo usual. Intenté enfocarme en mi cita de esta noche. ¿Qué debería usar? ¿Qué debería decir? Nunca he sido de esas chicas que van a citas tan a menudo. La verdad es que nunca he salido en una cita real en mi vida. 

Mi turno se había acabado muy rápido, ahora era tiempo de arreglarme para mi cita con Nick. 

Una vez que llegué a casa, busqué en mi closet algo lindo. Decidí usar una falda tubo negra y una blusa rosa. Dejé mi ropa sobre mi cama y tomé una ducha rápida. Mi madre me ayudó a ondular mi cabello porque era muy buena en eso. Me maquillé con un poco de máscara de pestañas y rubor. 

Antes de darme cuenta, sonó el timbre de la casa. Nerviosa, bajé las escaleras.

-Oooooohhhh, ¿es tu novio? -me molestó mi pequeño hermano. Lo empujé y abrí la puerta. Nick vestía una camisa a botones azul, jeans oscuros y unas converse. Se veía muy atractivo.

-Wow -dijo-, te vez muy linda.

Me reí y lo dejé pasar. Mi madre bajó las escaleras. Genial. Le di una mirada que decía que actuara bien.

-¡Hola! -saludó. Él le estrechó su mano, como un caballero. Observé asombrada la forma en que Nick hablaba a mi madre con tantos modales.

Algo que Ashton nunca haría, dijo una voz en mi cabeza. Rápidamente la saqué de mi mente, no necesito pensar en Ashton esta noche. Pasaron unos minutos antes de que Nick volteara hacia mí.

-¿Lista? -preguntó dulce. Asentí, lo tomé del brazo y me despedí de mi madre. Nick y yo salimos y caminamos hacia su auto. Era un Escalade negro, uno muy genial, debo decir. Pensé en esa vieja camioneta roja, una pequeña risa se escapó de mis labios. Al instante lo alejé de mi mente porque sabía que no podía evitar que Ashton tuviera un auto como ese.

-¿Dónde vamos? -pregunté. Nick se sentó en el asiento de conductor de su auto. Abrí la pesada puerta del auto y luché por entrar en el enorme vehículo. 

-¿Lo lograste? -preguntó Nick. Asentí y finalmente me puse el cinturón- Te llevaré a un lugar donde probablemente nunca has ido -Nick sonrió, saliendo de la calle de mi casa. El camino fue silencioso al principio hasta que Nick comenzó a hablar mientras llegábamos a la calle principal de la autopista-. ¿Te gusta Las Vegas? -preguntó. Miré por la ventana todas las luces que pasábamos. Las Vegas tenía una linda vista en la noche. Muchas luces de neón, frases iluminadas sin mucho sentido.

The Chase || Ashton Irwin (Traducida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora