Capítulo Veintiocho

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Caminé rápido hacia el árbol donde estaba Ashton con Michael y Calum. Ashton se estaba riendo de algo que Michael dijo, pude escuchar su risa desde donde estaba. Me sonreí a mi misma y me acerqué al grupo.

-Oh, hola, bebé –dijo Ashton dulcemente y puso su brazo sobre mis hombros.

-¿Listo? –pregunté. El asintió, nos despedimos y caminamos al estacionamiento. Ashton mantenía su brazo sobre mis hombros y me acercaba a él cada vez que pasábamos cerca de un grupo de deportistas. Vi a Luke y nuestras miradas se encontraron. Me reconoció y me sonrió, yo también sonreí y seguí caminando.

Al menos Luke seguía siendo agradable a pesar de todo lo que sucedió entre su mejor amigo y yo. Puede ser porque va a salir con Jessie y sabe que somos amigas.

Finalmente llegamos a la camioneta de Ashton y él abrió la puerta por mí. Se sentó en el asiento de conductor, prendió la radio y una canción heavy rock se escuchó por los parlantes. Tomó unas cuantas curvas y rápidamente llegamos a mi casa ya que no vivo muy lejos del campus. Ashton detuvo el auto y ambos bajamos.

-No creo que mis padres estén –dije. Mi padre trabaja hasta las 7:00 todos los días y mi madre sale de casa como a las 3:00. Ashton asintió y me siguió a la entrada principal. Busqué mis llaves en mi bolso y abrí la puerta. Vi la sorprendida mirada de Ashton cuando entramos. Cerré la puerta tras mío, intentando no sentirme mal.

-Es linda –dijo Ashton entre dientes.

-Vamos a la cocina –dije. Tomé su mano mientras él miraba alrededor de mi enorme living. Su mano estaba extremadamente sudada-. ¿Mamá? –dije para romper el silencio. No hubo respuesta- Sí, no hay nadie.

-Demonios, este lugar es increíble –remarcó Ashton. Se notaba que estaba muy asombrado y no veo por qué no.

-No es mucho –respondí, intentando no sonar como una adolescente malcriada. Me quité el bolso para sacar mi carpeta, me senté y vi a Ash observando algo en la cocina. Miré tras mío pero no había nada importante-. ¿Estás bien, Ash? –reí, volví a mirarlo.

-Tienes bananas –respondió. Hablaba con su acento original y sonaba como el típico australiano.

Dejé escapar una risita, me levanté y caminé hacia la fuente de frutas que estaba sobre el modular de la cocina. Saqué una banana de la fuente.

-Eres una persona extraña, Ashton Irwin –dije y le tendí la banana.

-Me lo han dicho bastante –rió mientras pelaba la fruta. 

Hojeé el libro de geometría de Ashton hasta que encontré la página que buscaba. Mierda, las demostraciones son difíciles. Recuerdo que las odiaba cuando iba en primer año. Volví a mirar a Ashton, estaba tranquilamente sentado comiendo banana, me recordó a un niño pequeño. Una risita se escapó de mis labios.

-¿Qué? –preguntó.

-No sé –dije con timidez, mirando hacia un lado unos segundos. Tomé un lápiz y le pregunte cuánta materia se había perdido durante la suspensión.

-Dios mío, me perdí de mucho –respondió con un quejido, su boca estaba llena de banana.

-Bien, entonces será mejor que comencemos… -dije, pero fui interrumpida por el sonido de la puerta del garaje. Escuché los tacos de mamá en las baldosas del pasillo- ¿Mamá? –la llamé.

-¿Brooke? –respondió su voz- Pensé que ibas a hacer tutoría… -entró a la cocina y dejó de hablar al mirarnos- ¡Oh! –dijo alegre mientras dejaba su maletín sobre el modular- ¿Vinieron aquí para cambiar?

Asentí. Ashton le dio un último mordisco a la banana y guardó la cáscara en su mochila. Se veía nervioso pero no había necesidad de estarlo.

-Soy Nancy –le dijo a Ashton.

The Chase || Ashton Irwin (Traducida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora