No se en qué momento me dormí, solo sé que los brazos de Ian son mi nuevo sitio favorito, su perfume es mi nuevo olor favorito, su cama y él son mi nuevo lugar favorito.
¿Pero qué mierdas hablas Elena?
No ha vuelto a pasar nada, y tampoco sé qué piensa él de todo esto, será mejor que salga de esta cama y de sus brazos y vaya a salvar a Alex de la loca de mi madre, aunque seguro debe estar interrogando al padre de Isa y acosando a Hamiel, conociéndola como la conozco. Miro la hora en el reloj que cuelga de una pared, las 7:12, muy temprano.
Cuando intento soltarme de los fuertes brazos de Ian, escucho un gruñido de su parte y me aprieta más hacia él. ¿Cómo diablos saldré de aquí ahora?
—Ian, necesito ir al baño —logro decirle, y tal vez así correr con la suerte de salir de su agarre.
—Buen día, ¿cómo dormiste? —me dice con su voz media ronca y malditamente sexy.
—Muy bien, pero por favor suéltame, que no aguanto —vuelvo a tratar con mi vaga excusa del baño.
—Mmm, está bien —escucho como vuelve a gruñir cuando afloja su agarre.
No me paro a pensar que en su apartamento hay baño, y voy directo al mío, pero me detengo en seco cuando noto que la puerta no tenía seguro y que mi madre está sentada con los ojos llorosos en el comedor, pero más me sorprende ver a Sandro, el papá de Isa, secándole una lágrima. ¿Qué diabos está pasando aqui? ¿Por qué llorará Mami? No es una mujer muy llorona que digamos.
—Elena, ¿no que ibas al baño? —me dice Ian tomándome el brazo cuando entra al apartamento, pero quedando en el mismo shock que yo al ver la escena del comedor. Lo arrastro conmigo de vuelta a su apartamento antes que mi madre se de cuenta que la vi en ese estado. Ella nunca llora, lo que hace que me preocupe más. Y de haber pasado algo, ¿por qué estaba con ella el padre de Isa en lugar de Alex?
—¿Qué le pasa a tu mamá? —pregunta Ian deteniendo el torrente de pensamientos que se me avecinaban.
—La verdad es que no sé.
—¿No que ibas al baño?
—Creo ya no tengo ganas, mejor vuelvo a acostarme —le digo para que me deje pensar tranquila.
—Mujeres, ¿cómo se le pueden quitar las ganas de un minuto a otro de ir al baño?—escucho como murmura Ian. Le lanzo una almohada que da en su bello rostro. Hasta acabado de despertar es un adonis—. ¡Auch! Te despertaste algo agresiva. ¿Siempre es así? Me lo vas diciendo para saber a qué atenerme —me dice con una pequeña sonrisa y acostándose a mi lado otra vez en la cama.
¿A qué atenerse con qué?
Esto es sumamente raro, Ian y yo acostados, viendo el techo de su habitación, solo escuchando nuestras respiraciones, y una paz inexplicable en el ambiente, con una tension sexual que hasta se puede tocar de lo fuerte que es, mas aún cuando su erección mañanera me saludó altiva e inmediatamente me llegó el recuerdo de lo que pasó en cierto sofá. Quisiera saber si soy la única que se siente así.
Mi preocupacion por Mami no me deja pensar más en eso y me doy la vuelta en la cama, dándole la espalda a Ian. Poco a poco voy cerrando los ojos y dejándome llevar de sus dedos que se han apoderado de mi estómago y me tortura con unas dulces caricias en forma de círculos. Me duermo con la imagen de Mami llorando frente a Sandro.
Cebolla frita.
Salami.
Me despierto con el estómago rugiendo por el olor a comida que llega. Estoy segura que en mi casa están haciendo mangú.
![](https://img.wattpad.com/cover/69779577-288-k322655.jpg)
ESTÁS LEYENDO
HOLMES
RomanceIan Holmes, exitoso arquitecto de Mahnhattan, futuro esposo y padre. Para todo el mundo, un presente maravilloso y un futuro prometedor, menos para él, que convive con su pasado cada día desde hace 10 años cuando su vida cambió por com...