Capítulo Cincuenta y seis

183 20 7
                                    

Brooke y yo salimos de su calle. Ahora teníamos que ir a buscar a Luke y, una vez más, sentí ansiedad y emoción en mi estómago.

- Creí que tus amigos odiaban a Luke -dijo Brooke.

- Lo odian -reí-. Pero les mostraré que Luke no es tan malo.

- Sí, yo tampoco creo que lo sea -pausó-... pero sus amigos sí.

- Bueno, sí, de eso no dudo -acordé-. ¿Me ayudas a encontrar su casa?

- Creo que está en el mismo sector que la de Nick -respondió Brooke. Genial.

- Oh, sí -dije con sarcasmo-. Me alegra tanto pasar por ahí -Brooke se rió y me dio un suave golpe en el brazo.

- ¿A quién le importa Nick? -dijo. Alejé la mirada de la calle para verla, mirando sus grandes ojos café. Me encantan sus ojos.

- Sí, supongo que tienes razón -sonreí. Seguí conduciendo hasta que encontré el sector enorme y elegante donde vivía Nick. La verdad es que no tenía idea de por qué sabía que su casa estaba aquí. Luego recordé la primera vez que Brooke y yo nos besamos, la había ido a buscar a esa gigante casa. Este lugar me da asco.

- Ok, uhm... -Broke pausó al ver el mensaje en mi teléfono que me había enviado Luke-. Tienes que pasar por esa calle enorme, debería estar en la parte más alta. Dice que es una casa blanca que está un poco aislada de las otras.

Asentí y seguí sus instrucciones. Me mantuve en silencio mientras buscaba con la mirada entre las grandes casas que nos rodeaban. Tragué saliva porque solía pensar que la casa de Brooke era inmensa. Me equivocaba.

- Estoy incómodo -dije finalmente, rompiendo el silencio, seguido de una risa. Aunque no sonó muy convincente, ni siquiera para mí.

- Creo que esa es, bebé -dijo Brooke. Me estracioné al reconocer el Escalada de Luke estacionado afuera. Sentí abrir mis ojos muy grandes al mirar a través de la ventana, viendo la enorme mansión que pertenecía a la familia de Luke. Es probablemente la casa más grande que he visto, con paredes blancas y limpias, una ventana frontal gigante y, podía ver una cancha de tenis al lado. La vista desde ahí debe ser increíble, viendo cada aspecto de Las Vegas.

- Es genial -chillé- Escuché la risita de Brooke a mi lado-. Ríete no más.

- Ash, no te preocupes -dijo, inclinándose para besar mi mejilla. Le besé los labios y le pedí que llamara a Luke. No tenía ganas de hablar-. Claro -respondió Brooke, se podía dar cuenta de lo extremadamente incómodo que me sentía afuera de la casa de Luke-. Hey, estamos aquí -dijo. Su voz suena tan perfecta por teléfono. Lo he notado por la cantidad de veces que la he llamado en la mañana.

Miré la casa de Luke y a él saliendo por la cerca, tenía un case de guitarra en su mano. Me vio al acercarse al auto y saludé con la mano.

- Hey, este auto está genial -dijo al sentarse en el asiento trasero. Entrecerré las cejas y miré a Brooke.

- ¿En serio? -pregunté. Encendí esta vieja máquina y no dudé en salir de aquí.

- Sí -respondió Luke. Sonaba como aficionado por mi pedazo de chatarra que llamo auto-. Es muy vintage, estoy seguro que si lo arreglamos un poco se vería genial.

- ¿En serio?

- Sí. Mi papá tiene un montón de herramientas para hacerlo. Te puedo ayudar si quieres.

- Bueno, gracias, amigo -dije. No me había dado cuenta pero puede que tenga razón. Me sorprendí por su cumplido.

- Tu casa es increíble -remarcó Brooke, mirando hacia atrás.

The Chase || Ashton Irwin (Traducida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora