Revenge // PAUSADA // EDITANDO

Capítulo 39

*Narra ______*

En el momento que sentí sus labios lo aparté pero sólo por unos segundos ya que los volvió a juntar. Le solté una cachetada en el momento que se volvió a separar y él no volvió a desaprovechar el momento para tomar mi mano y ponerla en su mejilla de nuevo pero ahora con más delicadeza, yo lo miré confundida y él volvió a besarme.

Me logré separar cuando nos sobresaltamos por el azoto de una puerta.

Me levanté decidida a irme pero Zack me tomó del brazo.

-¡Suéltame!- me deshice de su agarre- ¡No me vuelvas a tocar jamás o lo lamentarás!

Salí -sorprendentemente- corriendo de ahí. Lágrimas corrían por mis mejillas sin una razón buena aparente.

Me detuve en una esquina, sosteniéndome por un poste de luz que ahí se encontraba.

-Maldita sea- murmuré por lo bajo, mis piernas no daban para más. Me quede ahí con lágrimas rodando por mis mejillas, con la respiración entrecortada y las mejillas sonrojadas de tanto correr.

(Escuchen Amnesia de 5SOS)

*Narra Niall*

¡¿Qué clase idiota soy?! Uno de los grandes por supuesto. El más grande todos.

Iba pateando una roca mientras caminaba por la calle, maldiciendo en voz baja.

El cielo ya estaba nublando y enlazaba con llover pronto. No me importo ni un poco que en pocos minutos empezara el diluvio y me empapara en segundos.

Me detuve, desde que salí del restaurante fui a paso lento.

Gente pasaba corriendo buscando un refugio para la lluvia pero yo era el único loco que estaba en medio de la acera empapándose.

Yo y otra persona al otro lado de la calle recargada en un poste viendo hacia la nada.

*Narra ______*

Pronto empezó a llover ni no hice nada por cubrirme de la lluvia.

Todo lo que había ocurrido en mi vida últimamente, ataco mi cabeza y mi corazón y estalló dejándome inmóvil mirando hacia un punto en la nada.

Personas pasaban corriendo, protegiéndose de la lluvia con libros, periódicos, bolsas y -algunos precavidos- paraguas.

La única loca debajo de la lluvia 'atada' a un poste.

Desvié mi mirada hacia el otro extremo de la calle.

Al parecer no era la única loca ahí.

Yo y otra persona. Debajo de lo que parecía la lluvia más intensa del año.

La miré bien, se me hacia conocida esa silueta pero mi cabeza no estaba en condiciones de reconocer personas al otro lado de la calle durante una lluvia intensa.

Decidí irme a casa. Imposible, pensé, con esta lluvia, en el centro de Nueva York y mi destino a las orillas de ésta.

Emprendí mi camino con un caminar torpe.

*Narra Niall*

Esa silueta me era muy familiar... No, no podría ser ella. Esta cabeza dándome vueltas no me ayuda a pensar y mucho menos sí mi corazón latía a un ritmo considerablemente bajo debido a la ausencia de ella.

La silueta empezó a moverse y fue ahí cuando la reconocí. ¿Qué diantres había ella ahí, sola debajo de la lluvia?

Maldita sea, no. Aleja esos pensamientos. No irás tras ella. No irás tras ella. ¿Qué hacían mis pies? No la sigan. No la... Demasiado tarde.

-¿_______?- me encontré llamándola

Sus pasos torpes (aunque adorables, a mi parecer) se detuvieron y sus ojos pronto de encontraron con los míos.

-¿Qué haces aquí?- Oh, no. Ese tono de voz no. Ha estado llorando. Me acerqué y noté lo que seguía haciendo y la lluvia era una excusa y mentira perfecta pero no me la tragaría.

-¿Por qué lloras?- contesté con otra pregunta

-¿Por qué no respondes mi pregunta?

-¿Por qué tu no respondes la mía?

Nos miramos unos segundos y soltamos una risa nerviosa al unísono.

-Pasaba por aquí, quise probar el nuevo restaurante chino y ocurrió algo desagradable- contestó encogiéndose de hombros- ¿Y tu?

-¿Me creerías sí te digo que me paso exactamente lo mismo?- me miro algo desconcertada y después de unos segundos abrió los ojos como plato.

-¿Tú estabas...? ¿Viste...?- preguntó

-Sí, pero dime ¿cuál fue tu experiencia desagradable? ¿La comida no es tan buena como todos dicen que es? Porque al parecer la estabas pasando muy bien con el tal Zackary- hice una mueca de disgusto

-¿De qué hablas? ¿Qué acaso no viste que...?- la detuve.

-Oh claro que lo vi. Tu sesión de besos. ¿Buena, eh?- reí sin humor alguno hasta que su mano cayó en mi mejilla

-Tu no sabes nada, te crees un sabelotodo pero no lo eres- susurró con rabia antes de darse la vuelta e irse.

Pero no llegó muy lejos ya que la detuve, sosteniéndola de la muñeca.

-Entonces explícamelo, desmiente lo que mis ojos vieron- hice mi máximo esfuerzo para que no se formará un nudo en mi garganta.

-Sí, si hubo un beso.- la segunda daga que mi corazón recibió en el día- pero yo no lo seguí, de hecho luchaba por apartarme- suspiró- Ni siquiera sé porque estoy aquí debajo de la lluvia dándote explicaciones, no somos nada.- vi la tristeza reflejada en sus ojos antes de que apartara la mirada.

-Vamos, te llevaré a casa.- la cargue y ella se sobresaltó

-Bájame, ¿qué crees que haces?- se quejó

-Te vi caminando, se que te duele- se dejó cargar y seguimos caminando hasta la casa de Joseph.

Al llegar ahí, _________ se tensó un poco. Apreté mi agarre, le dije que esperara afuera ya que la lluvia había cesado y sólo entraría a buscar las llaves del auto.

Hecho esto, emprendimos el viaje a casa de Maddy pero _________ me dijo que no quería volver ahí al menos no por hoy, así que nos dirigimos al apartamento que ella había comprado poco tiempo atrás.

-Hemos llegado, ¿tienes llaves?- le pregunté exactamente lo contrario de lo que quería decir (¿quieres que me quede? o tal vez, ¿estás segura de que no quieres algo de compañía) Sí, que eres estúpido Horan.

-Sí, no hay de que preocuparse- dijo sin muchas ganas

-Asumo que ya has comprado muebles- dije intentando quedarme aunque sea unos segundos más con ella.

-Sólo algunos, aún faltan cosas- suspiro.- bueno, gracias y perdón por mojar tu coche.- dijo algo avergonzada

-No te preocupes princesa, yo he mojado mi asiento también-sonreí

-No me llames así, por favor- dijo suplicante- no deberías.

-¿Por qué no?- pregunté acercándome un poco a ella.

-Porque me haces recordar tiempos difíciles, cosas que quiero desechar de mi mente- me acerqué a un más.

-Olvidarte de todo, ¿cierto?- susurré

-Sí, despertar con amnesia.