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Todavía observo a Harry en silencio, sin mover ni un sólo músculo. Me alejo cuando se sienta en el suelo desapareciendo de mi campo de visión. Escucho como su espalda se golpea contra la puerta, también escucho el vacío que hace la botella cuando sus labios se separan de la boquilla. Lo escucho murmurar, pero no sé lo que dice. También lo escucho reír de vez en cuando. Me alejo un par de pasos pensando en qué es lo que debería hacer, no quiero verlo y recordar todo lo que ha pasado, pero tampoco quiero dejarlo fuera, borracho, discutiendo consigo mismo y gritándole a los demás huéspedes. Me acerco de nuevo a la puerta y observo a través de la mirilla, sigue sentado, esta vez en silencio. Por un momento hasta creo que se ha quedado dormido.

- Jules. - Grita mi nombre de repente, asustándome. - Ven aquí, acompáñame. - De nuevo silencio.

- Se que estás ahí dentro, he visto tus fotos. - Esta vez es su cabeza la que golpea la puerta. - ¿Me das un poco de hamburguesa? No he cenado nada. - Lo siento moverse torpemente, chocándose consigo mismo. - Sólo he cenado whisky. -

Se levanta y empieza a reírse. Lo veo tambalearse hasta la pared de enfrente. Apoya todo su cuerpo en ella y cierra los ojos.

- "I'm a barbie girl, in a barbie world" - Canta con voz aguda y mueve las manos al ritmo. - "C'mon barbie let's go party" - Ahora su voz es grave y sus movimientos más bruscos. Escucho a la gente salir y quejarse, un hombre se acerca a él enfadado, Harry lo mira amenazante, dispuesto a pelear, entonces abro la puerta.

- Entra. - Digo mientras me acerco a él.

- ¡Jules! - Sus brazos caen sobre mí y me aprieta con fuerza apoyando su cabeza sobre la mía.

- Haz que se calle. - Gruñe el hombre en la mitad del pasillo. - Esto no es ningún club, hay gente que quiere dormir. -

- Lo siento, no volverá a molestar. - Me disculpo al mismo tiempo que Harry coloca su dedo en sus labios y lo manda callar.

- Eso espero. Si tengo que salir otra vez llamaré a seguridad. - Asiento con la cabeza y tiro del pesado cuerpo de Harry hacia el interior de mi habitación.

- Gilipollas. - Grita mientras cierro la puerta. - Si se vuelve a acercar a ti le pegaré. -

- No lo harás. - Suavemente lo ayudo a sentarse en la cama para que seguidamente se deje caer y lo ocupe todo, incluyendo la comida que en ella había. Encuentra una de las hamburguesas, la abre y le da un bocado.

- Jules. - Habla con la boca llena, sus ojos rojos impregnados de alcohol. - Siéntate conmigo. - Aún borracho sus palabras suenan como una orden. - Venga, ven. - Deja caer la hamburguesa y se mueve en la cama hasta sentarse frente a mí, agarra mi mano y tira de ella echándose hacia atrás hasta que finalmente caigo sobre él. Se ríe y me mira con detenimiento. Acaricia mi mejilla y toca mi pelo. - Esto es lo más cerca que he estado de ti. - Su profunda voz y la suavidad de sus palabras hacen que se me erice la piel.

- Porque nunca lo has intentado. - Susurro avergonzada y sintiéndome una tonta por ello, ¡está borracho! Probablemente mañana no recuerde nada de esto.

- No puedo tocarte. - Dice sin parpadear, acariciando mis labios.

- Si que puedes. - Una cálida sensación mezclada con adrenalina y nervios recorren mi cuerpo, ¿cómo puedo estar diciéndole esto cuando hace tan solo unas horas lo odiaba?

- No... - Se detiene y coloca la mano en su pecho y seguidamente en su boca. - Creo que voy a vomitar. -

Inmediatamente me levanto y lo fuerzo a caminar hasta el baño donde se cae de rodillas frente al inodoro, donde expulsa todo el veneno que lleva dentro. Cuando termina, se limpia la boca y baja la tapa. Se da la vuelta apoyando su espalda contra el wáter y me mira, se le ve cansado, triste, vulnerable. Estira su mano hacia mí pidiéndome compañía, se la doy y me agacho a su lado. Me mira en silencio durante varios segundos y se tumba en el suelo, apoyando su cabeza en mis piernas. Con sus manos las abraza al igual que las mías tocan sus rizos y acarician su espalda. Todo se queda en silencio, ambos nos perdemos en nuestros pensamientos, sólo que yo soy sacada de los míos al escucharlo llorar.

Hold OnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora