Enredo en mi teléfono mientras Harry vacía los armarios y cajones. La habitación se ha envuelto en un infinito y atormentador silencio, tan sólo se escucha el eco de sus botines al caminar. En una hoja en blanco en mi teléfono, escribo las preguntas que quiero hacerle antes de que se me olviden, pues son demasiadas y termino perdiéndome. En mitad de una frase, este empieza a sonar provocando que Harry me mire furioso. Ruedo los ojos y descuelgo la llamada, pero eso parece molestarlo todavía más. No entiendo por qué necesita tanto silencio... Debería apuntar esa pregunta.
"Jules, soy Mark, de la tienda de fotografía. Te llamaba para avisarte de que esta mañana nos han llegado nuevas fotos, por si todavía sigues interesada. "
Miro a Harry por el rabillo del ojo, cosa que él también hace conmigo. Sé que no quiere que hable por teléfono, y no quiero que él me escuche, por lo que sin más, cuelgo. Puedo ver como su ceño se relaja en cuanto lo hago, cree que ha ganado, pero lo que no sabe es que he abierto los mensajes para poder comunicarme con Mark. Me explica lo que ya sé, que son fotos mías, cuatro, todas en blanco y negro. Dejo salir un suspiro y echo mi cabeza hacia atrás cerrando los ojos, ¿por qué hace esto? ¿Por qué seguir? Escucho una risa salir de sus labios, dirijo mi vista hacia él para encontrarlo con un par de bragas mías en la mano. Me mira burlón y alza una ceja al tiempo que estira la prenda.
- En serio, ¿bragas de abuela? - Se ríe observándolas. - Grandes y blancas. -
- Creía que había que estar en silencio. - Replico molesta y frunciendo el ceño.
- Tus bragas merecen unas palabras. - De nuevo se ríe. - Sólo falta que tengas unas de color carne. - De nuevos rebusca en el cajón. - ¡Ajá! - Me muestra su hallazgo entre risas.
- Vete a la mierda. - Gruño volviendo mi vista al teléfono.
- ¿Son así las que llevas puestas? - Pregunta burlón antes de lanzarme las que tiene en la mano. - Seguro que sí. -
- Seguro que te las quieres poner. - Me mira sorprendido, intentando ocultar una sonrisa. - ¿Por qué sino cogerías mi ropa? -
- No vengo sólo a por tu ropa, también vengo a por ti. - Vacía el cajón en la maleta, cierra la cremallera y, colgándola de su hombro, se acerca a mí.
- No voy a irme contigo, y mucho menos cuando ayudas a Darren. - Harry deja salir un suspiro, molesto, y frunce el ceño.
- No ayudo a Darren, estoy contra él. - Recoge mis muletas y me las da. - Por eso necesito que vengas conmigo, a no ser que quieras irte con él. - Camina hasta la puerta dejándome a sus espaldas mientras observa una vez más su teléfono.
- ¿Cómo sabes que va a venir? - Torpemente me levanto y lo sigo. - Seguro que es mentira, me estás engañando. Como siempre. -
- Puedes quedarte y comprarlo. - Se gira sobre sus talones para encararme. - Pero si te quedas no volveré a ayudarte, me importa una mierda lo que hagas, lo que te hagan. - Acerca su boca a mi oído. - Si yo fuera tú estaría planeando una nueva forma de suicidarme. -
- ¡Deja de decir eso! - Le grito golpeando su pecho. - ¡No voy a suicidarme, no quiero suicidarme! -
- ¡Pues demuéstralo! - Me grita de vuelta. - Ambos sabemos que no aguantarías volver allí. - Su respiración se acelera y las venas de su cuello se marcan. - Terminaría pasando tarde o temprano. -
Abro la boca para hablar, pero no tengo palabras, estoy completamente en blanco. Harry se mantiene delante de mí durante varios segundos hasta que finalmente empieza a caminar hacia la puerta, sabiendo que yo lo hago a sus espaldas. Pero se detiene en seco antes de llegar, observa a través de la mirilla y, cuando se gira para verme, me pide con su mano que retroceda, pero soy demasiado lenta. Desesperado, esconde la maleta en el baño y luego viene a por mí, me coge en brazos y se esconde conmigo en la bañera, dónde mis pies tropiezan con el equipaje. Segundos después escucho la puerta principal abrirse.
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Hold On
FanfictionÉl era un chico solitario que aparentaba no tener sentimientos. Yo pertenecía a una alta clase social, aparentaba ser feliz y perfecta. Pero nada es lo que parece, eso es algo que ambos aprendimos desde el momento en que nuestras vidas se cruzaron...