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Sentado en el bar esperando a Hamiel, veo como todos aquí parecen disfrutar de sus vidas.

Bailando. Bebiendo.

Al menos así se ven. Hace mas de media hora que le envié un mensaje para juntarnos aquí y como siempre me hace esperar. De seguro está con una de sus interminables novias. Solo espero que no me deje esperando. En este momento es a él a quien necesito para desahogarme y despejar un poco la cabeza, ya que es todo lo opuesto a mi y conoce toda la jodida historia.

Le pido al bartender que me sirva un whisky a la roca. Algo fuerte, tal como han estado mis últimos días. Normalmente para esta fecha me largo de aquí, así no aguanto todas las miradas y preguntas indeseables de personas que estoy seguro no le importa una mierda como me siento, pero con la rueda de prensa en Chicago no me pude escapar esta vez. Todavía recuerdo aquella maldita pregunta.

¿Como le ha afectado la muerte de su hermano?

Le respondo ahora. Mucho. Demasiado. Y es que, ¿cómo no te va afectar la muerte de tu hermano y encima siendo tu el culpable? Más cuando la fecha de ese suceso está tan cerca y que como cada año en este mes es como si lo viviese de nuevo otra vez.

¿Cuanto tiempo tiene que pasar para poder vivir en paz?

Creí que Deana seria mi felicidad, mi escape a ese pasado que tanto quiero olvidar, pero últimamente no se que es lo que nos está pasando a los dos que ya no somos los mismos de hace unos años atrás, ni la relación tampoco. Quiero creer que es él estrés de la boda. ¿Por qué cuando estamos a punto de dar este paso tan importante, todo se complica y aparecen cosas que antes no estaban? ¿Por qué en este punto de mi vida siento que todo es un problema? Mi pasado, mi prometida está como loca, mis padres continúan con lo mismo. Lo único que me llena de alegría es mi hermanita Sophie, que está a punto de terminar la universidad; ella es mi todo y me siento el hermano más afortunado y orgulloso del mundo. Solo pensar en ella despeja todo lo otro y me alegra el día.

Estoy sacando mi teléfono del bolsillo para llamar a Hamiel, cuando giro y veo que está a mi lado.

—¡Oh mierda! —digo de la impresión. Hamiel está viéndome con mucho interés—. Qué susto me has dado, ¿cuanto tiempo hace que has llegado?

—Veo que ya reaccionaste. Estabas como ido cuando llegué. ¿En que estabas pensado que no te habías dado cuenta que estaba a tu lado? —pregunta con sumo interés.

¿Por qué cojones no me responde primero y luego pregunta? Sabe que eso me saca de quicio.

—Por la cara que llevas puedo tener una idea de qué se trata, pero mejor cuéntame tu ¿Que ha pasado en estos días? ¿Cómo te fue en Chicago?

—Podrías primero responder a mi pregunta, ya que yo pregunté primero y hasta donde tengo entendido una pregunta no se responde con otra pregunta —me mira y se echa a reír. Podría apostar que lo hizo a propósito— ¡Cabrón!— le espeto. Veo que sostiene un vaso igual que el mio—. Por lo que veo tienes ya tiempo aquí.

—Y por lo que yo veo estás de un humor de perros con rabia. Respondiendo a tu pregunta, llevo mas o menos... —mira su reloj—...como 45 minutos viendo como te perdías en tu trago y tus pensamientos —dice y mientras habla me mira como tratando de descifrar mi estado—. Te estoy esperado.

—¿Esperando qué? —digo sin comprender.

—Que me digas qué esta pasando.

—Lo que pasa es que estoy jodido, que no sé que es lo que le está pasando a Deana o qué es lo que lo que nos está pasando a los dos ahora que estamos a punto de dar este paso tan importante para nosotros, a lo mejor es el estrés de la boda, la verdad es que no sé, pero siento que se está abriendo un gran abismo entre los dos. Que mi jodido pasado no se quiere ir o no deja que lo olvide porque me lo recuerda cuando menos lo espero y mis padres que no me dejan vivir en paz. De verdad no sé que hacer con todo esto, con toda esta mierda —termino, dándole un trago a mi bebida. Cuando miro a Hamiel esta muy serio, lo cual es muy extraño en él, pero sé que es porque sabe que esto es serio. Nos quedamos en silencio, cada uno analizando la situación.

HOLMESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora