Capítulo Dos

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La mini van de mi mamá comenzó a rugir detrás mío. Miré por última vez mi antigua casa. Era blanca, limpia y común. La voy a extrañar mucho, voy a extrañar todo sobre el Condado de Orange. El glamour, los vecindarios decentes, el caro centro comercial, incluso las chicas malas que obtienen todo lo que quieren.

Pasé mi último día aquí con mis mejores amigos. En realidad no encajo en ningún “grupo”. Ahora que lo pienso, odio esa idea de los “grupos”. Mis amigos y yo somos muy comunes y corrientes.

Fuimos al mall y compré más vestidos veraniegos. Sí, soy muy girly. Me encantan los vestidos, las faldas, las blusas lindas y las flats. Mi cabello largo y castaño siempre está en una trenza al costado y NUNCA uso maquillaje. Odio el maquillaje para los ojos. O sea, un poco de sombra de ojos está bien para ocasiones especiales, pero ni muerta usaría delineador líquido. El único maquillaje que uso es un poco de rubor, tal vez un poco de máscara de pestañas pero eso depende. Siempre intento lucir lo mejor que puedo, no es por nadie en especial, sin embargo creo que la apariencia y la compostura son unos de los componentes más importantes en la personalidad.

-    Adiós Condado de Orange -mi hermano lloriqueó a mi lado. Rodeé mis ojos.

-   Oh, vamos, Steven, ¡dale una oportunidad a Las Vegas! -mi madre sonrió. Le sonreí ya que, a diferencia de mi hermano, estoy dispuesta a darle una oportunidad a esta mudanza.

Pasé las siguientes 4 horas y media dibujando y escuchando música.

Me desperté de golpe por las voces de mis padres.

-    ¡Ya llegamos! -gritó mi padre.

Miré la hora en el reloj de mi celular, eran las 8:30 pm. Debí haberme quedado dormida en el auto. Miré por la ventana para ver el apenas visible contorno de una casa. Era más o menos del tamaño de mi antigua casa, más grande que una casa promedio y era azulada.

-    Lindo -comenté al salir del auto. De inmediato quise volver al sentir lo caluroso y seco que estaba afuera, había olvidado que ahora vivo en el desierto. Lo bueno es que mi armario consiste en vestidos y faldas. Seguí a mi madre mientras que mi padre y mi hermano sacaban lo que había dentro de la mini van. El camión de mudanza estaba en camino.

Mi madre abrió la puerta principal y nos recibió un enorme living, una escalera de 16 escalones y un gran comedor.

-    Wow -dije. Era un living muy sofisticado, a lo que estoy acostumbrada. Seguí a mi madre a la enorme cocina y al cuarto de huéspedes. Todo era muy lindo y elegante, me gustó. Subí la escalera para ver 4 habitaciones más. La suite principal (para mis padres) y otras 3 habitaciones de tamaño medio. Como soy 5 años mayor que mi hermano, elegí primero mi habitación. Me decidí por la de la parte delantera, era grande y espaciosa, con una ventana que daba a las montañas desiertas y al cielo bajo la luz de la luna. La cama ya estaba ubicada y las paredes pintadas de un tenue azul. Tal como la quería.

Pasé la siguiente hora desempacando un poco y preparándome para la escuela. Oh Dios. Mañana comienzo las clases. Sé que estoy lista pero todavía estoy muy nerviosa. Terminé acostándome alrededor de las 10:30 pm, una hora más tarde de lo normal.

The Chase || Ashton Irwin (Traducida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora