Capítulo Diecisiete

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Se escuchaban más silbatos y ahora todos en el lobby del hotel nos observaban. Sujeté fuerte la mano de Ashton mientras pasábamos entre el montón de personas en la planta baja. Miré por el rabillo del ojo, Michael, Calum y Natalie corrían en otra dirección. Quería gritarles pero decidí no hacerlo, sólo atraería más atención.

Podía sentir el sudor generándose entre nuestras manos mientras corríamos cada vez más. Veía pasar rostros borrosos, no podía seguir, Ashton era muy rápido.

-Brooke, no te detengas -digo Ashton por encima del hombro. Asentí y seguí corriendo. Finalmente llegamos a la escalera que llevaba al estacionamiento subterráneo. Ashton se detuvo y miró alrededor para asegurarse que nadie nos seguía. No veía a nadie pero podía escuchar las fuertes pisadas de los enojados guardias de seguridad.

-Sigamos… corriendo -jadeé. Llegamos al final de la escalera para encontrarnos con el subterráneo. Las personas seguían mirándonos, completamente confundidos de por qué corríamos por nuestras vidas. Miré a un lado del enorme lugar y vi a Michael, Calum y Natalie.

-¡Michael! -gritó Ashton. Su voz estaba ronca por todo el humo que había inhalado- ¿Los perdieron?

-¡No! -gritó Calum. Los tres subieron al auto de Michael y fueron directo a la calle.

-¿Qué hacemos? -pregunté.

-¡Sigue corriendo! -dijo Ashton. En ese momento estaba justo a mi lado, sonriendo. ¡¿Estaba disfrutando esto?!

Doblamos hacia la calle principal.

-Okay, hay mucha gente -dijo Ashton-. Sígueme.

Nos agachamos un poco, intentando perdernos entre la multitud de turistas y personas de Las Vegas. Todavía podía escuchar susurros, me preguntaba cuánto tardaríamos en alejarnos. Justo en ese momento, Ashton se detuvo. Intenté detenerme pero no alcancé y choqué con él. Miró a su alrededor y luego movió la cabeza buscando de dónde venía otro susurro. 

-Mierda -dijo a penas. Su mirada se fijó en un callejón entre dos moteles no muy lejos-. Sígueme -dijo, yo obedecí. Corrimos hasta el callejón. Mis piernas comenzaban a rendirse pero estaba muy asustada como para detenerme. Ashton tomó mi mano y prácticamente me deslizó tras un viejo contenedor de basura. Nos agachamos por unos segundos, jadeando.

-Ashton… -intenté decir, pero Ashton puso su gran mano en mi boca al escuchar a los guardias acercarse.

-Shhh -dijo. 

Esperamos. Después de un rato asomó la cabeza por un lado del contenedor para mirar alrededor. Una linterna se encendió y volvió a esconderse. Estuvimos en silencio un rato. Miré Ashton quien seguía intentando recuperar su aliento al igual que yo. Sonrió.

-Adrenalina -resopló-, me encanta.

-Dios mío, no puedo creer lo que acabo de hacer -dije. Realmente no podía creerlo. Se sentía… increíble. Nunca había tenido ese sentimiento de pura adrenalina como hace un rato. Seguro Ashton lo siente todo el tiempo y nunca se aburre de esto.

Ashton tomó su teléfono para ver sus mensajes. Sus ojos se movían mientras leía, luego suspiró aliviado.

-Los perdieron. 

-Por fin -respondí aliviada.

Esperamos en silencio un poco más. Luego Ashton se levantó y me tendió la mano para ayudarme a pararme. 

-Debemos ir a buscar mi auto -dijo-. Mantente cerca.

Con mucho gusto acepté.

The Chase || Ashton Irwin (Traducida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora