Dedicado a:origime2504
Un día maravilloso...
Era alrededor del medio día, caminaba en los jardines leyendo uno de mis libros favoritos que mi padre me obsequió.
Me había mandado a llamar urgentemente, así que caminé hacia su estudio.
Toqué la puerta y desde adentro escuché una voz que me pedía que entrara, era mas que claro que se trataba de él.
Se levantó de su asiento, me abrazó y me besó en la frente y de nuevo tomó asiento.
Hizo una seña para indicar que me sentara. Lo noté un poco triste y preocupado, pero aun así sonreía para mi.
Estaba tan nervioso que olvidó que yo estaba sentada frente a él, así que le pregunté:
-¿Sucede algo padre?
- Si, necesitaba hablar contigo de un asunto importante princesa.Mi padre siempre me decía que yo era su princesa y mi madre era la reina, eso me hacía sentir especial.
-¿Recuerdas al señor Albrith?
-O si lo recuerdo, es muy amigo de usted ¿Verdad?
-¿Recuerdas a su hijo?
-No padre... ¿Por que lo pregunta?
-Después de hablar con el señor Albrith sobre unos asuntos, me hizo entender que algún día tu serás Duquesa y no quiero dejarte una gran carga, así que sería mejor si tú y su hijo se comprometieran. Después de todo ambos tendrán títulos iguales, además de ser esto un beneficio para ambas familias.
- ¡¿Qué?! Acabo de cumplir 10 años y ¿Ya me quiere comprometer?Estaba asustada pero no enojada. Mi padre soltó una enorme carcajada al verme aterrada.
A pesar de ser una niña, entendía muy bien a lo que se refería con un compromiso.
Aún así acepté, pues se veía muy feliz y muy complacido con mi respuesta.
Hice un intento de reverencia para poder retirarme. Cuando estaba apunto de salir, me dijo:
- Te veré en el establo, quiero ir a montar a caballo contigo.
- ¡Si!-Le dije emocionada.
- Pero no le digas a tu madre, sabes que a ella no le agrada la idea de que una señorita tan "refinada" esté en lugares como un establo.
- Esta bien padre.Salí de ahí corriendo a cambiarme el vestido que traía por mi traje de montar.
Intenté salir al establo sin que nadie me descubriera pero en el pasillo me encontré con mi madre.
Ella comenzó a reír por ver mi cara de susto.
- Dile a tu padre que necesito hablar con él cuando regresen ¿Esta bien?
- Si madre, gracias.Llegué al establo y pedí a uno de los encargados que prepare a luna para una larga cabalgada.
Luna era la yegua que mi padre me había obsequiado por mi décimo cumpleaños hace unos días.
Una vez lista luna, intenté de mil formas, pero por más que lo estuve intentando, no podía subirme a ella.
Me puse de puntillas para ver si alcanzaba subirme, cuando sentí que alguien me sujetaba de la cintura y me subió a luna.
Miré hacia atrás y encontré a mi padre riendo a carcajadas.
Pues al sentir que alguien me sujetó, me sobresalté. Sarcásticamente me pregunto:
- ¿Por qué te asustas fácilmente princesa?
En respuesta lo miré con un enojo fingido tratando de contener una sonrisa, pues gracias a que siempre me contaba historias de terror me asustaba casi por todo.
Cuando se subió a su caballo, comenzamos a cabalgar hacia el bosque que se encontraba a los límites de nuestras tierras.
La vista era hermosa. Estaba tan perdida que no noté cuando mi padre comenzó a hablarme, a lo que sólo respondí:
- ¿Qué decía?
- Eres muy inteligente y muy distraída princesa. Te decía que no creí amar tanto a una mujer que no sea tu madre, pero me equivoque al respecto.
- ¿Está engañando a mi madre?Lo miraba furiosa. Si quería a mi padre pero también quería a mi madre y si la estaba engañando, no era nada bueno. Él continuó diciendo en tono divertido:
- Oh si, la otra mujer es igual de hermosa que tu madre, incluso creo que es más hermosa.
- Nadie es más hermosa que mi madre.
- Claro que si. -dijo intentando contener la risa- Hay princesa de nuevo confirmo que eres distraída y empiezo a dudar de tu inteligencia.
- ¿Por qué?
- Por que de la mujer que estoy hablando es de ti.Ambos reímos de mi falta de percepción. Lo miré y vi en su rostro tristeza, tal y como lo había visto en la mañana antes de entrar a hablar con el. Por lo que pregunté:
- ¿Está triste padre?
- No, sólo estoy pensando
- Y ¿En qué piensa?
- En lo que dijiste esta mañana, no quiero casarte tan pronto, por lo que apenas cumplas 18 años, te casarás. Te amo mucho, a ti y a tu madre y sé que es normal que algún día te cases pero quiero que sea con alguien a quien yo conozco y confío, no dejaría que cualquiera se lleve a mi princesa. Por eso decidí que sea el hijo del señor Albrith, pero si tu no quieres, respetaré tu decisión.
- Claro que si quiero, entiendo sus motivos.Al decir aquello sonrió, luego fijó su mirada en algún punto el cual no podía distinguir entre tantos árboles. Me miró con una sonrisa algo preocupada y me dijo:
- Veamos quien llega primero a la cabaña junto al lago ¿te parece?
- ¡Si!Comenzamos la carrera, al parecer mi padre iba muy atrasado, o es que me estaba dejando ganar.
La verdad eso era algo extraño, él no perdía nunca en esto, y menos contra mi.
Iba a mitad del camino y de pronto escuché algo que me hizo detener a luna enseguida, lo que escuché fue un disparo.
Este sonó muy cerca de donde estábamos.
Asustada, imaginándome lo peor, retrocedí cabalgando como podía para buscar a mi padre.
Cuando llegué junto a él estaba en el suelo, con un disparo en el pecho...
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"Por ti, jamás"
Historical FictionQUEDA PROHIBIDA LA COPIA DE ESTA HISTORIA, SITUACIONES, ADAPTACION, TRAMA O PERSONAJES. SERA DENUNCIADA INMEDIATAMENTE AQUELLA HISTORIA QUE SE DESCUBRA QUE SEA UN PLAGIO DE ESTA. ¡NO AL PLAGIO! SE DEMANDARA AL USUARIO QUE COPIE ESTA HISTORIA. ESTA...