30-. Confiaría en ti sin dudar.

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A Newt le costó varios gritos para lograr que los clarianos se calmasen. Todos gritaban, algunos preguntaban cómo demonios lo habían logrado y otros les daban la enhorabuena, pero todos gritando. Tras reducir el volumen de las voces, decidimos que lo mejor para nuestros tres amigos sería descansar. Los mediqueros se encargaron de llevar a Alby a la sala del cambio. Minho nos contó cómo el líder fue pinchado.

-Alby continuaba inspeccionando aquella cosa mientras yo contemplaba las paredes de piedra, varios pasos alejados. De repente ese lacerador se reactivó y picó a Alby. Corrí lo más rápido que pude hacia él y le clavé aquella jeringuilla. Por desgracia el lacerador no se encontraba lo suficientemente lejos, y lo último que recuerdo es sentir como una de sus malditas patas metálicas me estrellaba hasta la pared más lejana. Después de eso creo que caí inconsciente. Cuando me desperté, Alby seguía en la misma posición y... Ya era demasiado tarde.

-Hasta ahí bien, pero ¿cómo habéis sobrevivido?-preguntó Gally, tan preocupado como furioso.

-Ya he dicho que hablaremos de eso mañana. Convocaré una reunión a primera hora. Ahora dejadles descansar.-ordenó Newt.

Tal y como el nuevo líder, por el momento, había ordenado, Minho y Thomas se retiraron a descansar, mientras que el resto de clarianos fue dispersándose.

-Es un milagro, ¿no crees?-dijo una vez que estuvimos solos.

-Lo es... Desde luego que lo es.

-Siento lo de anoche, de verdad.

-Vale, Newt. No le des más vueltas. Tampoco hiciste nada malo.

-¿Qué crees que debo hacer ahora?-preguntó preocupado.

-¿Ir al huerto?

-¿A trabajar?-encogí los hombros.

-¿Alby dejó algún tema pendiente antes de salir?

-Además de contarme qué demonios le dijo Ben... No, nada.

-Entonces hasta la reunión de mañana no hay nada que hacer, ¿no?

-No, creo que no.

-Entonces, ¿qué otra cosa quieres hacer?

-Sí, supongo que ir al huerto estará bien. ¿Quieres ir a descansar? No has dormido nada.

-Nadie ha dormido nada y todos están trabajando. Yo no voy a ser menos, te acompaño.

-Eres genial.

-Dime algo que todavía no sepa.

Después de pasarnos por la sala del cambio y ser avisados por los mediqueros de que Alby se encontraba estable, ambos nos dirigimos a los huertos, donde todos trabajaban ya como un día normal.

Por primera vez en aquella semana me sentía feliz. Extrañaba a Ben, por supuesto, y le extrañaba muchísimo. Pero ya la noche anterior me había imaginado vivir sin Alby, Minho o Thomas, y ciertamente, el saber que los tres estaban allí en el Claro, sanos y salvos, me hacía sentirme bien.

Pero sabía que aquella sensación de tranquilidad y felicidad duraría poco. Según las palabras de Ben, a lo largo de este mes todo cambiaría, y no podía evitar temer aquellas palabras, ni lo que ello supondría.

Después de almorzar volvimos a visitar a Alby, que seguía inconsciente. Jeff nos afirmó que estaba reaccionando bien, y que no estaban teniendo ningún problema más raro de lo normal con el cambio del líder.

La corredora del laberinto (TMR Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora