Revenge // PAUSADA // EDITANDO

Capítulo 27.

*Narra ______*

~Sigue Flash Back~

Desperté en una gran y cómoda cama. No era la mía. Estaba en la habitación de los Thompson. Estaba muy obscuro afuera pero lo único que veía eran unas luces resplandecientes de color rojo y azul. Me baje de la cama algo adormilada y me acerque a la ventana de la habitación. Recorrí con cuidado la cortina y me puse de puntitas por que no alcanzaba debido a mi corta estatura.

Cuando por fin logre alcanzar a ver un poco lo que pasaba afuera note que las luces provenían de unos coches blancos y negros. Dentro de ellos estaban unos señores vestidos con un uniforme raro.

El uniforme de mi escuela era más raro. Pero el de los señores era completamente negro. Entraban y salían de mi casa. Los señores Thompson estaban hablando con los señores de uniforme negro.

La señora Thompson lloraba y yo no sabía porque. Cerré la cortina y me volví a meter a la cama cuando alguien volteó hacia la ventana y me vio. No quería que me regañarán como el monstruo de hace unas horas.

Después de unos minutos la señora Thompson entró a la habitación.

-¿_____________? ¿Estás bien? ¿Necesitas algo?- me dijo mientras se sentaba a mi lado en la cama.

-No muchas gracias señora Thompson- dije en un susurro, apretando las cobijas de la cama en mis manitas. Quería a mi mamá y saber que estaban haciendo esos señores uniformados en mi casa.

-¿Estas segura?- me pregunto de nuevo. Asentí con la cabeza y en ese momento el señor Thompson entró a la habitación.

-Debemos ir al hospital.- dijo muy calmado.

-Vamos- dijo la señora Thompson dirigiéndose a él. Se volteó a verme y me cargó en sus brazos escaleras abajo.

-¿Dónde esta mi mamá, señora Thompson?- pregunté con lágrimas amenazando con salir de una forma no muy calmada.

-La veremos pronto, no llores _______.- me dijo abrazándome con cuidado debido a mi brazo con un gran moretón visible.

Nos dirigimos a su viejo auto blanco. Cuando ya todos estábamos dentro de éste, el señor Thompson nos llevó hasta el hospital. Cuando entramos el ambiente era frío. Me abracé a mi misma y así camine hasta que llegamos a una habitación. La habitación 201.

A los señores Thompson les negaron a entrar conmigo por que dijeron que no tenían parentesco con la persona ahí dentro. Tenía que entrar yo sola. Una linda enfermera de ojos azules me encamino hacia la persona que estaba en la camilla de la habitación. No supe quien era hasta que estuve a escasos centímetros de ella. Era mamá.

Me quise subir a la camilla y abrazarla pero la enfermera no me dejo. Yo fruncí el ceño y no le hice caso me subí y me recosté a su lado. Mamá estaba dormida. La enfermera no hizo nada después de ver como me acurrucaba a un lado de mamá. Sólo me sonrió, una bonita sonrisa, y salió de la habitación. Después de unos minutos me quedé dormida en brazos de la mujer que más quería en el mundo. Mi mamá. Deje de pensar en el monstruo que habitaba nuestra casa.

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A la mañana siguiente desperté por que alguien acariciaba mi mejilla. Abrí los ojos y me encontré con mamá sonriendo pero en su cara había una cicatriz atravesando toda su mejilla.

-Mamá ¿qué le ha pasado a tu mejilla?- le pregunte preocupada se veía muy fea en el bello rostro de mamá.

-No es nada pequeña. Vuelve a dormir.- me dijo sin sacar esa sonrisa que me gustaba tanto.

-No tengo sueño mami. Tengo hambre- miré mi pancita y me la sobé.

-La señora Thompson te llevara a la cafetería a comprarte algo.- dijo y miro hacia otra dirección de la habitación. Yo volteé y me encontré con una sonriente señora Thompson. ¿Por qué todos estaban sonriendo? ¿Acaso el monstruo no volvería jamás? Yo seguía teniendo miedo. No quería que el volviera y lastimara a mamá otra vez. Pero cuando ese momento llegara yo estaría ahí para protegerla.

-Vamos pequeña _________. ¿Qué no tenías hambre?- me dijo la señora Thompson extendiéndome su mano para que la tomara. La tomé y baje de la cama, no sin antes abrazar a mamá y dejarle un besito en su frente.

Salimos de la habitación y nos encontramos con el señor Thompson. Nos dirigimos a la cafetería y compramos varias cosas. Le compre un chocolate a mamá sabía que le encantaban y le compre de su favorito. Un 'toblerone'.

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Después de una semana mamá ya había salido del hospital e íbamos de camino a casa. No estaba segura si preguntarle a mamá o no. Esta bien sólo pregúntale.

-Mamá...- dije alargando la palabra.

-Dime pequeña.- dijo ella sonriendo

-¿El... el monstruo malvado ya se ha ido? ¿No está en casa verdad?- pregunte preocupada y asustada.

-Por supuesto que ya no esta ahí. Y no te preocupes mi vida, él no volverá a molestarte jamás.- me abrazo y beso mi mejilla- lo prometo.

*2 años después*

Mamá hoy se casaba con un hombre muy lindo que conoció después del accidente con Adrian. Adrian es el nombre del hombre que nos maltrató, no lo llamaría papá ni siquiera padre. Lo dejo de ser cuando le puso una mano encima a mamá.

Estos dos años me cambiaron. Había crecido mentalmente. Cambie demasiado y ya no tenía muchos amigos. El único amigo que tenía era Jean Luc pero el se iría el próximo verano a Francia, su país de origen.

Ella obtuvo el divorcio inmediatamente. Adrian estaba en la cárcel y no volvería a verlo. Después de la boda de mamá nos iríamos a Dallas, Texas. Debido al trabajo del próximo nuevo esposo de mamá. Yo estuve presente en cada uno de los momentos que pasaron juntos y sabía que David nunca nunca nos lastimaría.

Me estaba poniendo mi vestido cuando mamá entro a la habitación. Llevaba un hermoso y largo vestido blanco. Se veía aún más hermosa. Me acerque a ella y la abracé.

-Estoy feliz por ti mamá.- le dije aún sin soltarla- te ves muy hermosa. Más que todos los días.

-Gracias mi cielo. Tu también te ves hermosa- nos separamos- ven arreglaré ese desastre de cabello con el que amaneciste.- nos reímos y ella empezó a cepillarme el cabello.

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Después de la boda nos dirigimos a casa y empacamos todo nos iríamos pasado mañana y aún faltaban cosas por empacar.

Estábamos cansados pero a mamá no parecía importarle. Se veía tan feliz. Nunca la había visto así y en ese momento juré que nunca iba a verla triste.

~Fin Flash Back~