CAPÍTULO 40

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Dedicado a:SpGarQue

Juntos al fin...

Estaba extremadamente nerviosa, no podía comer, ni hablar.

Saber que dentro de pocos minutos seria esposa de James me hacía sentir mil emociones.

A duras penas podía mantenerme de pie. Pero, ya no había marcha atrás ¿No?

No es que me estuviese arrepintiendo, simplemente me sentía muy nerviosa.

Jane tenía razón, todo esto me distraía de todo lo que había ocurrido.

James había elegido que la ceremonia fuese en la tarde. A decir verdad, fue James quien organizó todo junto con su madre, mi madre y mi tía.

Todo estaba perfecto, desde las flores del salón, hasta los pequeños y finos detalles de mi vestido, cosa que debo agradecer a Jane.

Estaba de pie frente al espejo mirando mi reflejo. No me veía tan mal a mi parecer.

Me emocionaba la idea de que James me viese con el vestido, quería ver su reacción.

El señor Albrith sería quien me entregaría a su hijo, cosa que ya había decidido desde antes.

Jane entró a avisarme que ya debía salir, todos me estaban esperando.

-¡Lizzy, te vez hermosa! James es tan afortunado.
-Jane, no digas eso.
-Cierto, Antuand lo es más.

Ambas reímos ante lo que dijo. Iba a extrañar a Jane y sus repentinas visitas.

Aun que James aseguró que podríamos visitarle las veces que quisiéramos o ella podría venir cuando quisiera.

En ese momento mi madre entró, y Jane nos dejó a solas.

-Lizzy, tu padre estaría orgulloso de ver a la hermosa mujer en la que su hija se a convertido.
-Madre, no se como agradecerles a ti y a mi padre todo lo que hicieron por mi, a pesar de que no fui su hija.
-Querida, fuiste su hija, te amó más que a cualquier cosa, incluso mas que a mi.
-Gracias madre.-Me abrazó fuertemente, nesecitaba sus abrazos, esos de los que no quisiera separarme nunca.
-Aún que puedes agradecerme dándome nietos hija.
-Madre, eso será después.

Reí nerviosamente por su comentario y por lo que aquello implicaba.

El señor Albrith me indicó que ya era momento de que saliera. Mi madre me dio un beso en la frente y se retiró a tomar su lugar. 

El señor Albrith extendió su brazo en señal de que lo tomara, para así salir y ser entregada a James.

Los nervios me regresaban y esta vez acompañados de pequeños mareos y náuseas, nada fuera de lo normal ante la situación.

Al abrirse las puertas, pude ver a James, se veía tan apuesto. Siempre era así, pero hoy más que nunca.

Comenzamos a caminar hacia él, me veía con una expresión de asombro. No entendía el por que.

Una lágrima amenazaba con salir de sus ojos, a lo cual Antuand le hizo señas de burla.

James nisiquiera se molestó en responderle, se la pasaba mirándome.

Cuando su padre por fin me entrego a James, depositó un tierno beso sobre mi mano.

...

La ceremonia transcurrió normalmente tal y como estaba planeada.

Ahora todos nos encontrábamos en el salón de baile, recibiendo felicitaciones de los invitados.

La música comenzó a sonar y James me solicitó para un baile. No me gustaba el baile pero a James le encantaba, pues le daba la excusa perfecta para tomarme de la cintura.

Estábamos tranquilamente bailando hasta que a James se le ocurrió la maravillosa idea de hablar.

-Lizzy, siempre se ve hermosa, pero el día de hoy a superado todos aquellos días que la consideré muy hermosa.

Me sonrojé ante su comentario, pero decidí responderle.

-James, usted también se ve muy apuesto.
-Y usted se ve muy hermosa con el vestido que trae puesto, aún que sin él se vería mejor.-Esto último lo dijo casi en un susurro cerca de mi oído.

Me puse tan roja como podía ante su comentario.

Me puse nerviosa ante lo que dijo y la forma en la que lo dijo. Nerviosa y torpemente le respondí.

-James, tiene que controlarse. No es correcto su comportamiento ante los demás.
-A partir de ahora, lo que yo diga o haga con usted, será correcto, pues ya eres mía princesa.

Lo que había dicho me puso aún mas nerviosa y torpe. Agradecí que Jane se acercaba hacia mi junto con Antuand.

-James, jamas pensé que te ibas a casar, querido amigo. Ya no podrás asistir a los bailes sólo.
-Eso me alegra, me evitaré la compañía de damas en busca de hombres con gran fortuna. De esas hay que huir.
-Lo sé. Lo que me alegra es que ya tengo a alguien junto a mi que me ayude a evitarme esas molestias.
-Jane, ¿Tu padre ya lo sabe?
-No lizzy, pero apenas regrese de su viaje podré decirle.
-Me alegra tanto, espero que tu situación mejore. Extrañaré tanto tu compañía.
-Mi princesa, le e dicho que Jane podría visitarnos cuando guste.
-No James, como recién casados nesecitas privasidad.

El comentario de Jane estuvo de mas. Antuand y James rieron ante el comentario
tan "inocente" de Jane.

James se acercó a mi oído y me dijo que quería hablar conmigo en privado.

Fuimos hacia una de las habitaciones y salimos al pequeño balcón que había en uno de ellos.

James me miraba con un brillo especial en la mirada. Me hacía sentir nerviosa

-Lizzy, no se como agradecerle el que usted me hiciera el hombre mas feliz que pudiera existir al aceptarme como la persona con la cual compartirá el resto de su vida. Sin duda el amor que tengo hacia usted no puedo definirlo. Cuando defines algo lo limitas, y mi amor hacia usted no tiene límites. Tal vez me crea, tal vez no, pero me enamoré de usted en el instante en que la vi tratando de huir de mi en aquel baile. Ahí me di cuenta que amarle  no iba a ser fácil, sabía que tendría que luchar por usted y déjeme decirle que valió la pena cada segundo que luché. Mis sentimientos hacia usted nunca han cambiado, sólo han ido aumentando y usted es culpable de ello. Quiero estar toda mi vida junto a usted, por que la amo...

James no pudo terminar de hablar, lo estaba besamdo, no como los otros besos, si no cosas deseo, más ternura y con más sentimientos.

Al separarnos, James me miró sorprendido.

-No es justo que sea usted quien diga cosas así, siempre parece robarme las palabras James.
-Aún no puedo creer que usted sea mi esposa lizzy, ¿Cómo alguien tan maravillosa termino con alguien como yo?
-James, nisiquiera yo se que vi en usted, pero lo que si se es que no lo veo en nadie más.

Estaba Estaba a punto de besarlo cuando mi madre nos interrumpió.

-Hija, tendrán tiempo para eso después. Ahora tienen que salir a saludar a sus invitados y no olviden los bailes.

Algo indicaba que este sería el día más largo de mi vida...

Si ya este es el último capítulo,  les confundí con el anterior pero quería que este sea el último y el epílogo una introducción del segundo.

gracias enserio por todos aquellos que estuvieron siguiendo la novela desde un principio y soportaron mi falta de puntualidad a la hora de publicar jajaja.... 

Editaré las faltas de ortografía de esta novela y quitaré mis comentarios al final de los capítulos.

gracias por su lectura...

ESCRITOR_ANONIMO1408

"Por ti, jamás" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora